Tras mes y medio de que operara el campamento para personas migrantes que se encontraba en la zona de El Chamizal, a un costado del Biblioavión fue desalojado por autoridades municipales.
La megacarpa habilitada en este lugar comenzó a operar a partir del 22 de mayo, luego de que cientos de migrantes fueran desalojados, de nueva cuenta, afuera de las instalaciones de la Presidencia Municipal.
En este lugar se llegaron a localizar hasta 150 viviendas improvisadas, a través de casas de campaña, luego de la tragedia registrada el pasado 27 de marzo en el Instituto Nacional de Migración (INM), donde 40 personas fallecieron y 27 más resultaron lesionados.
Sobre el desalojo, Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio, informó que se les estuvo avisando desde el jueves pasado, sin embargo, no fue hasta este domingo en que se decidió terminar con el proyecto de la carpa.
Señaló que fueron instrucciones del Secretario del Ayuntamiento, debido a que solo se encontraban alrededor de 90 personas habitando la carpa, así como se trataba de gastos innecesarios, tanto para la Federación como para el Municipio.
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El funcionario indicó que de las personas que se encontraban en la carpa, al menos 40 accedieron a ser trasladadas a algún albergue, así como 15 fueron al espacio municipal Kiki Romero, otras tantas al Leona Vicario y el resto a albergues de asociaciones civiles y religiosos.
Se le preguntó también si existía una orden de volver a desalojar a las personas en movilidad que se asentarán en la vía pública, aunque comentó que por parte de Derechos Humanos no había tal posibilidad.
Sin embargo, dijo que desconocía sí existía por parte de Seguridad Pública Municipal.
Mientras que el Instituto Nacional de Migración (INM), el domingo emitió un comunicado informando que se hizo el levantamiento del campamento temporal, ubicado en Hoyo 1 de El Chamizal.
En el documento se indicó que las carpas y servicios del espacio se instalaron el 22 de mayo pasado con apoyo del gobierno municipal, ya que el Ayuntamiento proporcionó el predio con agua, drenaje, seguridad perimetral y servicio médico.
Mientras que el INM instaló carpas con servicios (baños, paquetes de higiene personal, colchonetas y mantas térmicas, así como áreas para consumir tres alimentos diarios y agua potable) para atender a quienes se encontraban ocupando espacios en calles aledañas a la presidencia municipal y de la Oficina de Representación del instituto.
Al inicio de las operaciones se atendió a 240 personas migrantes y en el último censo y credencialización se contabilizaron 120, así como el sábado disminuyó la asistencia a 80, por lo que se les ofreció trasladarlos a algún albergue. Sin embargo, solamente 37 de ellos aceptaron.
Los 43 restantes decidieron alojarse por su cuenta cerca de la línea fronteriza, al tener una cita de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
También que en el lugar permanece personal del INM de guardia en la zona del campamento por si alguna persona migrante requiere de asistencia, trascendió.