Ante la entrada en vigor de una directriz del Departamento de Transporte de Estados Unidos (USDOT), empresas transportistas mexicanas se preparan para enfrentar una nueva barrera: operadores de camiones comerciales que no dominan el idioma inglés son sacados de circulación e incluso, algunos han perdido la visa.
El cambio normativo fue anunciado el pasado 20 de mayo por Sean P. Duffy, titular del USDOT, como parte de un reforzamiento de los requisitos ya establecidos desde hace años por la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA).
Aunque oficialmente esta medida entraría en vigor este jueves 25 de junio, transportistas reportaron que ya se están aplicando medidas en algunos puntos de Estados Unidos, especialmente contra conductores mexicanos con Visa B1, quienes ahora enfrentan inspecciones más estrictas.
Al respecto, Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), dijo que operadores sin conocimientos suficientes de inglés fueron retirados del servicio en diversas ciudades estadounidenses.
Mencionó que en Laredo, Texas ya hay reportes de cancelaciones de visas a conductores mexicanos que no pudieron acreditar su capacidad de comprensión del idioma ante autoridades de transporte o seguridad.
La medida exige que los conductores de vehículos comerciales sean capaces de leer y comprender señales de tránsito, responder preguntas de oficiales, seguir instrucciones y comunicarse en inglés de forma efectiva.

Este requisito no es nuevo, pero ahora se ha vuelto un criterio determinante para poder operar en Estados Unidos, pues si un operador no cumple con este estándar, puede ser retirado del camino, su empresa puede ser multada e incluso auditada por autoridades federales.
Sotelo Suárez explicó que algunas empresas ya están tomando medidas preventivas, como en su caso, desde hace aproximadamente un mes comenzaron a ofrecer clases de inglés a sus operadores, con el fin de prepararlos ante eventuales revisiones.
Refirió que el impacto, sin embargo, va más allá de la frontera, pues además del costo logístico, se suma la posibilidad de sanciones para la empresa transportista, e incluso auditorías si se considera que ha reincidido en la falta.
El vicepresidente de CANACAR expresó que en el caso de Ciudad Juárez, aún no se ha reportado la inmovilización formal de unidades por esta causa, pero sí se han emitido advertencias a algunos conductores.
Por ello, reiteró la importancia de anticiparse y capacitar al personal para evitar sanciones, ya que la nueva política podría generar serias afectaciones económicas si no se atiende a tiempo, especialmente para las empresas que dependen del cruce fronterizo diario.
¿Qué dicen los conductores?
Algunos conductores de camiones de carga entrevistados señalaron que se trata de una medida no es justa, ya que su trabajo consiste en transportar mercancía en ambos lados de la frontera, así como están acreditados en empresas legítimas.
Saúl Leyva consideró que las nuevas disposiciones del gobierno estadounidense bajo el gobierno de Donald Trump no tienen justificación, ya que ellos únicamente son el cruce, por lo que no hay necesidad.
Aunque dijo no haber visto aún casos de sanciones, reconoció que se les ha mencionado la posibilidad de capacitarlos. Sin embargo, en la empresa donde trabaja aún no recibe indicaciones claras al respecto.

Mientras que Carlos Pinales, también operador de cruce, consideró que la exigencia es comprensible, pues los conductores ingresan a un país extranjero.
Comentó también que como conductores tienen la obligación de saber mínimo los señalamientos de vialidad y además saber defenderse durante las inspecciones de las autoridades estadounidenses.
Asimismo señaló que en caso de sanciones, las primeras podrían ser absorbidas por la empresa transportista, pero si el operador reincide, podría terminar pagando él mismo la multa.
En cambio, Ricardo García expresó su inconformidad, al considerar que la medida resulta injusta para quienes realizan únicamente cruces breves.
Estimó que las multas oscilan entre 300 y 400 dólares y temen que se las terminen descontando del sueldo, pues aunque oficialmente se trata de una advertencia, en la práctica, muchas veces queda registrado como multa en los sistemas fronterizos.
**Entrevistas a choferes por Eva Ramírez**