En una comunidad en donde prevalece la violencia de género contra las mujeres, niñas y adolescentes, particularmente la grave situación que posiciona a Ciudad Juárez entre los 3 primeros lugares nacionales en violencia sexual infantil.
Mientras que México se encuentra entre los primeros países en el mundo con más altos índices de este grave delito, nos coloca como una ciudad en donde la atención, sanción y erradicación de esta problemática debe ser prioridad.
Por lo anterior el caso del Sacerdote Aristeo Baca, no es un caso aislado y nos obliga a nombrar y visibilizar lo relacionado a la violencia sexual infantil y la pederastia como hechos
comprobados, por demás graves que nos afectan como sociedad en conjunto ante
estas y las nuevas generaciones.
Las organizaciones abajo firmantes hemos seguido con sumo cuidado el proceso judicial en contra del sacerdote Aristeo Baca acusado de violencia sexual en contra de una niña “monaguilla” perteneciente a su congregación.
En marzo del 2021 el sacerdote Baca fue encontrado culpable por la comisión del delito de violación agravada y abuso sexual agravado por jueces de primera instancia. Como es sabido la sentencia condenatoria fue recurrida por lo que tocó a un tribunal distinto conocer y resolver.
El día de ayer 26 de mayo fue ratificada la sentencia condenatoria por el tribunal de segunda instancia que conoció del caso encontrando culpable al sacerdote por los delitos imputados.
Este caso se convirtió en un caso lo emblemático toda vez que se enfrentaba una niña y su familia ante una persona imputada, un sacerdote que en Ciudad Juárez ostentaba prestigio,
reconocimiento, poder político y respaldo económico.
La sentencia por el tribunal de casación contra Baca, significa un precedente para las víctimas, sobre todo para las de manera entendible no se atreven a denunciar a personajes con poder por el grado de influencia y privilegios, que son protegidos al amparo de la jerarquía y
amistades eclesiales y con influencias políticas.
Como sabemos este desequilibrio de poder pudo constatarse porque el sacerdote contó con apoyo de personajes que era funcionarios públicos.
Como constatamos se descalificó a la familia durante el proceso judicial, inclusive generando imputaciones contra de sus integrantes graves lo que les colocó condiciones de riesgo físicas y daños emocionales.
En todas las etapas procesales a las que la víctima y su familia se enfrentaron salimos públicamente en apoyo de ellas, observadoras a consciencia en los procesos de justicia, vigilantes de un juicio con perspectiva de género, enfoque de interés superior de la niñez y acorde a los estándares y tratados internacionales que protegen a las víctimas de
violencia.
Ante la ratificación de la sentencia que el día de ayer ha sucedido queremos reconocer el trabajo de la Fiscalía Especializada en atención a mujeres víctimas de la violencia por delitos de género.
¡LAS NIÑAS NO ESTAN SOLAS! ¡NOSOTRAS TE CREEMOS!
27 de Mayo del 2022
Ciudad Juárez, Chihuahua
EN CIUDAD JUÁREZ
¡LA JUSTICIA ES POSIBLE!