La falta de unidades de transporte público para muchos estudiantes que utilizan este medio para llegar hasta el campus de Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), en ocasiones puede derivar en esperar hasta 30 minutos en un fraccionamiento del Suroriente de la ciudad.
Esto, debido a que es común que los choferes se nieguen a llegar hasta el instituto de la UACJ si solo unos pocos estudiantes están a bordo, dejando a los pasajeros en el último fraccionamiento.
Lo anterior implica que los estudiantes deben esperar entre 20 y 30 minutos para que llegue otra unidad y los translade al campus universitario, lo que, en consecuencia, los hace llegar tarde a sus clases, platicó Melanie González, una joven de 22 años y estudiante de octavo semestre de Psicología.
La situación significa un reto para cientos de estudiantes universitarios, pues a pesar de que la UACJ recibió en este ciclo escolar a más de ocho mil nuevos alumnos, al menos mil 800 deben acudir al campus ubicado en el Suroriente de la ciudad, mejor conocido como Ciudad Universitaria.
Para trasladarse hasta este espacio, localizado incluso fuera de la mancha urbana, una gran mayoría utiliza el transporte público como parte esencial de su vida diaria como estudiante. No obstante, solo dos líneas de ruteras llegan hasta el instituto: la Universitaria y la Express.
De acuerdo con la Radiografía Socioeconómica 2022-2023 de Ciudad Juárez, realizada por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), según datos del Censo de Población y Vivienda del INEGI 2020, en esta localidad, al menos el 13.9 por ciento de la población utiliza el transporte público para acudir a centros educativos.
También que un 45.6 por ciento tarda entre 15 y 30 minutos en llegar a su destino, así como un 30 por ciento tarda hasta una hora para llegar a su punto.
Esto sin contar que a principios de abril se registró un incremento de 4 pesos para las rutas en la frontera, pasando de 8 a 12 pesos y de 2 pesos para las unidades del ViveBús o BRT, cuyo costo cambia de 8 a 10 pesos.
Lo anterior, luego de que se aprobara un incremento por el Consejo Consultivo de Ciudad Juárez, a través de un concenso en las instalaciones de las oficinas de Gobierno del Estado, sobre el aumento del costo del pasaje del transporte público, la cual se aplicó una misma tarifa para los 67 municipios de la entidad.
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Melanie platicó que durante cuatro años ha utilizado un camión de la línea “Universitaria” para acceder a CU, así como para tomar una unidad espera en la avenida Talamás Camandari.
De tal manera que su experiencia puede ser un viaje lleno de altibajos, que abarca desde la lucha para llegar a tiempo a sus clases hasta la agradable sorpresa de mejoras en las instalaciones de los autobúses.
“El trato de los choferes rara vez me ha tocado alguno que se porte grosero, regularmente yo me subo y les digo ‘buenas tardes’ y me contestan igual, pero antes sí se veía más que hubiera choferes muy groseros, aunque ahorita ya no lo noto tanto, como que están muy calmados” mencionó.
Al hablar de mejoras, Melanie también destacó que las instalaciones de transporte público han experimentado mejoras notables, como que ahora cuentan con más asientos y se han instalado letreros que hacen hincapié en normas importantes, tales como “no fumar” o “no consumir bebidas alcohólicas a bordo”.
Otra estudiante que comparte su experiencia en el transporte público hacia CU es Jackeline Delgado, también de 22 años y estudiante del noveno semestre de la Licenciatura en Derecho.
Al igual que Melanie, esta joven se ha transportado para tomar clases tomando la ruta Universitaria durante cuatro años, esperando en la Avenida de Las Torres y enfrentando un viaje de 45 minutos para llegar a la universidad.
Jackeline compartió que afortunadamente nunca ha enfrentado situaciones desagradables, fuera de permanecer parada durante un largo trayecto.
Aunque señaló que su principal preocupación radica en la incomodidad de viajar en autobuses sobrecargados, ya que los choferes muy a menudo continúan permitiendo el ascenso de pasajeros, incluso cuando el vehículo está lleno.
“Nunca, afortunadamente, me ha tocado sufrir acoso en un camión, ni otra experiencia desagradable como algún asalto, siempre me ha ido bien en los camiones (…) De repente manejan algo feo o van muy recio (los choferes), pero tampoco algo exagerado. Nada fuera de orden. Yo podría decir que ha sido buena mi experiencia en los camiones”, contó.
Por otro lado, José Acosta, uno de los choferes del transporte público que llega hasta el instituto de la UACJ, explicó que, particularmente en su caso llegar hasta Ciudad Unidad es una necesidad.
El conductor indicó que esta ubicación es crucial, ya que la estación está cerca, así como es ahí donde debe cargar diésel como combustible para el autobús.
Aunque refirió que para muchos choferes no es rentable llegar hasta el campus universitario, debido a los costos asociados a esta ruta.
“Hay horarios en que van uno o dos estudiantes y en veces no conviene llevarlos hasta allá… no conviene la vuelta, ya que es mucho gasto subir”, mencionó.