Desde hace poco más de dos años, miles de migrantes han arribado a esta frontera, pues incluso, de acuerdo con datos de autoridades estatales, en algún momento llegó a haber hasta 30 mil en esta localidad.
De países como Cuba, Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela han sido las nacionalidades de los migrantes en Ciudad Juárez, principalmente, aunque también connacionales de otros estados de la República Mexicana.
Sin embargo, en marzo se registró un hecho que marcó la vida de todos los fronterizos, incluida la nueva población en movilidad: la tragedia del Instituto Nacional de Migración (INM), donde 40 personas fallecieron y 27 más resultaron lesionados.
Este acontecimiento provocó indignación de la comunidad, pero también miedo, pues ahora muchos temen vivir en lugares cerrados y prefirieron soportar las inclemencias de las temperaturas del desértico Juárez, tanto el calor extremo como el frío del invierno.
Un primer campamento, instalado de manera improvisada, se observó afuera de la Presidencia Municipal, el cual llegó a contar con hasta 150 viviendas de plástico, carpas hechizas, realizadas con madera y trapos. El cual fue desalojado por autoridades locales hace poco más de un mes y todos los habitantes fueron trasladados a una megacarpa colocada a un lado del Biblioavión.
María es una mujer de 32 años de origen venezolano, quien desde hace semanas ocupa un espacio al exterior de la carpa para migrantes en ese lugar.
Su llegada a Ciudad Juárez no fue fácil y su estancia parece no darle la bienvenida tampoco, aunque su miedo, refiere, es más, por lo que prefiere acampar y habitar la calle.

Sobre este espacio, autoridades locales advirtieron que solo estará de manera provisional, pues su instalación se dio en respuesta a que la población migrante que se encontraba afuera del recinto público.
Al respecto, Santiago González Reyes, titular de la Dirección de Derechos Humanos, señaló que aún quedan alrededor de 100 migrantes en este campamento.
Recalcó que, tras esta reubicación, la megacarpa cuenta con servicios básicos como agua y electricidad, así como a más de tres meses de la tragedia, 100 de los 250 migrantes reubicados aun no definen su situación migratoria.
El funcionario reiteró que este espacio estará operando de manera temporal, pues se instaló como una opción únicamente para quienes formaban parte del campamento que estaba a las afueras del lugar del siniestro.
