Una vez superado el agobiante proceso electoral, donde los partidos parece que no conocen otra alternativa más allá que la mentira, manipulación, acarreo y compra de votos, donde el debate se reduce a memes y tik toks, donde a fin de cuentas los votos se convierten en la estrategia de llegar al presupuesto público.
Ahora que ya lo tenemos superado, podemos retomar temas importantes para nuestra comunidad, discusiones inconclusas de lo que vivimos a diario y que en el peor de los casos hasta vidas nos cuestan.
Temas hay muchos, pero por lo pronto quiero poner sobre la mesa cinco que me parece son aquellos que no podemos pasar por alto… tampoco los demás, hay tanto por hacer, pero bueno, aquí hay cinco a considerar.
1.- ¿La única alternativa de seguridad pública es la militarización? Al menos en Ciudad Juárez tenemos un promedio de tres asesinatos diarios, la autoridad se plantea como meta el que la constante sea menos de 100 asesinatos al mes, meta terrorífica sin duda.
La ciudad está entre la disputa del tráfico de personas y el dominio de los territorios de venta de drogas.
Conseguir drogas es tan fácil como ir al baño de un antro, incluso, es más fácil conseguir Clonazepam en un Colegio de Bachilleres que en una farmacia con receta.
Pueden plantearse otras alternativas, como la despenalización de las drogas acompañada de estrategias educativas y de disminución de daño.
¿De verdad la lucha militar contra el crimen ha servido de algo? Desde tiempos de FeCal (Felipe Calderón) sabemos que no.
2.- Atención a la población en situación de movilidad. ¿Debemos seguir persiguiéndoles? Debemos ser la primera línea de defensa de la política migratoria de Estados Unidos. ¿Por qué?
Una alternativa sería dejarlos pasar, es más buscar que tengan caminos y servicios seguros, así tal vez el dinero que le dan al crimen organizado se quede mejor en negocios legítimos o al menos que no estén en las redes criminales.
3.- La movilidad en la ciudad es un tema complejo pues implica la relación, al menos, entre el gobierno del estado y el municipal. Construir una ciudad para los autos, llega a tal grado de inhumanidad que la factura se paga con vidas humanas.
La velocidad, el clima, el mal estado mecánico de los vehículos, el uso de banquetas para estacionarse, la falta de alternativas para movilizarse, la inseguridad, son factores de riesgo que hacen de moverse en la ciudad un verdadero deporte extremo.
El gobierno de Maru Campos, desde hace dos años llevo el transporte público de la ciudad a peores condiciones que las existentes el siglo pasado.
Ahora, con la nueva ruta del BRT, apenas está empezando un camino que implica modificar el reglamento de tránsito, la aplicación de la ley e infraestructura para la movilidad.
A veces creo que los encargados de ello poco saben de lo que deben hacer. ¿Habrán revisado la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial?
Tal vez no lo hacen porque saben que la gente ama sus autos, los prefieren siempre.
4.- Hay un gran pendiente en términos de la política cultural. Tal vez sea por lo intangible del producto. ¿Dónde ves la cultura? ¿Cómo identificar el impacto en la inversión?
El gasto millonario de Maru Campos en La Golondrina y el Príncipe y los contratos, también millonarios del IPACULT de Juárez con Nómada Lab para la intervención de espacios públicos, negocio que pertenece al hijo de quién era el director del Instituto.
Ambos, padre e hijo, ahora trabajando para el Municipio… es decir, nepotismo y conflicto de intereses.
Pareciera que lo intangible es un área de oportunidad para despilfarrar dinero contraviniendo la austeridad republicana.
5.- En términos de Desarrollo Urbano… la ciudad es un caos. Si el Municipio pavimenta, colapsa el drenaje de la JMAS formando baches que parecen agujeros de gusano. Si hay infraestructura pluvial, el municipio la tapa con recarpeteo.
El gobierno estatal hace obras sin la autorización municipal. De todas maneras, pareciera que Desarrollo Urbano no tiene capacidad o voluntad de poner en orden la ciudad.
Cables de telecomunicaciones enrollados en todos los postes y colgando hasta el suelo, terrazas clandestinas sin estacionamiento, negocios que invaden la banqueta, centros de lenocinio disfrazados de sala de masaje sin permisos… ¿o cómo es que los obtienen?
Tengo la impresión de que poner en orden la ciudad en términos urbanos sería una práctica muy poco popular, como si la gente prefiriera vivir en el caos y al margen de la legalidad… ¿Será? ¿El desorden urbano es opción o necesidad?
Si no hay otra alternativa que pasar de alto el andamiaje normativo para el desarrollo… ¿para qué gastamos dinero en ello?
Para el 2024, el Municipio presupuestó poco más de 37 millones de pesos para la oficina de Desarrollo Urbano, dinero que evidentemente no se está aplicando de manera adecuada.
Más impacto tienen los 200 millones de pesos que el Municipio gasta en publicidad en medios y redes sociales… ¿nos creerán tan tontos como para pensar que hacemos más caso a la publicidad que a la realidad?
Algún día se tendrá que atender el caos urbano que vivimos.
Son temas pendientes, asuntos que se deben de tratar sí o sí. El momento de la propaganda, calumnia y acarreo ya pasó. Ahora es tiempo de dialogar, y construir una mejor comunidad.