Dicen que si andabas por la Avenida Juárez en 1920, una artista disfrazada de gitana te podía increpar para ofrecer leer el futuro en la palma de tus manos. Su nombre era Francisca Moya Luna, pero para la posteridad el nombre con el que siempre se le recordó fue el que ella misma eligió: Nellie Campobello.
Ella nació en Villaocampo, al norte de la Sierra de Durango, muy pegado a la Sierra de Chihuahua, en 1900. En ese lugar en vivió los primeros años de su infancia, luego fue llevada a la Ciudad de Parral.
A los 16 años conocería a Alfredo Chávez Amparan, un hombre de alcurnia, quien obtendría el cargo de gobernador en 1940 y con quién mantendría una relación sentimental clandestina, pues este hombre era casado.
En 1917 se traslada con él a la ciudad de Chihuahua, para trabajar como boletera en en el Teatro de los Héroes.
Pero en 1919, fruto de su relación, nace su primogénito José Raúl, al cual registra como hijo natural.
Se dice que el padre era Chávez Amparán y, a cambio de hacerse cargo económicamente de él, pide a Nellie y a su familia irse de la ciudad. Es por eso que en el año 1920, Nellie llega a la frontera.
Con la intención de hacer dinero instala un despacho en la histórica avenida, dónde se ofrece a adivinar el futuro de las personas y vende remedios milagrosos.
Fue en este sitio donde conoció la danza y desarrolló su carrera después de estudiar en una escuela inglesa y de convertirse en alumna de Lettie H. Carroll, coreógrafa y empresaria estadunidense pionera en la enseñanza de la danza en México.
Durante su crecimiento como artista e intelectual, Nellie logró relacionarse con intelectuales y artistas de su época y logro abrirse paso junto con ellos.
Por ejemplo… Se dice que ella y su hermana fueron invitadas a presentarse en La Habana, Cuba, donde conocieron al entonces embajador mexicano Carlos Trejo.
Este funcionario después se convertiría en el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y sería entonces cuando pondría en marcha un proyecto de danza nacional en el que participaron Nellie y su hermana.
Después, el presidente de la República, Lázaro Cárdenas, confió a Nellie la realización de una coreografía para conmemorar la Revolución Mexicana, surgiendo así el Ballet 30-30.
En 1932 se creó en la Ciudad de México la “Escuela de Danza“, considerada la primera institución pública dedicada a la enseñanza de la danza en México.
Nellie, además de bailarina y gitana, escribió varios libros. En 1931 publicó “Cartucho“, un compendio de relatos sobre la Revolución Mexicana, el primero que versa sobre ella y escrito por una mujer. Esta obra originalmente contenía 33 relatos breves, que registran diversos acontecimientos en la región de Parral, durante la época más violenta del enfrentamiento armado de la Revolución Mexicana.
Sentía una profunda admiración hacia Francisco Villa y como resultado escribió “Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa” en 1940.
Otra de sus obras fue “Las manos de Mamá“, publicado en 1937, así como también un libro de poemas titulado “Yo“, el cual fue editado por Dr. Atl en 1929.
Su vida también terminó de una manera fuera de lo común en 1986. La gitana y escritora fallece privada de su libertad, luego de ser secuestrada por María Cristina Belmont, quien fuera una exalumna de ella.
La historia cuenta que esta mujer, con ayuda de su esposo, Claudio Fuentes, entró a la casa de Nellie para mantenerla cautiva y arrebatarle sus propiedades a falta de personas a quien heredarles.
Fuentes:
https://www.gob.mx/cultura/articulos/nellie-campobello-bailarina-narradora-de-la-revolucion?idiom=es