Sarahí es una niña juarense de 10 años, cuya curiosidad por la ciencia la llevó a forma parte de un espacio donde se busca desarrollar sus habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las llamadas áreas STEM (por sus siglas en inglés).
Debido a la falta de incentivos para las mujeres en este tipo de materias, Sarahí encontró en esta frontera el grupo “Chicas ConCiencia”, un espacio en donde se siente identificada con otras niñas de su edad, pero también donde descubrió inspiración en mujeres profesionistas que se han dedicado a las ciencias.
“Aprendí cosas que no sabía, aprendí que las mujeres pueden lograr cosas increíbles, pueden hacer más de lo que ellas piensan”, comentó.
“Chicas ConCiencia” es un proyecto del Museo La Rodadora que ha estado marcando la diferencia desde su lanzamiento en 2019, en donde se busca fomentar la diversidad y la igualdad de género en áreas STEM, en niñas y adolescentes.
Y es que, de acuerdo con información de la UNESCO, en el mundo solo el 35 por ciento de las mujeres cursan estudios de enseñanza superior en las áreas STEM, mientras que en México la población femenina representa una minoría.
La UNESCO refiere que del total de las 9 millones 39 mil mujeres profesionistas registradas en el 2021, solo el 13.5 por ciento estudiaron carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Esto significa que, de cada siete egresadas de la universidad, solo una estudió una carrera relacionada con las áreas STEM, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO).
En este sentido, de acuerdo con María Noel Vaeza, directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, la brecha de género puede comenzar desde edades muy tempranas en las escuelas y en las casas, lo cual continúa en la edad adulta y abarca ámbitos tan amplios como la investigación, el desarrollo de las carreras profesionales y el acceso a los empleos generados en estas áreas.
Por ello, “Chicas ConCiencia” nace de la idea de impulsar la participación de niñas en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, áreas en donde históricamente las mujeres han estado subrepresentadas, explicó Wendy Coronado, integrante del equipo de Experiencias Educativas del Museo y quien se encuentra a cargo del programa.
“Queríamos proporcionarles modelos a seguir y líderes en estos campos para que se inspiraran y desarrollaran sus habilidades”, comentó.
El programa actualmente cuenta con un aforo de 37 pequeñas, así como está diseñado para niñas de entre 11 y 15 años, abarcando desde sexto grado de primaria hasta tercer año de secundaria.
“Nuestro objetivo es crear un entorno enriquecedor donde las niñas puedan explorar diversas disciplinas STEM a través de módulos interactivos. Cada módulo se enfoca en una letra de STEM, desde aspectos socioemocionales hasta ciencias biomédicas, ingeniería, tecnología y más”, dijo Coronoado.
Comentó que en este programa se utilizan actividades lúdicas y prácticas para despertar la creatividad y el interés de las niñas en estas áreas, así como una de las fortalezas del programa radica en la diversidad de enfoques que ofrece.
“Queremos que las niñas experimenten un poco de todo, desde la biología hasta la inteligencia artificial, para que puedan visualizarse en un futuro dentro de estas disciplinas”, agrega.
La encargada del programa indicó que uno de los aspectos más emocionantes de este proyecto es el impacto que tiene en las niñas participantes, pues a pesar de que aún ninguna no ha ingresado a carreras universitarias STEM, se observó un aumento en el interés y la participación continua de las niñas.
Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos, especialmente durante la pandemia, ya que, luego de un año del lanzamiento de “Chicas ConCiencia” tuvo que pararse por la contingencia sanitaria.
“El año pasado enfrentamos dificultades para mantener el compromiso debido a las circunstancias, pero hemos visto un resurgimiento en el interés y la participación este año”, comentó Coronado.
En cuanto al proceso de selección, la encargada del proyecto enfatizó que la iniciativa está abierta a todas las niñas que demuestren interés en las áreas STEM, por lo que se le da la bienvenida a cualquier niña que tenga curiosidad e interés en explorar estas materias.
Los talleres se llevan a cabo todos los sábados, así como cada semana cuentan con una mujer tallerista que les habla desde su experiencia, al mismo tiempo que aprenden y refuerzan sus conocimientos académicos.
Uno de estos talleres se impartió por Pita Cruz, una joven de 32 años que forma parte del proyecto “Roll like a Girl” y quien estuvo en Ciudad Juárez el pasado sábado 24 de febrero.
Los juegos de rol pueden tener lugar en diversos entornos, como mundos de fantasía, ciencia ficción, históricos o contemporáneos, así como suelen implicar la interacción social y la resolución de problemas dentro de la narrativa del juego.
Las personas interesadas en conocer más sobre este programa pueden acudir al Museo “La Rodadora” para solicitar mayor información.