La exposición fotográfica “Cargando sueños. Mochilas, destinos y esperanzas”, inaugurada en el marco del 43 aniversario del Colegio de la Frontera Norte (El Colef) y el Centro Cultural Tijuana (Cecut), busca abrir un espacio de reflexión sobre la migración y, en especial, sobre la niñez migrante.
Así lo informó Alfonso Caraveo Castro, responsable del área de fotografía de El Colef, en entrevista con Nómadas, en la que destacó que se centró en la niñez migrante dadas las características que en las últimas décadas se presentó un aumento significativo de familias y menores en los flujos migratorios.

“Si bien, en los 80s, los flujos migratorios estuvieron mayormente conformados por hombres que viajaban solos, buscando llegar a Estados Unidos, pero en las dos últimas décadas hay más presencia de familias y mucha más presencia de niños”, subrayó.
Citando datos de la Organización Internacional para las Migraciones, Carabeo precisó: “El 12% de la migración internacional son niños, niñas y adolescentes”, y resaltó que, según estudios del Colef, en las caravanas migrantes que han llegado a la región, “uno de cada cuatro personas eran niños”.

Refirió que su trabajo fotográfico ha documentado cómo los menores transforman el juego en un mecanismo de resistencia y expresión, lo cual le llamó la atención centrándose en ello: “En los campamentos jugaban a lo que veían… incluso jugaban a ‘la migra’, como una variación de las escondidas”, relató.
Carabeo explicó que estas actividades son una forma de sobrellevar la espera prolongada, como cuando sucedieron los campamentos migrantes en espacios como El Chaparral, El Barretal o el albergue Benito Juárez. “El juego es un eje de resiliencia, para defenderse, para expresarse y para decir sus emociones”, sostuvo.

Algunas de las imágenes exhibidas muestran a los niños fabricando sus propios juguetes o cuidando de otros menores, lo cual le resultó “un hallazgo, pues vemos que los niños también protegen a sus propios niños”, enfatizó el fotógrafo.
Sobre el futuro del fenómeno migratorio, Carabeo recordó las palabras del doctor Jorge Bustamante, fundador del Colef: “La cosa está mal y se va a poner peor”. No obstante, destacó que en Tijuana también hay señales alentadoras.

“Podríamos decir que se han consolidado más los albergues, tenemos aquí el albergue más grande de México y quizás de Latinoamérica, el del pastor Gustavo Banda, Embajadores de Jesús, un espacio que cuenta con escuela, cocina, áreas de juego y dormitorios amplios”, precisó.
Finalmente, afirmó que, pese a las adversidades para los niños migrantes, hay esfuerzos crecientes en defensa y cuidado de las familias migrantes y “creo que podríamos decir que también hay un optimismo por parte de las instituciones en la protección y cuidado de los menores migrantes”.
La exposición se encuentra montada en el Pasillo de la Fotografía Vidal Pinto, en el Cecut. Aquí te compartimos una muestra cortesía del autor.



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