La madrugada de este viernes se registró un intento de incendio en las instalaciones de la funeraria Del Carmen, ubicada en el cruce de las avenidas 16 de Septiembre y Níquel, luego de que personas desconocidas lanzaran bombas molotov contra el inmueble.
Aunque las llamas causaron algunos daños al exterior de la propiedad, autoridades informaron que no se reportaron personas lesionadas ni afectaciones estructurales de consideración, mientras que el sitio fue resguardado por elementos policiacos tras el ataque.
Cabe resaltar que la Fiscalía General del Estado mantiene abierta una carpeta de investigación relacionada con el hallazgo de tres cuerpos en este lugar, un adulto y dos menores, que se encontraban al interior de una carroza fúnebre estacionada en la vivienda, la cual presuntamente pertenece al mismo propietario del negocio.
Este hecho se produjo menos de 24 horas después de que la fachada de la funeraria fuera vandalizada la tarde del jueves, cuando rompieron los vidrios de una de las ventanas frontales, por lo que se colocó de forma improvisada un trozo de madera para cubrir el hueco, aunque los fragmentos de vidrio aún podían observarse incluso dentro de la capilla del inmueble.
El lugar ha permanecido bajo el ojo público, luego de que su propietario fuera detenido recientemente por presuntas irregularidades en el manejo de cuerpos.
La tensión creció después de que ese mismo jueves por la mañana, agentes de la FGE aseguraran los tres cadáveres que se encontraban dentro de un féretro, el cual estaba oculto en la vivienda ubicada en la colonia Arroyo Colorado.
El hallazgo ocurrió durante un cateo en el domicilio señalado, como parte de una diligencia ministerial derivada de las investigaciones en curso.
Según informó la FGE, el féretro y un vehículo mortuorio fueron asegurados en el lugar, mientras que los cuerpos trasladados al Servicio Médico Forense para llevar a cabo su identificación y determinar el tiempo aproximado del fallecimiento.
Horas más tarde, presuntamente los mismos responsables regresaron para intentar incendiar las carrerillas que se encuentran en un yonke ubicado a espaldas de la funeraria. Según versiones preliminares, las unidades fueron rociadas con combustible, aunque no alcanzaron a prenderse por completo, solo se reportaron daños parciales en algunas de ellas.
Este caso se presenta en el contexto del escándalo por el crematorio “Plenitud”, donde recientemente fueron localizados 386 cuerpos sin incinerar, lo que destapó una grave crisis en la industria funeraria local por malas prácticas y falta de supervisión.
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Autoridades mantienen abiertas varias líneas de investigación y no descartan que los ataques recientes estén relacionados con el clima de indignación social provocado por estos hechos.
