Parte de la escena urbana y testigos inertes del paso del tiempo. En Ciudad Juárez existen al menos 127 monumentos que rememoran diferentes episodios de la historia de la localidad e incluso rinden homenaje a ciudadanos que pisaron estas tierras.
Algunos con décadas de edad, otros con daños visibles e irreparables, pequeños o de varios metros de altura.
Algunos son iconicos y son referencia no sólo para dar indicaciones a los lugareños que anden en busca de algún sitio en particular; sino que también ya forman parte indispensable del paisaje en el imaginario colectivo de quienes viven o vivieron aquí en esta frontera y les vieron todos los días.
Monumento a Don Benito Juárez
Inaugurado el 18 de septiembre del 1910, y luego restaurado durante la administración del ex presidente municipal Héctor Murguía Lardizábal, esta efigie se encuentra en el centro de lo que se conoce como “La Plaza del Monu”.
Dicho sitio es actualmente un punto de encuentro para activistas, artesanos y otras actividades masivas como mítines políticos, aunque también, extraoficialmente, las personas del Centro de la ciudad lo ubican como punto de encuentro para trabajadores sexuales.
Fue erigida por los escultores e ingenieros: Volpi, Rigalt y Corredor Latorre, cuando Melchor Calderón era el alcalde.
Oficialmente se realizó por suscripción pública con aportación de los estados de la República, aunque algunos historiadores locales sostienen que fue mandado a hacer por Inocencio Ochoa, hombre poderoso de aquellos años que buscaba “quedar bien” con el entonces presidente de la República, Benito Juárez.
Para su construcción se utilizó mármol del estado de Morelos, del mismo que se empleó en el Palacio de las Bellas Artes de México; la estatua está vaciada en bronce, tiene dos y medio metros de longitud y los altorrelieves fueron fundidos en Florencia, Italia.
Las estatuas y demás alegorías que complementan el monumento están talladas en mármol blanco de Carrara, mientras que la cantera utilizada fue traída de los bancos de material de La Junta en los aledaños de Chihuahua, piedra y cemento armado complementan la estructura.
Esta estatua se encuentra sobre la avenida Vicente Guerrero, entre las calles Ramón Corona y Constitución.
Monumento Al Nuevo Ciudadano
Aunque su origen, nombre y funcionalidad son desconocidos para la mayoría de los ciudadanos, la imagen de un cigarrillo gigante, plantado en medio del desierto, a orillas del Río Bravo, tal y como si una mano gigante lo hubiera sofocado ahí mismo, es difícil de olvidar. Sin embargo, la mayoría de las personas lo conocen como el “Monumento al cigarro”.
Este monumento cuyo nombre real es “Al nuevo Ciudadano” fue realizado por la una Asociación Civil denominada Progreso, o al menos así se hace constar en el Catalogo de Obras con Valor Histórico y/o arquitectónico de Ciudad Juárez.
Fue inaugurado en junio de 1997, durante la administración estatal de Francisco Barrio Terrazas.
Esta efigie, además, forma parte de una obra de control de agua pluvial proveniente del Arroyo de las víboras.
Ubicada en la avenida Ingeniero Bernardo Norzagaray en el cruce con el Arroyo de las Víboras, está hecha de un material llamado mamposterí.
El Umbral del Milenio
Destino frecuente de exploradores urbanos nocturnos, familias y parejas que desean observar las luces de la ciudad en la oscuridad, el Umbral del Milenio actualmente es la “puerta de entrada” a la ciudad.
Es fácil adivinar que se está en el límite de la misma, dado que se puede apreciar en carretera desde varios kilómetros a distancia.
Realizada por el escultor Pedro Francisco y fue inaugurada el 30 de mayo del 2001. El sitio donde está construida se llama “Parque Tierra Blanca“, y ahí mismo anteriormente existía una estación de ferrocarriles.
Fue realizada durante la administración municipal de Gustavo Elizondo Aguilar, completamente forjada de metal y sostenida con una sólida base de concreto.
Monumento a Germán Valdés “Tin Tan”
Sentado sobre una fuente, testigo y protagonista de innumerables “selfies”, la imagen de uno de los comediantes más populares del Siglo de Oro mexicano, bañada en pintura dorada, está condenada a permanecer para el beneplácito de los visitantes de Plaza de Armas.
Del escultor José Villa y Rafael Gómez, inaugurada en agosto del 2001 fue realizada por encargo del entonces presidente municipal Gustavo Elizondo Aguilar.
Germán Valdés saltó a la fama en la pantalla grande en los cuarentas y se convirtió en el “Pachuco de Oro“, aun cuando no nació en Ciudad Juárez, vivió una parte importante de su vida acá y se convirtió en uno de los personajes adoptados por la localidad como ícono y orgullo fronterizo.
Los Indomables
Esta figura de tres caballos corriendo es frecuentemente visitada por los fotógrafos en invierno, cuando las características temperaturas bajo los cero grados centígrados logran congelar el agua, logrando el símbolo del movimiento pese a la adversidad.
Creada por Georgina Farías “Gogy”, en agosto de 1998, indicó que se trata de una representación de una actitud indomable y hace alusión al temple de la gente del norte, para que ya no se les siguiera llamando “Los Bárbaros del Norte“.
Fue inaugurado en el mes de junio del año 2001, también durante la administración de Gustavo Elizondo Aguilar, ubicada sobre avenida de las Américas, cerca de El Chamizal.
Monumento a la Mexicanidad
En medio de una polémica por el sobreprecio de su construcción, Enrique Carbajal “Sebastián” construyo este edificio y lo entregó 24 de mayo del 2013.
En sus palabras, esta obra representa el cruce de las culturas nativa y española, que dio lugar al mestizaje, y hace también alusión a la figura del Nahui Ollin o quinto sol.
Mide 62 metros de altura, cuenta con un mirador en la parte central, desde donde admirar puntos lejanos de ambas ciudades El Paso y Ciudad Juárez.
Actualmente todos los actos públicos masivos se celebran en dicho lugar.