Hace años escribió el cantautor sinaloense Isidro Chávez Espinoza, conocido como Espinoza Paz: “que olvido tan testarudo, parece que viene en burro” y yo me preguntaba lo mismo acerca de las múltiples denuncias por presuntos actos de corrupción implican el actuar poco transparente de Daniel Pando y el alcalde con licencia Cruz Pérez Cuéllar.
Y es que sorpresivo fue lo ocurrido por la tarde del 23 de abril, cuando comenzaron a circular algunas notas donde se informaba el aseguramiento de las viviendas del Fraccionamiento Campestre ubicadas en la calle Fresno, con los numerales 1564 y 1642, las cuales son propiedad de Daniel Simón Pando Morales y una de ellas presuntamente ha sido rentada a Pérez Cuéllar por 70 mil pesos mensuales.
En las redes sociales puede apreciarse a centenares de funcionarios públicos de la administración municipal, los cuales, de manera entendible, buscan “quedar bien” con el jefe para conservar su empleo en lo que resta de esta administración y por lo cual emiten mensajes diversos, manifestando su apoyo al también candidato para alcalde en la administración 2024-2027.
Sin duda, hay que “asegurar hueso”, lo cual entendió muy bien José Julio Pacheco Hernández, quien acudió rápidamente a comentar “#estamos con Cruz” en la transmisión en vivo que realizó la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Chihuahua a través de Facebook.
Otro caso a destacar es Miguel Ángel Mendoza Rangel, quien externo (así con esa mala ortografía que le caracteriza al ex director del Ipacult) “Se ven perdidos y a toda costa quieren tumbar a Cruz Pérez Cuéllar . Y aún así dice este tipo que no Mezclan el proceso electoral . Arriba Cruz fuera el Prian”
En primera instancia quiero hacer mención lo relacionado al luchador profesional “Pagano”, quien en un artículo previo señalé encabeza a la “fuerza aérea municipal”, pues de acuerdo a información de la Plataforma Nacional de Transparencia, José Julio Pacheco Hernández percibe de manera mensual un sueldo neto de $26,957.22 pesos de la nómina municipal, bajo el concepto de “asesor-gestor social”, labor de la cual, al menos de manera clara, no se puede encontrar mucha evidencia.
Derivado de lo anterior y de acuerdo con el artículo 258 del Código Penal del Estado de Chihuahua y a lo establecido en la tipificación de delitos que se señalan en la página de la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Chihuahua (https://fach.org.mx/delitos/), existen elementos para investigar y sancionar el posible delito de abuso de autoridad. Pues el artículo citado a la letra dice:
“Se impondrán las mismas penas del artículo anterior al que acepte un empleo, cargo o comisión públicos, remunerados, cuyo servicio no va a prestar, o acepte algún contrato de prestación de servicios profesionales, mercantiles o de cualquier otra naturaleza, remunerados, cuyas obligaciones no va a cumplir, dentro de los plazos establecidos en la normatividad laboral aplicable o en los señalados en el contrato correspondiente”.
Esperemos que el Licenciado Abelardo Valenzuela Holguín, Fiscal Anticorrupción del Estado de Chihuahua, no dé largas a la denuncia con folio 1713628124, así como a buena parte de la ciudadanía nos ha parecido ha hecho con otras denuncias de diversa índole sobre todo vinculadas a Cruz Pérez Cuéllar y diversas malas prácticas administrativas que apuntan hacia la presunción de la corrupción.
Y es que, previamente he informado que también con información obtenida a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, he tenido conocimiento que desde del 22 de febrero del año en curso, Miguel Ángel Mendoza Rangel se desempeña como encargado de área en Centros Comunitarios del Municipio, percibiendo un sueldo mensual bruto por la cantidad de $44,600 pesos.
Además, que su nuera y consuegra continúan laborando en el Instituto Para la Cultura del Municipio de Juárez, esto tras la salida de Mendoza Rangel de dicha descentralizada, en medio de señalamientos de una opaca administración, conflictos de interés y nepotismo, sobre todo relacionado a actividades de “muralismo” por parte de su hijo y también empleado municipal a través de Laboratorio Nómada Urbano.
Debo sumar que recientemente el periodista Marco Antonio López señaló en un reportaje, que realizó una llamada a la Dirección de Centros Comunitarios para preguntar por el nuevo cargo de Mendoza Rangel y recibió como respuesta que “no laboraba ahí ningún Ángel Mendoza Rangel”
Con todo esto quiero compartir mi lectura de esto, y es que parece que “la justicia viene en burro” y la “fuerza aérea municipal” (a la cual las evidencias apuntan pertenecen Pacheco Hernández y Mendoza Rangel), este grupo siempre será más hábil, bien cobijado y aunque el aseguramiento de las viviendas en el Fraccionamiento Campestre son un destello de luz en este circo electoral y de esperanza a la investigación y en caso de acreditar un delito, su respectiva sanción, siempre prevalece como ciudadanía el sentido de que la justicia es selectiva.
No menos importante me parece aprovechar esta entrega para referir la preocupante actitud de nuestra clase política, específicamente de Cruz Pérez Cuéllar quien, ante los señalamientos por presuntos actos de corrupción en diversos temas y cuya respuesta, en lugar de buscar transparentar ha sido emitir diversos tipos de amenazas a personas defensoras de derechos humanos, periodistas y organizaciones de la sociedad civil.
Entre estos temas me parece importante destacar los escándalos generado a partir de hacer de conocimiento público los conflictos de interés relacionados a los donativos a la Fundación Juan Gabriel; las compras de mochilas a sobreprecio, lo cual un medio se ha dado a la tarea de investigar; la compra de una lujosa camioneta Yukon; los informes que sobre corrupción desde hace varias administraciones la organización Plan Estratégico de Juárez realiza –no solo sobre la administración actual-, los opacos manejos de recursos en torno al uso del presupuesto participativo (murales no solicitados en parques de colonias y mejoras para escuelas, todo a sobreprecio)