Entrevista a Alsino Ramírez, nieto de Aurora Estrada.
¿Cómo se refleja el feminismo en los poemas de Aurora Estrada?
Esta es una muy buena pregunta, primero deberíamos definir que reivindicaba el feminismo en aquella época.
El papel de la mujer seguía relegado a un segundo plano en toda actividad social, económica, cultural, artística, etc.
Aún nos encontrábamos inmersos en la herencia modernista de una sociedad patriarcal donde la mujer era vista como dos caras de un mismo femenino, o era la mujer fatal objeto sexualizado del hombre o la mujer relegada al ámbito del hogar idealizada como sufrida, sumisa y callada.
El feminismo se encargaría en aquella época de iniciar una lucha contra estos estereotipos imperativos y es allí donde la literatura en general de Aurora Estrada trabaja en pos de cambios sustanciales, recordemos que Estrada no solo escribía poesía, también era una ensayista muy respetada en el país.
Hacia 1925 publicó su primer libro “Como el incienso” que tuvo una tremenda repercusión colocando a su autora como una de las poetas más sensibles del Ecuador, y donde ya se veía su disposición a repensar a la mujer, a romper mitos y preceptos sexuales.
Hay un erotismo nuevo desde la voz femenina, investiga en sus conmociones, repiensa el objeto de deseo, transita con su propia femineidad delicada y débil pero fuerte en la exposición de la idea y las ambiciones existenciales, habita angustiosamente en la maternidad, expone al ser femenino en igualdad de condiciones compartiendo características hasta entonces propiedad del hombre o como diría algún ensayista de sus reflexiones “pensamiento que le acerca al preplatonismo y la idea del andrógino o la complementariedad de las culturas andinas”.
Se impone a sí misma el derecho a levantar su voz a través de la palabra, exponer el colonialismo patriarcal, le habla a las masas y las motiva a repensarse en un mundo para hombres.
Aurora Estrada es una de las pioneras del feminismo ecuatoriano y una de las luchadoras más notables de las causas sociales y la voz del obrero, por ello esa misma sociedad que empezaba a reflexionar la levanta como la Poeta del Proletariado Ecuatoriano.
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En su ensayo LA MUJER TRABAJADORA EN LA VIDA SOCIAL, advertimos desde ya una gran carga humana, una preocupación constante por las condiciones en que se desarrolla la mujer
Cito: “No hay exageración alguna al afirmar que en el Estado capitalista la mujer trabajadora es explotada: como representante de un sexo colocado socialmente en condiciones de inferioridad y como miembro de la clase proletarizada.
Enfocaré el problema de la mujer trabajadora en la vida social bajo el punto de vista de la explotación económica que soporta, que es el punto de vista que debe adoptarse para juzgar con estrictez su condición actual.”
O más adelante, cito: “En la organización dominante la mujer es solo una criatura de servicio en todo sentido, mera conservadora de la especie, ser de amor y de placer, elemento decorativo en los hogares ricos, de eterna servidumbre en los hogares pobres, sin apoyo alguno en las leyes, desposeída casi siempre de los beneficios de la instrucción, colocada por nuestras instituciones civiles en el mismo nivel que los insanos, atendiendo las duras faenas del hogar sin descanso alguno, obligada por una tradición humillante a no disponer ni de su pensamiento ni de las más sencillas acciones ante la fiscalización completa del padre, marido o hermano. Es decir: sin realizar casi nunca las nobles funciones del libre albedrío.
Pero basta que la muerte o enfermedad del hombre constituido en jefe de un hogar haga desaparecer las fuentes de ingreso, para que con toda decisión y energía la mujer afronte el problema de la subsistencia, no importándole la exigua remuneración ni el desgaste de fuerzas que significa emprender en una labor superior a nuestra capacidad de trabajo y por la que no va a recibir un salario justo.”
Es bajo estas premisas de un pensamiento convencido de que en una sociedad desigual ellas ocupaban el lado más débil de esta injusticia y nace una poesía social, política desde la denuncia del sufrimiento de los obreros y su opresión por el colonialismo. Aurora Estrada entonces usa como recurso la figura de la madre y crea una respuesta reacción contra lo que ella considera injusto.
¿Sabes algo más sobre su carrera política siendo candidata a diputada por la provincia del Guayas?
En 1944 Aurora Estrada participa en “La Gloriosa” leyendo su Canto al 28 de Mayo, la Gloriosa fue una jornada de insurrección popular en Ecuador que derrocó al presidente Carlos Arroyo del Río y motivó luego el ascenso de Velasco Ibarra a la Presidencia. Además promovió la candidatura de Nela Martínez a la Asamblea. Escribió “URSS” exaltando el triunfo del ejército soviético sobre el nazismo alemán.
En 1945 Aurora Estrada fue invitada por el presidente Roosevelt a visitar los Estados Unidos, en reconocimiento a su participación en el movimiento antifascista ecuatoriano.
En 1952 fue presidenta de la Unión de Mujeres del Guayas y participó en las movilizaciones por los Derechos de la Mujer, del Niño y la paz.
Además, fue candidata a Senadora por la provincia de Los Ríos.
Participó en varios congresos internacionales.
En 1954 representó al Ecuador en la Primera Conferencia Latinoamericana de Mujeres, realizada en Brasil.
En 1955 estuvo en el Primer Congreso Mundial de Madres, realizado en Suiza.
A lo largo de su vida visitó Cuba, la Unión Soviética, Francia, Italia, Checoslovaquia, México, Guatemala, Argentina, Colombia y Chile.
En 1960 fue candidata a Diputada por la provincia del Guayas. Su candidatura fue lanzada por el Movimiento Femenino del Guayas, organización que contó con el respaldo del Comité Femenino Zoila Ugarte de Landívar.
En 1963 escribió una poesía para el libro Los Poetas del Ecuador Cantan a Cuba, editado por la Imprenta Claridad de Guayaquil. En ese año la Dictadura Militar la canceló del magisterio. En 1964 la intelectualidad del país le ofreció en desagravio un homenaje y le entregó la Lira Poética María Piedad Castillo de Leví.
Invitada a los USA junto con otros escritores latinoamericanos y reconocida por el presidente Roosevelt por su lucha antifascista. Afiliada al Partido Comunista hizo una gran labor en múltiples congresos obreros, organizó la “unión de Mujeres del Guayas”, en 1953 fue vicepresidenta de la Conferencia Latinoamericana de Mujeres en Río de Janeiro y viajó a Suiza al primer congreso mundial de madres.
¿Con qué otros poetas ecuatorianos logró formar una amistad la cual pudo haberla ayudado en la literatura?
En realidad Aurora Estrada mantenía relaciones de amistad con toda la intelectualidad literaria ecuatoriana de esa época.
Si tuviera que dar nombres, serían tal vez con quienes inició reuniones en el hogar de su madre sobre poesía, arte y cultura en su juventud, entre los cuales podríamos mencionar a Alfonso Rubén Irigoyen, Luis Albizuri, Joaquin Pino de Ycaza, Leopoldo Benites Vinueza, Hugo Mayo con quien si mantuvo una gran amistad, el gran Jorge Carrera Andrade, Zaida Letty, Enrique Segovia, Augusto Egas, etc.
Pero no creo que hayan ejercido ayuda o influencia de estilo o temática o política en Aurora Estrada y su posterior encumbramiento como la poeta máxima de voz social en nuestro país.
¿Sientes que al igual que los padres de tu abuela, quienes le ayudaron y le motivaron en todo el tema de literatura, ella igual llegó a ser esa motivación y apoyo para ti?
Aurora Estrada y Ayala vino al mundo en 1901 en la hacienda “Juana de Oro”, cercana al pueblo de San Juan en la provincia de Los Ríos. Sus padres don Rodolfo Estrada Ampuero y doña Natalia Ayala le procuraron una feliz infancia, pero fue sobre todo su padre quien se encargó de impulsar su pasión por la lectura y la escritura.
Para 1911 la familia se estableció en Guayaquil, pero al poco tiempo la muerte de su padre convertiría a la potencial poeta en una joven tímida y retraída. Cuando ella cumplió los 15 años le enseñó su producción al afamado escritor y poeta Francisco Falques Ampuero, primo hermano de su padre, quien celebró su poesía y la apadrinó en su crecimiento como artista.
Fue motivación, claro que sí, pero ella falleció cuando yo era muy niño. Mi primer acercamiento con el arte no fue la literatura, fue el dibujo y la pintura y desde ese espacio siempre tuve el apoyo de mi padre, cuando comencé a escribir la primera persona que sabía de mis poemas también mi papá, el cual me encaminaba, siempre fue así.
¿Cuál de sus poemas piensas y es el mejor en el sentido literario? ¿Podrías explicarnos por qué?
En realidad, tengo que tres poemas de preferencia. El Hombre que pasa, Estroncio 90 y J. G. White & Co.
El hombre que pasa porque en muchos sentidos supone el poema identificativo de Aurora Estrada hacia el mundo, ha sido traducido, recitado, hay canciones con su texto, y es quizá el pionero de lo que ahora se llama poesía erótica en nuestro país y que además lleva una carga feminista sobre la exposición literaria del cuerpo de la mujer y sobre su rompimiento con una visión patriarcal del rol femenino, donde la nueva mujer observa, desea, interpreta, opina.
J. G. White & Co. Es un poema con una gran carga social y describe las condiciones de los obreros con una poética alejada de métrica y rima, pero sin abandonar una estética lingüística como sello de estilo en la escritora.
Estroncio 90, narra el horror de la bomba atómica sobre Hiroshima y describe las consecuencias sobre el mundo con una carga poética llena de imágenes que nos llevan a través de las palabras a construir el paisaje violento e inhumano que se vivió en aquellos días.
¿Podrías hablarnos un poco más acerca del tal “Premio Único” que ganó Aurora en Guayaquil?
Habiendo despertado y cultivado su vocación por las letras desde muy joven, alcanzó la fama literaria en 1923 durante el desarrollo de los Juegos Florales auspiciados por la Federación de Universidades de Quito, en los que sus poemas «Cuando Vuelva a Mí» y «Poema de la Casa en Ruinas», obtuvieron los dos primeros puestos. Un año más tarde ganó el «Premio Único» en el concurso auspiciado por la Municipalidad de Guayaquil para el mejor artículo periodístico relacionado con las efemérides octubrinas.
En 1963, una vez concretado el golpe de Estado que llevó al poder al almirante Ramón Castro Jijón, la Junta Militar de Gobierno le arrebató la cátedra universitaria a la escritora, pero un año más tarde en 1964, la intelectualidad guayaquileña y por parte de sus colegas y amigos, le ofreció en desagravio y por sus merecimientos la «La Lira Poética María Piedad Castillo de Levi ». Recién en 1966, una vez concluido el régimen militar, pudo retornar a la docencia universitaria.
¿Si llegaste a conocerla, que tan buena llegó a ser su relación entre Abuela-Nieto? ¿Y cómo ayudó esto en tu carrera como literario?
No llegué a conocerla, yo nací en diciembre del año 1965 y ella fallece en marzo de 1967 cuando yo tenía un año y tres meses. No podía existir entonces una relación directa de ayuda o promoción por parte de ella en mi carrera como literato. A través de mi vida siempre intenté alejarme de su figura porque quería obtener mi propio rumbo sin influencias de ninguna naturaleza. Eso no fue posible del todo, por medio de mi padre que era una figura pública y un escritor conocido siempre me relacionaron con ella desde la escuela. Empecé a escribir con más regularidad un poco tarde, pero debo confesar que ser nieto de Aurora Estrada siempre trajo un foco de atención hacia mi propia creación, el parentesco trae la comparación y es un compromiso y reto constante intentar estar a la altura de las circunstancias.
**Este texto se publica como una colaboración con la revista literaria delatripa, una revista hecha en México dedicada al cuento, minificción y ensayo**