Al menos 2 mil 500 millones de dólares en mercancías se vieron afectados por los retrasos en los cruces internacionales de Ciudad Juárez-El Paso, la intensificación de las revisiones por autoridades estadounidenses, debido al incremento de personas migrantes.
Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la región norte de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), dijo que desde el sábado pasado, alrededor de 450-500 camiones quedaron varados sin poder cruzar, pero que la situación empeoraría con el paso de los días.
Señaló que se han implementado revisiones por parte del Departamento de Seguridad Pública de Texas, similar a lo que se vivió en septiembre y octubre del año pasado.
Mencionó que el lunes por la mañana sostuvieron una reunión con representantes de la Aduana mexicana, la Aduana estadounidense e integrantes de comercio exterior, en donde discutieron los cambios en los horarios de las aduanas.
El empresario informó que desde principios de esta semana, los cruces en San Jerónimo-Santa Teresa se extenderán de 6 de la mañana a 10 de la noche, de lunes a viernes, y de 8 de la mañana a 4 de la tarde los sábados.
Mientras que el cruce Guadalupe-Tornillo también ajustará su horario, operando de 6 de la mañana a 8 de la noche, de lunes a viernes, y de 8 de la mañana a 4 de la tarde los sábados.
ESCUCHA NUESTRA COLABORACIÓN CON PLATAFORMA INFORMATIVA
Sotelo Suárez indicó que los cambios impactan directamente en la actividad comercial y logística de la región, así como se estima que alrededor de mil cargas podrían no cruzar diariamente, lo que obligaría a las empresas a buscar rutas alternativas a través de otras ciudades y fronteras, e incluso a considerar el transporte por ferrocarril o avión.
También que existe mucha incertidumbre sobre la duración de estas medidas, lo cual aumenta la preocupación de las empresas, pues se espera que las revisiones se mantengan mientras dure el conflicto actual en cuanto a la crisis migratoria.
El vicepresidente de CANACAR recordó que la situación es similar a lo ocurrido en septiembre y octubre del año pasado, en donde las empresas reportaron problemas logísticos y paros en la producción, aunque no se llegó a la pérdida de contratos.