“Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones“
Buenaventura Durruti
En el centésimo veintidós aniversario de la Revolución Mexicana; el centenario conmemorativo de la muerte en prisión de Ricardo Flores Magón y ochenta y seis de la muerte de Buenaventura Durruti en la Guerra Civil Española, los retos para la emancipación humana frente al ascenso de la extrema derecha fascista y protofascista presentes en el Estado policiaco, son una realidad latente no sólo para el movimiento anarquista y antifascista, sino para las personas que aman la libertad y practican la dignidad humanitaria.
Atrapada e ignorada la Revolución Mexicana (RM) entre el Halloween/Día de Muertos y la Navidad, pasa desapercibido el 20 de noviembre para la mayoría de mexicanos y mexicanas la fecha de continuación de su lucha por su independencia de los grupos de poder egoísta, una estrategia de las élites para mantener sumida en el clientelismo político y el consumismo económico a una población de por sí ignorante y despolitizada.
No es de esperarse en estados gobernados por la derecha, como Chihuahua, cuna de la RM, se pase de largo dicha fecha, pues es contraria a su ideario político. Tampoco es de esperarse del gobierno federal actual, por muy reinvindicativos de la figura de Ricardo Flores Magón (RFM) se jacten de ser de izquierda, pues están alejados de las ideas anarquistas de RFM, usando su figura de manera banal y superflua, pero no su actuar.
La RM y RFM tienen coincidencias en su origen por la justicia social; los actuales gobiernos son aliados del capitalismo y la militarización, exactamente lo contrario de la lucha revolucionaria; es decir, ocupan el lugar de Díaz y los hacendados de cien años antes.
Parafraseando a Adolfo Gilly, la Revolución Mexicana es una revolución inacabada y peor aún, traicionada. Es mejor decir que la lucha por la emancipación humana es una constante, por que constante también es la adicción al poder, la avaricia y el conservadurismo de los grupos de poder religiosos, políticos, económicos y militares dentro de ese machismo violento y controlador llamado patriarcado.
Las ideas anarquistas y socialistas base de la Revolución Mexicana se ven diariamente reducidas, desconocidas en la práctica social mexicana. La democracia burguesa, satisfecha con el voto periódico para elegir a las y los nuevos “líderes”, producto de la elección de las élites para mantener la ficticia paz social (o sea, para ellos) nos recuerdan cómo la “democracia” capitalista es un negocio.
Movimiento antifa
No es necesario ser anarquista para ser antifascista, tan sólo hace falta observar la tendencia al racismo, clasismo, supremacismo, Estado policiaco, aporofobia, intolerancia religiosa, nacionalismo y demás ideologías tóxicas que apendejan a la gente. el peor enemigo de la humanidad y del medio ambiente es el humano(a) que se cree único, especial, endiosado (elegido por dios) y con delirios de grandeza en este mundo falocéntrico.
Hoy las democracias electorales burguesas dan oportunidad y legitimidad a los partidos fascistas y a candidatos de dudosa calidad moral a competir y ganar elecciones. Tal es el caso reciente de la ministra italiana Giorgia Meloni, admiradora de Musolini, como también ha sido el de Donald Trump en Estados Unidos (admirador de Hitler) o Bolsonaro en Brasil (militar insufrible), todos ganadores de sus respectivos procesos democráticos, con sus discursos de odio, anti inmigrante, anti derechos humanos, representantes de lo peor de la humanidad.
No hace falta ir muy lejos para reconocer el fascismo. Localmente es el Estado policiaco de la 4T de AMLO: la migra mexicana haciendo el trabajo sucio de la migra gringa. El aberrante gobernador texano Greg Abbott, insoportable antinmigrante aporofóbico racista y la no menos derechista María Eugenia Campos, gobernadora de Chihuahua, con su política de avestruz ante cualquier eventualidad, pero muy receptiva a las necesidades de los ricos y los Estados Unidos, cuya orweliana Torre Centinela, es construida con recursos oscuros y en contra de los intereses de la población, como sucedió con el despilfarro escandaloso de la obra “La golondrina y su príncipe” un insulto a las y los artistas chihuahuense y un robo a las y los contribuyentes, quienes hemos perdido el Festival Internacional Chihuahua “por oneroso”.
No es de extrañar que parte del dinero de la Torre Centinela y La golondrina… se esté haciendo para la alcancía de la candidatura a la presidencia de la República de la mediocre Campos.
El anarquismo ha sido subterráneo durante muchas décadas; en el siglo XXI vemos un renacer del movimiento en sus muchos matices con el Frente Zapatista de Liberación Nacional y los movimientos indigenistas-ecologistas; las y los hackers de Anonymous, Julian Assange y la prensa libre; el movimiento feminista, el antiglobalización, la economía social y solidaria, los movimientos independentistas y autonomistas kurdos, etarras, palestinos y catalanes; el movimiento cultural anarkopunk y muchos más operando en la clandestinidad. No tengan miedo de ser libres, el camino por la emancipación humana requiere de gente valiente.