Entre máscaras, luces y el eco de los gritos del público, una función de lucha libre femenil que llevó por nombre “Pelea como niña”, buscó resignificar esta frase, históricamente usada para minimizar, para convertirla en un símbolo de poder, valentía y creatividad.
El evento fue celebrado en el marco del Día Internacional de las Niñas y el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, en el parque Indios Mártires de la colonia Riberas del Bravo etapa 7, donde familias enteras aplaudieron la fuerza y el coraje de las gladiadoras juarenses.
Elvira Urrutia Castro, directora general del Instituto Municipal de las Mujeres, explicó que, la lucha libre femenil es también un escenario de resistencia social, donde la frase “pelear como niña” ahora adquiere un significado diferente, ya que representa hacerlo con determinación, entusiasmo y fuerza.

También que el evento se realizó en conjunto con la Red Mesa de Mujeres A.C. y Espacios de Paz, con el objetivo de crear un espacio de convivencia que visibilizara a las mujeres en el deporte y rompiera estereotipos de género.
En el encuentro, las luchadoras Miss Cat, Estrella Diabólica y Rasputia fueron las protagonistas del cuadrilátero, quienes ofrecieron un espectáculo que desató la emoción de las niñas asistentes.
Función de lucha libre femenil “Pelea como niña” / Fotos: IMM y Red Mesa de Mujeres
Por ello que la presencia de estas gladiadoras reafirmó que las niñas y mujeres pueden ocupar cualquier espacio, incluso aquellos que durante años fueron dominados por hombres, y demostró que la fuerza femenina también tiene un lugar legítimo en el cuadrilátero.
Durante la función, además se presentó la exposición fotográfica “Entre sangre y brillos: Las luchadoras de Ciudad Juárez”, de la artista Jana Margarete Schuler, una serie de retratos que exploran la identidad, el esfuerzo y la pasión de las mujeres que encuentran en el ring.
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El ring fue colocado en el cruce de las calles Rivera de Peñasco y Rivera de Arareco, donde también integró una muestra de autonomía económica, con la participación de usuarias del programa Espacios de Paz, quienes ofrecieron alimentos y bebidas elaborados por ellas mismas.
En una frontera donde las mujeres se siguen abriendo camino, “Pelea como Niña” se convirtió en una celebración de identidad, comunidad y resistencia, pero también fue un recordatorio de que luchar también significa vivir sin miedo.