La sentencia del “Campo Algodonero” causó efectos positivos para el país, emitida el pasado 16 de noviembre del 2009, donde se condenó al Estado Mexicano como el culpable de la desaparición y muerte de tres mujeres, dos de ellas mejores de edad.
El abogado señaló que sin embargo se requieren medidas más efectivas por parte de las autoridades, como preventivas, reactivas y punitivas, donde sólo se necesita la voluntad del Estado.
Explicó que parte de la sentencia solicitaba que las autoridades brinden atención al tema de la discriminación y violencia contra las mujeres, además de que se eviten estereotipos de género
También que se tipificara el feminicidio en los rubros de tipo penal, así como se brindara protección para niñas y adolescentes.
Expuso que, hasta la fecha, esta sentencia ha tenido un cumplimiento parcial por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues hay heridas que permanecen latentes, mientras que delitos como las desapariciones de mujeres y los feminicidios se siguen registrando en el país.
El doctor en derecho manifestó que se requiere un tratamiento basado en varios ejes, el primero de ellos con perspectiva preventiva, en donde se promueva la igualdad de género entre la población.
De tipo reactiva, en donde las policías sean más ágiles para el esclarecimiento de los hechos, así como las investigaciones tienen que ser convincentes en los métodos científicos.
De carácter punitiva, para que las penas y sanciones en contra de quienes cometen este tipo de crímenes sean las justas y además pretendan resarcir el daño de las víctimas indirectas, es decir, de los familiares.
Asimismo, aseguró que se requiere de una real voluntad política y de mayor presupuestos para apoyar a las fiscalías y policías investigadoras, de lo contrario se corre el riesgo de caer, de nueva cuenta, en la impunidad.