Frente a la creciente presión en el sistema de cruces fronterizos por el cierre parcial del Puente Córdova-Américas, mejor conocido como “Puente Libre”, el Ayuntamiento de Ciudad Juárez busca alternativas que permitan descongestionar el tránsito de carga pesada.
Una de las propuestas en análisis es el desarrollo de un nuevo libramiento que conecte Anapra con los cruces internacionales de Jerónimo-Santa Teresa y se extienda hasta el Puente Tornillo-Guadalupe por medio del bulevar Juan Pablo II, dio a conocer el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar.

El funcionario explicó que esta obra busca fortalecer la movilidad logística de la región y desviar el transporte de carga fuera de la mancha urbana, lo que beneficiaría tanto al sector productivo como a la ciudadanía.
Indicó que ya se han tenido reuniones con Banobras y FONADIN para definir la ruta financiera del proyecto, el cual podría ejecutarse a través de crédito o bajo un esquema de concesión, dependiendo de los resultados de un estudio de flujo vehicular que ya se encuentra en desarrollo.
Añadió que esta propuesta cobra mayor relevancia ante las restricciones que han impactado la operación normal del cruce internacional Córdova-Américas, una de las rutas más utilizadas por el transporte comercial que conecta directamente con El Paso, Texas.
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Sin embargo, la implementación del libramiento es vista como una solución de mediano y largo plazo, pero mientras tanto, mientras que empresarios consideran que las afectaciones por el cierre parcial ya se sienten en el sector transportista y en la economía regional.
Al respecto, Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente nacional de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR), dijo que las decisiones del Departamento de Transporte de Estados Unidos para redirigir la carga hacia Santa Teresa están generando mayores tiempos de traslado y costos adicionales.
El empresario señaló que el desvío al cruce de Jerónimo-Santa Teresa no es una alternativa eficiente, pues esa infraestructura no fue diseñada para absorber el volumen que maneja el Puente Libre.
A eso se suma la falta de vialidades adecuadas del lado mexicano para llegar con agilidad a esa zona, así como la ausencia de infraestructura moderna en los alrededores del cruce.
Ante este panorama, el nuevo libramiento podría representar un paso estratégico, pero su ejecución dependerá del respaldo institucional y financiero que logre construirse en los próximos meses.