En el contexto nacional, Chihuahua se posicionó en el quinto lugar entre los estados con las tasas más elevadas de defunciones a causa de tumores malignos, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Durante el 2021, México enfrentó un total de un millón 122 mil 249 muertes, de las cuales el 8 por ciento, correspondientes a 90 mil 123 casos, fueron atribuidas a esta devastadora enfermedad.
Además, la incidencia de cáncer, caracterizada por el crecimiento descontrolado y la propagación de células anormales en el cuerpo, ha mostrado una tendencia al alza.
De acuerdo con la información del INEGI, la tasa de mortalidad por tumores malignos se incrementó de 6.09 por cada 10 mil habitantes en 2010 a 7.06 en 2021.
Mientras la media a nivel nacional fue de 7 por cada 10 mil habitantes, el estado de Chihuahua registró 8 por cada 10 mil habitantes.
Las estadísticas del INEGI colocan a Ciudad de México, Colima, Veracruz de Ignacio de la Llave, Sonora, Chihuahua, y Morelos como las entidades con el mayor número de defunciones por cáncer, oscilando entre 7.8 y 9.3 fallecimientos por cada 10 mil personas.
Datos que contrastan con los estados de Quintana Roo, Tlaxcala, Guerrero, Puebla, Querétaro, y México, que presentaron las tasas más bajas, situándose entre 4.7 y 6.2 por cada 10 mil habitantes.
Al respecto, el médico Lorenzo Soberanes Maya, vicepresidente de Salud de la Canaco Juárez y presidente del clúster de Turismo Médico, comentó que los hábitos alimenticios en el norte de México, incluido Chihuahua, se caracterizan por un alto consumo de alimentos procesados, carnes rojas, especialmente de res y cerdo, así como un incremento en el consumo de alimentos de comida rápida como pizzas y hamburguesas.
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Señaló que esta preferencia por alimentos altamente procesados y ricos en grasas contribuye no solo a un aumento en los casos de obesidad sino también a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo ciertos tipos de cáncer.
Este patrón dietético, combinado con otros factores de estilo de vida, como el consumo de alcohol, posiciona a la región en un escenario preocupante en términos de salud pública.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer se manifiesta a través de la metástasis, es decir, la expansión de células cancerígenas más allá de sus límites originales hacia otras partes del cuerpo. Esto se debe a la acumulación de factores de riesgo combinados con la disminución de la capacidad de reparación celular asociada al envejecimiento.
Mientras que el análisis de las cifras del INEGI, con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer, destacó, particularmente, las posibilidades de contraer esta enfermedad a partir de los 50 años, con un ascenso más pronunciado en la tasa de mortalidad en este grupo etario.
Además, a partir de los 60 años, la tasa de defunciones por tumores malignos se eleva aún más en hombres que en mujeres.
Sin embargo, Soberanes Maya expuso que los hábitos alimenticios son mayores factores de riesgo para contraer cáncer, incluso más que el hecho de fumar.
“El tabaco, pues es una situación de predisposición genética. Hay abuelitos que fuman una o dos cajetillas de cigarros diarias y no tienen absolutamente ningún problema de salud, ni tos tienen y hay quienes mueren de cáncer sin haber fumado nunca en su vida”, dijo.

Expuso que el hábito de fumar no es tan definitivo, sino más bien cuestiones ambientales, aunado a la parte nutricional.
Añadió que con la tecnología y los estudios genéticos actuales es posible anticipar y, en muchos casos, prevenir el desarrollo del cáncer, por lo que es necesario acudir a partir de los 30 a realizarse un exámen médico y conocer sus antecedentes clínicos.