El estado de Chihuahua registró una tasa de 160.60 delitos sexuales contra menores por cada 100 mil niños, niñas y adolescentes, según con el Censo Nacional de Procuración y Justicia Estatal (CNPJE) 2021 dado a conocer por la asociación Alumbra Mx.
Estas cifras posicionaron a la entidad en primer lugar en cuanto al número de delitos sexuales cometidos contra menores en comparación con la cantidad de habitantes.
La misma encuesta reveló que en el estado de Chihuahua se registraron 3 mil 522 delitos de delitos de tipo sexual contra menores.
Por delitos sexuales se englobaron los términos de acoso, abuso, violación, violación equiparada, estupro, incesto entre otros delitos de violencia sexual.
En ese año, esta entidad quedó posicionada en el quinto lugar a nivel nacional por el número de delitos, superado por la CDMX con 6 mil 768; el Estado de México con 6 mil 596, Nuevo León con 4 mil 522 y Jalisco con 3 mil 558.

Mientras que los delitos más registrados fueron: abuso sexual, con un 53 por ciento y violación con un 33 por ciento.
Aunque estas cifras se tratan de únicamente los casos que fueron denunciados ante las instancias correspondientes, pues se estima que en el 95 por ciento de los delitos sexuales no hubo una denuncia o no se inició una averiguación previa o carpeta de investigación.
A nivel local, Lydia Cordero, directora de Casa Amiga “Esther Chávez Cano”, quien refirió desde el término de la pandemia observaron un aumento de los delitos.
ESCUCHA NUESTRA COLABORACIÓN CON PLATAFORMA INFORMATIVA

La especialista comentó también que a partir del año pasado detectaron al menos un 30 por ciento en el incremento de denuncias en este tipo de delitos, por lo menos en la organización que representa.
Comentó que a pesar de que, en particular, han obtenido un buen número en la resolución de las carpetas de investigación y de acceso a la justicia, saben que quienes acuden a presentar una denuncia sin acompañamiento de una asociación es más difícil resolver los casos.
Mencionó que además existen todavía muchas dificultades, así como hace falta una mayor especialización del personal que se encuentra en la resolución de este tipo de delitos.
También que en muchos casos aún se desconfía de los menores al momento de que manifiestan que son víctimas de algún tipo de abuso, por lo que es importante confiar en ellos.
“Además, hay un desgaste muy fuerte en las familias cuando viven un proceso de violencia en el que a veces les hace desistir del proceso, al ser cansado, al fracturarse la familia, al enfrentarse al estrés”, dijo.
De acuerdo con información del Sistema Nacional del DIF, el abuso sexual se considera cuando una persona de la misma o mayor edad, obliga a los menores a tener contacto sexual a través de caricias, besos o tocamientos; a ver y escuchar pornografía o exhibir los genitales y/o a manifestar cualquier comportamiento de tipo sexual.
Así como las formas más comunes en que niñas y niños pueden ser abusados sexualmente son al tocar sus genitales u otras partes de su cuerpo; tener contacto buco-genital del abusador(a) con la niña o el niño; utilizarlos en la elaboración de material pornográfico; obligarlos a ver películas, revistas o fotos y exhibir o tocar los genitales del abusador (a).
¿Cuáles son las falsas creencias acerca del abuso sexual a niñas y niños?
Como madres y padres de familia, cuidadores, educadores y tutores, se debe estar alertas a las señales que demuestren, en caso de encontrarse en una situación que los pone en peligro y/o haber sido víctimas de abuso sexual, por lo que es importante no menospreciar las conductas y palabras de los menores.
Algunas de las falsas creencias que hay acerca del abuso sexual infantil, es que no es frecuente porque niñas y niños conocen sus derechos, es decir, que confunden la realidad con la fantasía o pensar que les gusta o lo inventan sólo para llamar la atención.
De igual manera, creer que el abuso sexual es un fenómeno relacionado con la pobreza; señalar que las madres son cómplices; considerar que niñas y niños se vuelven pervertidos sexuales o repiten el patrón con otros; asegurar que sólo los pedófilos violan y que el abusador sexual tiene características muy identificables.
También dar por hecho que se requiere de mucho tiempo para abusar sexualmente de una niña o un niño y lo más común o decir “a mis hijas e hijos nunca les va a pasar”.

Tener estas falsas creencias en torno al abuso sexual puede hacer la diferencia entre hacer caso omiso de todas las señales o estar atentos a los que nos dicen puede ser la diferencia entre ser o no una víctima.
Prevenir el abuso sexual es responsabilidad de todos
Desafortunadamente, el abuso sexual es una realidad que enfrentan las personas desde su primera infancia hasta la adultez, por ello, la importancia de enseñarles a niñas y niños el conocimiento, respeto y cuidado de su cuerpo y hacerlos conscientes para que se digan a sí mismos “Mi cuerpo es mi territorio”.
No hay nada mejor como la prevención y más aún, cuando se trata de niñas y niños pues en un abrir y cerrar de ojos puede cambiar para siempre su vida. Por ello, debemos explicarles la diferencia entre una expresión de cariño y una caricia sexual.
También es importante que comprendan que cualquier persona, hasta un familiar, puede lastimarlos o hacerlos sentir mal por lo que nadie puede tocar su cuerpo o hacerles caricias que los hagan sentir incómodos, aun siendo personas cercanas a ellas y ellos y en especial que aprendan a reconocer que hay secretos que lastiman y que no pueden quedar como secretos.
Educar a niñas y niños en el reconocimiento, autocuidado y respeto de su cuerpo con un lenguaje claro, sencillo e información de acuerdo a su edad, es la mejor medida que los protegerá del abuso
FUENTES:
https://alumbramx.org/censo-nacional-de-procuracion-de-justicia-estatal/
https://www.gob.mx/difnacional/articulos/sabes-que-es-el-abuso-sexual-a-ninas-y-ninos?idiom=es