Faltan dos años para el 2 de junio del 2024. Será una fecha muy presente en la mente de los ciudadanos, una fecha que representa todo y nada en el escenario nacional por las connotaciones del rumbo del país y por la oportunidad histórica de nuestro pueblo para corregir lo que está mal y continuar con aquellas cosas que sí funcionaron.
Una entrevista publicada a nivel nacional en un medio de comunicación impreso detalla las añoranzas del candidato presidencial después de su muerte. Luis Donaldo Colosio Murrieta en la entrevista reproducida como un recordatorio de lo que había sido la travesía hacia el poder, contestaba a preguntas expresas sobre diversos temas.
Recuerdo una pregunta sobre su libro de cabecera. Era el año de 1994, seguramente en el mes de abril. La respuesta era un libro que en los próximos días busqué y encontré en una de las librerías más populares de Ciudad Juárez, en pleno corazón del centro de la ciudad.
“El arte de la guerra” del autor Sun Tzu. Esa fue su respuesta. Ya había escuchado que cada político buscaba en los libros un espacio para la reflexión, un momento para ordenar las ideas. El libro me acompaña en los momentos de formación académica, es libro de texto obligado en la clase “Ciencia Política” dentro de la Universidad Autónoma de Chihuahua. ¿Lo recomiendo? Claro y por supuesto, las enseñanzas son un espacio para la construcción de los acuerdos políticos, sin llegar a la guerra abierta y sanguinaria.
De aquellos años, a un poco más de 28 años de distancia, podemos afirmar que las circunstancias obligan a pensar en dos años diferentes (1994 – 2024) que suman una diferencia de 30 años.
Las tres décadas van a lograr permear en la sociedad que gusta de simbolismos religiosos y rituales políticos. La leyenda que se ciñe en torno a Luis Donaldo Colosio Riojas en la reencarnación de una posible candidatura toma fuerza en cada una de las menciones de las casas encuestadoras.
Cuando hay debate en los medios de comunicación para tratar el tema de la sucesión, invariablemente se habla de alianzas políticas, se habla de las corcholatas de AMLO en la sucesión y sus preferencias por cada una de sus opciones.
En el lado de la alianza entre el PRI y el PAN, se habla de consolidar un proyecto, sin embargo, no se observa una candidatura perfilada ni se asoma por una ventana una opción viable que pueda ser competitiva.
En el caso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, es el candidato de oposición mejor posicionado a nivel nacional. Así de fácil.
Las mediciones de las encuestas lo ubican ligeramente por debajo de cualquier corcholata de los presidenciables del partido MORENA. También, un dato interesante, se aleja de los más cercanos candidatos de los otros partidos políticos de oposición.
Un plus que ha sido valorado por la sociedad es que MC (Movimiento Ciudadano) es un partido que ha ido sólo en los últimos procesos electorales, lo que da una identidad propia, cuestión que debe valorarse en función de lo positivo y/o negativo que puede ser una gran alianza opositora que no busque sólo el poder por el poder mismo, tiene que existir un proyecto viable de nación incluyente y no excluyente.
Los detractores de Colosio Riojas dicen que es un político joven, que le falta experiencia. Dando el beneficio de la duda, Luis Donaldo no es ya un jovencito de 18 años, tiene 36 años y cuando sean las elecciones tendrá casi 38 años, así que el argumento no es válido. Tiene experiencia en la administración pública y es heredero de un apellido que le costó desde temprana edad la vida de su padre. Hemos escuchado que los jóvenes son el futuro, hoy les puedo decir que son también el presente.
En conclusión, Luis Donaldo Colosio Riojas es una figura que estará en los debates, en la opinión pública, en los comentarios editoriales y en la escena política de los próximos meses y años. Faltan casi dos años para la elección presidencial y la aspiración natural es que llegue a la boleta electoral, el camino no será fácil, pero tampoco imposible… estaremos atentos.
José Eduardo Borunda Escobedo es doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de la Frontera Norte, en donde presentó la tesis “Modernización, Ciudadanía y Derechos Políticos”. Es máster en Administración y tiene la licenciatura en Administración Pública y Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Actualmente es Profesor de Tiempo Completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UACH, institución de la que fue director del 2005 al 2010.