Se estima que de las 260 asociaciones religiosas que solicitaron orientación para constituirse legalmente ante la Secretaría de Gobernación, solo la mitad inició su trámite.
Lo anterior fue informado por David Ernesto Medina, titular de la Dirección de Asuntos Religiosos de Municipio.
No obstante, se estima también que en la localidad existen encima de mil 200 asociaciones religiosas y templos, de las cuales no se tiene un censo formal.
Por consecuente, se considera que del total de estos organismos, sólo una de cada diez parte ha respondido al llamado de las autoridades para constituirse formalmente.
“Hemos estado avanzando con ello, registrando a todas las organizaciones religiosas que operan en la ciudad y qué servicios brindan y ofrecen a la ciudad en el marco de lo que la ley les autoriza, como es su intervención en temas de educación, de salud y asistencia social”, explicó el funcionario.
Esto último, consideró, es importante, pues al no tener una certeza de la cantidad de iglesias y templos que hay en la ciudad, los esfuerzos por registrarlas ante gobernación se ven limitados.
Explicó que las que ya iniciaron su trámite tienen que pasar por un proceso que varía en cuestión de duración según el caso. Esto, toda vez que tienen que estar trabajando durante cinco años o demostrar que ya tienen cinco años o más funcionando.
La Ley General de Asociaciones Religiosas y Culto Público establece una serie de derechos y obligaciones hacia las iglesias, entre estas, se encuentra la de constituirse legalmente como una asociación.
A su vez, esto les otorga obligaciones y derechos fiscales, pero del mismo modo, les brinda una certeza jurídica.
“Cuando una asociación religiosa decide registrarse adquiere derechos de una persona moral, puede tener una cuenta bancaria bienes y propiedades”, explicó Medina.
Pero, además, los ministros de culto pueden adquirir, por el ejercicio de sus funciones de fe, una protección especial del Estado que le permitiría agilizar sus labores.
“También se pone más cuidado en la parte administrativa, porque ya deja de ser propiedad de una persona, y se convierte en propiedad de un grupo de personas que integran la asociación, con reglas, con una declaración de fe que también se registra ante Gobernación”, dijo.
Para incentivar el registro de las asociaciones religiosas, este año la dirección inició el programa “Mi apoyo con causa”, que consistió en la entrega de tarjetas con la que los ministros podrían obtener descuentos especiales en establecimientos de diversos giros.
Este programa continúa, dijo, y se espera que se agremien más empresas en los siguientes meses; no obstante, es difícil medir el avance en tanto no se tenga una cifra real del número de asociaciones religiosas que existen en la ciudad, comentó.
“En esta en este año de actividades hemos estado recabando las prácticas de estas organizaciones religiosas que abonan a la construcción de la paz, hemos estado identificando, por ejemplo, organizaciones que trabajan con pandillas, que trabajan con los dos bandos de las pandillas y que al final han logrado unificarlos, hemos conocido organizaciones que están trabajando con hijos de la violencia, y niños o jóvenes que perdieron a sus padres producto de la de la violencia que se vive en la ciudad. Entonces es muy variado y muy importante su aportación anteceden”, concluyó.