En medio de la falta de servicios básicos y la creciente problemática de violencia, el Suroriente de la ciudad se convierte en un foco de atención, debido a los mitos que lo rodean y atraen a migrantes de distintas regiones del país.
Yadira Cortés, integrante destacada de la Red Mesa de Mujeres, reveló cómo estas narrativas engañosas influyen en la ocupación de esta zona y cómo la violencia también encuentra su nicho en este contexto.
Uno de los elementos clave que mantiene la ocupación del Suroriente es la propagación de mitos sobre la ciudad, extendidos más allá de sus fronteras.
Según testimonios recogidos por la activista, mujeres provenientes de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, y otros estados al interior de la República, son seducidas por la ilusión de un Juárez lleno de oportunidades, a quienes se les pinta un panorama en el que encontrarán casas deshabitadas para apropiarse de manera gratuita, exentas de pagos por servicios básicos.
También que existen posibilidades laborales abundantes para sostener a sus familias a diferencia de otras partes del país. Una fantasía que se convierte en el motor de una migración constante hacia esta localidad.
Sin embargo, esta narrativa idílica se topa con una cruda realidad al chocar con la violencia presente en el área, pues el incremento de la violencia en el Suroriente está estrechamente vinculado con la llegada de migrantes, algunos portadores de nociones machistas arraigadas en su lugar de origen. Estas actitudes, que perpetúan el control y la violencia hacia las mujeres, influyen en la dinámica social y contribuyen al aumento de los índices de violencia.
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Esta idea se sustenta con la cantidad de llamadas al número de emergencia al 911, ya que el Suroriente de la ciudad es una de las zonas de donde más se reciben reportes, como dio a conocer Cesar Omar Muñoz Morales, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
El funcionario señaló que se reciben alrededor de 600 llamadas diarias durante los días laborables, una cifra que aumenta significativamente a medida que se acerca el fin de semana, llegando a superar las mil llamadas.
Dijo que, entre las principales razones de los llamados a la Policía, se destacan preocupaciones como el ruido excesivo, la violencia intrafamiliar, accidentes de tránsito sin lesionados y las alarmas activadas en negocios.
Si bien el número de llamadas en temas específicos, como homicidios, se mantiene relativamente bajo, el jefe de la Policía enfatizó que la acumulación de solicitudes relacionadas con asuntos cotidianos plantea un desafío operativo.
Cabe recordar que, en meses anteriores, Elvira Urrutia, titular del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), declaró que en esta frontera se reciben hasta mil llamadas mensuales por violencia familiar, así como las principales víctimas son mujeres, niños, niñas y adolescentes.
Es esencial abordar esta problemática desde una perspectiva integral, comprendiendo los factores socioculturales que perpetúan la violencia y trabajando en la creación de estrategias para erradicarla.
La Red Mesa de Mujeres y otros grupos comprometidos buscan desmitificar la imagen distorsionada de la ciudad y fomentar un entorno seguro y equitativo para todas sus habitantes, independientemente de su lugar de origen.