En medio de la pandemia y ante el estrangulamiento de las calles del Centro Histórico de Ciudad Juárez, durante más obras para el Juárez Bus, la “Panadería Rezizte” hace honor a su nombre y llega a sus primeros 3 años de servicio, aunque la historia de su creación acumula otros 20 años de resistencia artística y urbana.
El establecimiento en donde conviven el arte y la gastronomía, ya es un icono de la contracultura en la localidad. Se ubica sobre la avenida 16 de Septiembre, casi esquina con la calle Constitución.
Desde la entrada, la fachada es negra y azul; los murales, ubicados en propiedades aledañas, dan al sitio una identidad difícil de encontrar en algún otro lugar de la ciudad.
Al ingresar, el aroma del pan brota desde el rincón de la cocina, mientras que decenas de cuadros y fotografías adornan las coloridas paredes.
“Fue un nuevo comienzo, pero el concepto es el mismo: el tema de la tradición del pan con la cuestión cultural de la ciudad. Le damos la oportunidad a proyectos nuevos, es la misma forma como cuando empezamos a ser un colectivo nuevo”, comenta el propietario, activista y artista plástico Jorge Pérez, mejor conocido como “Yorsh”.
Sentado en una de las mesas, decoradas por él mismo, relata que la panadería como el establecimiento actual que ahora es, tiene apenas 3 años, pero el proyecto surgió producto de la necesidad cultural a principios de los años 2000.
Cuenta que cuando era muy joven conformó el Colectivo Rezizte de Arte Urbano, en conjunto con otros estudiantes de diseño de la universidad.
En ese entonces, les surgió la inquietud de ubicar un espacio físico donde poder reunirse, no sólo a pintar, sino a compartir con artistas de otras disciplinas e incluso involucrar a otras personas como espectadores del arte.
En aquel tiempo, Yorsh pensó en el patio de la panadería de sus bisabuelos, ubicada en la colonia Riberas del Bravo.
“Ahí nos dejaban pintar a mí y a mi hermano. Les pedimos el espacio para invitar amigos a pintar y hacer un festival y así inicia el primer evento en la panadería Rezizte. Se llama ‘Panadería Isela’, pero desde entonces la gente le empezó a decir así y eso tenía que ver con el colectivo”, relata.
Fue entonces cuando el espacio se convirtió en un escaparate para subculturas y proyectos de la ciudad, un espacio que abrazaba músicos, escritores, poetas y hasta peleas de Lucha Libre.
La tradición no pudo sobrevivir a los años de la estrategia antidrogas del ex presidente Felipe Calderón, pues con los altos índices de asesinatos y la militarización de la ciudad, los artistas que venían a participar de fuera con el colectivo ya no llegaban para no arriesgarse y la administración del negocio finalmente fue cedida a terceras personas.
“Tuvimos que parar en el 2008 debido a la violencia. Después hicimos algunas actividades entre el 2011 y el 2014, pero en el foro como tal se dejan de producir proyectos”, añade.
En el 2019, la panadería resurgió, ésta vez en el Centro Histórico de Ciudad Juárez, a cargo directamente de Yorsh.
“Fue un 16 de Septiembre cuando iniciamos a vender pan aquí, en medio del desfile”, platica.
Desde un principio la idea era conjuntar la tradición del pan artesanal con la pintura, la fotografía, la escultura la música y cualquier rama del arte por parte de personas que han decidido colaborar en el sitio o hacer usos de sus instalaciones para vender o exhibir obras.
En honor al aniversario, este próximo fin de semana se realizará un festival teniendo, donde contarán con lectura de poesía y música en vivo los días viernes, sábado y domingo, después de las 6 de la tarde.