Con la idea de renovar y de representar esta frontera de una manera diferente, el artista juarense Adrián Reyes, de 28 años plasma en miniatura su perspectiva sobre Ciudad Juárez.
Esta actividad es con la intención de que los ciudadanos tengan otras perspectivas, tanto los problemas que existen como las virtudes con las que cuenta CIudad Juárez.
El joven artista platicó que Ciudad Juárez fue plasmada de forma chiquita en una maqueta para la filmación de videos documentales, ya que le gusta reflejar la perspectiva en la que él ve la frontera a través de sus maquetas.
“Todas las maquetas empezaron porque eran efectos especiales para videos. Eventualmente nunca los puse en público, pero las maquetas eran herramientas para hacer el video y todavía hago trabajos de eso. Todavía no entro a convocatorias y no lo publicitó tanto porque ahorita como que mi imagen aquí en Juárez es que soy que el que hace maquetas”, contó.
Adrián explicó que la elaboración de una maqueta puede tomarle hasta más de 30 horas, dependiendo el tamaño y la dificultad del monumento, ya que también se debe realizar y analizar la elaboración de los planos.
“Significa verlo de todos los ángulos, por ejemplo, en Google Maps, a veces les sacó fotos, buscar también en Google cómo se ve el techo porque luego los edificios cuando están tan chiquitos es importante saber cómo se ve. Uno normalmente, así en la vida real, pues no ve cómo se ven las cosas por arriba, pero luego eso es un reto”, platicó.
También comentó que las maquetas de las ruteras son una de la más disfruta realizar y que se le facilita hacer, pues fueron de sus primeros modelos, además de que son las más solicitadas por sus clientes.
Hay ruteras de trasporte escolar y público, aunque varias de ellas ya no circulan, estas unidades en miniatura le traen recuerdos a los juarenses.
Para Adrián trabajar construyendo maquetas es una pasión que lo envuelve en cada elaboración que realiza.
Considera que se trata de un clavado en las artes, ya que para él poder vivir de las artes es muy especial.
La paciencia es una virtud que él ha podido desarrollar y desenvolver en su creación, debido a que a cada figura le dedica el tiempo que se merece.
“Realmente puedo estar haciendo esto todo el día, todos los días … Como es algo que sí me gusta hacer, por eso puedo pasar hasta ocho meses haciendo un solo trabajo, pero hay veces que uno como artista se aprende a cómo tratar o tolerar un poco la frustración cuando no salen las cosas como uno quiere”, agregó.
Adrián mencionó que la inspiración para la creación de un monumento famoso puede surgir en alguna de las caminatas que realiza en las calles de la ciudad, ya que durante el transcurso se ha encontrado letreros de locales que le han llamado la atención.
“Soy más de observación y escuchar que de estar buscando inspiración. Si algo me llama la atención en la calle, no me importa que sea, le tomó una foto y, de hecho, no suelen ser cosas bonitas, son letreros viejos o tal vez son esquinas donde simplemente hay cables, pero por alguna razón me llama la atención ni siquiera me fijo si está bien hecho o mal hecho”, dijo.
Expuso que ve al arte como la forma de relacionarse con el mundo, entender qué es lo que está pasando alrededor, pero también la forma de entender qué quieren decir los que lo rodean, de esta manera, lo refleja en sus trabajos artísticos.
“Juárez no es una ciudad artística, no es una ciudad cultural, es una ciudad industrial, es de trabajo. Ahora sí que relativamente de la maquila, hay dinero en Juárez, hay oportunidades, pero no es una ciudad que se preste a lo cultural. Entonces sí es difícil, pero con más razón es para sentirme agradecido con la gente de Juárez por el apoyo”, señaló.
El artista juarense mencionó que tiene otros proyectos en puerta, sin embargo, todavía no es el momento para darlos a conocer, aunque tiene la intención de anunciar los avances del primer proyecto entre los meses de septiembre y noviembre.
Finalmente, Adrián dijo estar agradecido con sus padres por el apoyo que le han brindado en su carrera artística.
Platicó que algunos padres a veces no están de acuerdo que sus hijos estudien artes, sin embargo, la familia de este joven se siente orgullosa de los logros que ha conseguido.
“Lo que he aprendido, y creo que a alguien más le puede servir en especial si quiere hacer algo artístico, es básicamente nunca dejar de hacerlo, no importa el ritmo. Cada quien encuentra su propio ritmo. El chiste es mentalizarse y mientras no se quite uno, es así como el impulso de seguirle intentando”, concretó.