Retomando nuevamente la sección “mis frases favoritas” con el propósito de compartirles aquellas frases que más me han marcado durante una lectura, hoy es el turno de “El Soñador Desconocido” de la autora estadounidense Laini Taylor.
Publicado en el año 2017, este libro es el primero de una maravillosa duología, seleccionada como libro de honor en los premios Michael L. Printz en el 2018.
“Si se le prohíbe algo a un hombre, lo anhelará como si fuera la salvación de su alma.”
“Lazlo no podría haber pertenecido todavía aún más a la biblioteca aunque fuera un libro. Raras veces lo vieron sin un libro abierto frente a la cara. Leía mientras caminaba. Leía mientras comía. Sospechaban que de algún modo leía mientas dormía, o quizá no dormía en absoluto.”
“La cabeza en las nubes, un mundo propio, cuentos de hadas y fantasía.”
“Era imposible, desde luego. Pero ¿Cuándo eso ha impedido que un soñador sueñe?”
“No era justo. ¿Quién mejor que él sabía que la vida no era justa? Había aprendido esa lección antes de caminar, antes de hablar. Pero ¿Cómo podría aceptar esto? ¿Cómo podría seguir adelante sabiendo que su oportunidad había pasado, y ni siquiera se le había permitido hacer el intento?”
Y así es como uno sigue adelante: se cubren las partes oscuras con risas. Mientras más partes oscuras haya, más se debe reír. Con rebeldía, con abandono, con histeria, de cualquier manera posible.”
“Incluso ver un brazo fuerte y desnudo rodeando con suavidad una cintura o un hombro podía provocarle un doloroso anhelo de ser abrazada; de ser parte de un par de cuerpos que conocieran esa función. Buscar y encontrar. Ser buscada y encontrada. Pertenecer a una certeza mutua.”
“Una sonrisa. Las sonrisas ya era bastante raras dada la naturaleza de su trabajo, pero en una noche como esta, con semejantes descubrimientos, era impensable.”
“Se podría pensar que a las lenguas y los labios se les agotarían las cosas por probar, pero en realidad no es así.”
“Y así, Dolor y Vergüenza se alojaban en habitaciones adyacentes, con la puerta cerrada entre ellos, sujetando en brazos su sufrimiento en vez de sujetarse entre sí.”
“El amor y el odio lado a lado. No es fácil tener una paradoja en el centro de tu ser.”
“Como si se le hubiera encomendado algo infinitamente precioso. Como si hubiera hecho un juramento y su vida misma dependiera de ello. Más tarde lo reconocería como el momento en que su centro de gravedad cambió: de ser uno solo -un pilar solitario, apartado- a ser la mitad de algo que se derrumbaría si se extirpa uno de sus lados.”
“¿Y el miedo a estar siempre solo? Tenía todo un conjunto de miedos nuevos por descubrir: los que vienen al atesorar a alguien que es muy probable perder.”
“La Musa de las Pesadillas -dijo Lazlo-. Suena como un poema. ¿Un poema? No vio burla sino sólo… luz de embrujo, y quiso vivir en ella por siempre. -¿Aún crees que soy un… demonio singularmente no horrible? -No -respondió Lazlo, sonriente-. Creo que eres un cuento de hadas. Creo que eres mágica y valiente y exquisita. Y…espero que me permitas estar en tu historia.”
“-Sarai, debes verlo. Te quiero en mi mente-. Y la quería en sus brazos. La quería en su vida. Quería que no estuviera atrapada en el cielo. ni cazada por los humanos, ni sin esperanza, ni asediada por las polillas cada vez que cerrara los ojos.”
“Era la desolación de haber encontrado el lugar correcto, el lugar verdadero, y experimentar el primer suspiro embriagador de bienestar antes de ser arrancados y lanzados de regreso a la aleatoria y solitaria dispersión.”
“Aunque hubiera sido breve, gran parte de un beso -sobre todo un primer beso- es el momento previo de que los labios se toquen, y de que se cierren los ojos, cuando uno se llena con la visión del otro y con la compulsión, la atracción, y es como.. es como.. encontrar un libro dentro de otro libro. Así es un beso sin importar cuán breve sea, es una pequeña historia mágica, y una milagrosa interrupción de lo mundano.”
“A veces todos necesitaban un poco de tiempo para sí mismos.”
“Feliz. Vaya idea. ¿Eso es este sentimiento? Lo había olvidado por completo.”
“Luz de embrujo en sus ojos. Ella tenía luz de embrujo en los propios. La sentía emanar como algo que podía tocar a Lazlo.”
“-Tal vez haya pensado en ti unas cuantas veces hoy. -¿Solo unas cuantas? -Tal vez más.”
“¿Cómo habían sobrevivido todo un día con el leve toque que fue el beso de la noche anterior? Si hubiera sabido entonces lo que era un beso, no habrían podido.”
¿Has leído este maravilloso libro?
PUBLICACIÓN ORIGINAL DE LECTURA AZUL
https://www.lecturazul.com/2022/09/mis-frases-favoritas-de-el-sonador.html