La formación de médicos veterinarios en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) mantiene un equilibrio entre el respeto al bienestar animal y la necesidad de realizar prácticas reales para garantizar la calidad profesional de sus egresados.
Lo anterior, luego de que en los últimos años se ha reducido el número de animales utilizados en prácticas veterinarias, aunque es imposible prescindir totalmente de ellos, dio a conocer a Circuito Frontera el doctor Alfredo Hernández, jefe del Departamento de Ciencias Veterinarias.

El especialista expuso que la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la UACJ fue fundada en 1976 y, desde entonces, las prácticas en especímenes han formado parte esencial del proceso educativo.
Refirió que en un inicio, gran parte de los ejemplares provenían del antiguo centro antirrábico, cuando una gran parte de los perros callejeros eran sacrificados tras pasar un breve periodo en este lugar.

Sin embargo, con la transformación de esa institución en la Dirección de Atención y Bienestar Animal (DABA) ahora del Municipio y no del Estado, la universidad estableció convenios para recibir únicamente ejemplares en condiciones extremas: perros agresivos, lesionados, enfermos o con un estado de salud que impide su adopción.
El doctor Hernández señaló que todas las prácticas se realizan bajo normas oficiales mexicanas de bienestar animal y protocolos de bioseguridad, que garantizan el uso ético de los especímenes.
También que antes de cualquier procedimiento quirúrgico, los animales reciben analgésicos, anestesia y finalmente eutanasia, aplicada como una sobredosis que asegura la ausencia de dolor.
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Cabe resaltar que de acuerdo con un documento solicitado por transparencia que circuló en redes sociales, la Dirección de Atención y Bienestar Animal donó a la UACJ un total de 285 perros para ser utilizados en prácticas académicas.
Sobre este tema, el doctor Hernández reconoció que la cifra puede parecer elevada, pero explicó que, al considerar la matrícula actual de la carrera que es de mil 504 estudiantes y 84 profesores, los ejemplares fueron distribuidos de tal manera que se utiliza un perro por cada equipo de cinco alumnos.
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Aun así, enfatizó que en comparación con años anteriores, la universidad ha disminuido la cantidad de animales empleados, apoyándose cada vez más en tecnologías digitales y en la utilización de especies de producción como cerdos, borregos y cabras.
Entre esas alternativas se encuentran los animales de producción criados en el rancho universitario del Valle de Juárez, como borregos, cabras, cerdos y bovinos, que permiten a los estudiantes practicar técnicas anatómicas y quirúrgicas sin depender únicamente de perros.
Asimismo, refirió que el uso de programas de anatomía digital en 3D ha permitido reforzar el aprendizaje teórico y disminuir el número de procedimientos en especímenes reales.
No obstante, el jefe del departamento advirtió que la virtualidad nunca sustituirá la experiencia práctica, pues palpar músculos, identificar nervios y manipular órganos son una necesidad formativa irremplazable.
El académico además recalcó que los estudiantes de la UACJ egresan con una preparación sólida gracias a esta combinación de métodos: prácticas con especímenes reales, apoyo en software anatómico y entrenamiento en quirófanos con estándares internacionales de esterilidad.
DABA
La directora de la Dirección de Atención y Bienestar Animal (DABA), Alma Edith Arredondo Salinas, explicó que los perros entregados a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) para prácticas veterinarias provienen de denuncias ciudadanas atendidas por la dependencia.
Señaló que los casos varían: a veces se trata de animales recogidos de manera individual, en pareja, en manada o incluso camadas completas.
También refirió que muchos de ellos llegan con antecedentes de agresividad, evidencias de ataques a personas o en condiciones de salud que imposibilitan su adopción.

Arredondo indicó que los ejemplares destinados a la universidad son aquellos que, de no ser entregados, hubieran tenido que ser sacrificados por el Municipio, debido a su estado físico o conductual.
Sin embargo, recalcó que, en ningún caso, se les quita a los animales la posibilidad de tener una rehabilitación física e incluso de ser adoptados por la ciudadanía.

Arredondo Salinas agregó que la dependencia cuenta con una plataforma digital en la página web www.basedaba.mx en donde cada semana se actualiza el número de denuncias atendidas, los procesos de adopción y las campañas de esterilización realizadas.
La funcionaria aclaró que no todas las cifras se publican con detalle, aunque sostuvo que la política del área a su cargo busca mantener la transparencia y garantizar que los animales canalizados a la UACJ correspondan a criterios médicos y legales, por lo que descartan que se les prive de una oportunidad de adopción.