Las voces de 35 periodistas que formaron parte de varias generaciones de informadores y cuyos ecos aún resuenan como inspiración para su descendencia, este viernes quedaron impresas en la Plaza del Periodista.
La rotonda, la cual se encuentra al corazón de la plaza, alberga decenas de nombres de quienes empuñaron su voz y su pluma como “armas” para informar, pero, sobre todo, para ser los representantes de las gargantas sórdidas.
A esas decenas de nombres de periodistas se unieron poco más de una treintena en este día de quienes que perdieron la vida durante los dos últimos años en esta frontera, entre ellos, varias víctimas de la pandemia que azotó al mundo con fiereza y que cobró cientos de miles de vidas.
Durante el memorial hablaron familiares de aquellos a quienes se les brindó la honra fúnebre y que contaron alguna pequeña anécdota de su difunto, las cuales invocaron de recuerdos a los presentes, para dejarlos en una atmósfera de entre lágrimas y risas.
Luego de los discursos, integrantes de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, en marco de su 60 aniversario, procedió a develar las placas conmemorativas, no sin antes de que el director de la organización, Rosendo Gaitán, solicitara un minuto de silencio por los ausentes.
Un conjunto de 12 cortinas negras mate, movidas tan solo por el gélido viento que se sintió en la ciudad, ocultaron durante la presentación, los discursos, las pláticas, los aplausos y los silencios reverenciales, las placas que en breve se mostrarían al mundo para mantenerse en la posteridad.
Finalmente, amenizadas con una respetuosa ovación, fueron descubiertas las seis placas de un lúgubre, pero lustroso negro que contendrán por los años venideros aquellos nombres inscritos en brillante blanco que se ganaron el honor del título de “periodista”.
Entre estos se mencionó a uno de los fundadores de la asociación y presidente emérito: Arnoldo Cabada de la O, quien inició la que podría considerarse como la televisora más icónica de Ciudad Juárez: el Canal 44.
Su hijo, Alejandro Cabada Alvídrez, citó la frase que considera, era la esencia de su padre: “Esta es mi vocación. Yo crecí sin nada y vi sufrir y morir a mucha gente que hubiera podido salvarse si alguien le hubiera atendido la mano”.
Honra de los ausentes
ARNOLDO CABADA DE LA O
HUMBERTO LEAL VALENZUELA
EUGENIO CHAVEZ CALDERON
JOSE VAZQUEZ JIMENEZ “CHINTOLOLO”
OSVALDO HERNANDEZ
ARMANDO ESCOBAR ORTEGA
PATRICIA CABRERA LEDEZMA
8ANTONIO FLORES SILVA
FERNANDO MÉNDEZ SILVA “EL DIABLO”
ALFREDO MENA MARTINEZ
ARTURO ALBA MEDINA
EMILIO ARRIAGA CARRILLO
ABEL SALINAS AVILA ALEJANDRO SANCHEZ RODRÍGUEZ
REYES RAMOS RODRÍGUEZ
EVER CHAVEZ AGUILAR
MARIA ELENA CARPIO MACIAS
HORACIO MANZANO ORTEGA
LUIS VILLAGRANA DOMINGUEZ
LUIS ENRIQUE JURADO RIVERA
JUAN MANUEL SANCHEZ GALVAN
JULIAN CARDONA CARRILLO
SALVADOR ESPARZA GARCIA
RUTILIO MORENO FERNÁNDEZ DE CASTRO “RUMOR”
OLGA LETICIA MORENO FERNÁNDEZ DE CASTRO
GAMALIEL LINARES BACA
ISMAEL ALVIDREZ MEJIA
RAUL BETANCES SAENZ
RAMON OCHOA “RAYITO”
GONZALO LEON MEZA
MARIA CALVA HERNANDEZ
ARTURO CÁRDENAS SALAS
LUIS OSCAR HINOJOS AGUIRRE
LUIS OCHOA MIJARES
HECTOR IGNACIO URANGA GUTIERREZ