La muerte de un perrito en la colonia Nuevo Hipódromo nunca fue notificada a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), lo que impidió activar protocolos adecuados y permitió que el agresor fuera trasladado a un albergue sin considerar a su peligrosidad ni a su condición mental.
De acuerdo con el parte policiaco, tras el reporte al Centro de Respuesta Inmediata (CERI), el incidente ocurrió el miércoles 5 de noviembre, cuando vecinos presenciaron a un hombre (quien después fuera identificado como Edeer Issel Ávila Moradel) golpeando al animal hasta privarlo de la vida.
La versión oficial indica que la denuncia ciudadana reportó únicamente exhibicionismo y alteración del orden público, sin mencionar el maltrato animal, luego de que la denuncia interpuesta ante el 911 de ese día detalla que el sujeto se encontraba desnudo, cubierto de heces, intoxicado y agresivo.

Al lugar del reporte acudieron elementos de la Policía Municipal, en donde las unidades permanecieron más de 40 minutos. Sin embargo, al momento de la detención del hombre en la vía pública, los oficiales no recibieron la queja sobre maltrato a un animal.
“El día 5 de noviembre se da el evento en el que Seguridad Pública traslada a esta persona para el anexo, pero cuando Seguridad Pública llega en ningún momento se le notifica que la persona había le había quitado la vida a su perro», declaró Alma Edith Arredondo Salinas, titular de la Dirección de Atención y Bienestar Animal (DABA).
La funcionaria confirmó que el primer aviso nunca incluyó el homicidio del animal, así como esa omisión complicó la intervención requerida, luego de que comenzó a circular en redes sociales que había sucedido el asesinado de un perrito.
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«Esto empieza a circular en redes, el rescatista Oswaldo Robledo empieza a hacer contacto con algunas personas del lugar, con familiares de esta persona y corrobora que sí es cierto, sin embargo, seguíamos intentando encontrar el cuerpo”, explicó.
Expuso que no fue hasta el viernes 7 de noviembre por la mañana que el activista y personal del DABA recuperaron el cuerpo del animal, para integrar la carpeta de investigación y presentar la denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado.
Arredondo Salinas insistió en la importancia de que los reportes se realicen de manera inmediata a las autoridades, pues la difusión tardía en redes sociales obstaculiza la capacidad de respuesta y dificulta las decisiones operativas en los primeros momentos del incidente.
Sin lugar para pacientes
El caso tomó un giro aún más grave cuando la noche del viernes, ya que el mismo hombre fue detenido nuevamente, pero esta vez por el homicidio del pastor de un albergue cristiano en la colonia Kilómetro 29, donde había sido internado tras no ser admitido en un hospital psiquiátrico.

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales, indicó que existe una dificultad al momento de atender casos asociados con salud mental, pues a pesar de que los protocolos de la corporación están definidos, los espacios para personas con trastornos mentales son insuficientes, costosos o no cuentan con condiciones adecuadas.
“No es el primer persona que nos encontramos con estos temas porque para nosotros es bien complejo desde trabajo social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal a dónde llevar a las personas con temas de de salud mental. Es complejo, de veras, porque los lugares que existen, pero en algunos quieren cobrar y en algunos no tienen las capacidades”, declaró este viernes.
El jefe policiaco afirmó que actualmente se está trabajando en la elaboración de un informe completo y se mantiene disposición para colaborar con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), en caso de que requiera información adicional.
El caso ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de los protocolos actuales, especialmente cuando la falta de información oportuna por parte de vecinos derivó en decisiones incompletas que no valoraron el riesgo que representaba el agresor para animales y personas.







