El tráfico es horrible y más en tiempo de calor. La gente se pone de tan mal humor que insulta a otras personas y hasta le surge el deseo de dañar, de lastimar al prójimo.
Sí, es el pinche calor, pero podría haber alternativas.
De hecho, las alternativas han recibido grandes recursos públicos. Sí, hablo del sistema de transporte público. Pero no como el que teníamos hace diez años, uno que sirva de verdad.
Maru Campos recibió obras que Javier Corral no terminó y, de manera increíble, en lugar de mejorar el transporte lo empeoró. Despareció la línea uno del BRT, reapareció la Ruta Tierra Nueva, aumentó la tarifa y pasan menos rutas que hace diez años.
Cuando tener auto se convierte en una necesidad y no en una alternativa, entonces no es una opción, es un condicionamiento.
El transporte público es una gran deuda de Maru para Juárez.
Otra deuda para Juárez es la corrupción que hay en el CERESO. Después del “jueves negro”, la fuga del primero de enero y el último cateo donde encontraron desde consolas de videojuegos hasta módems… la corrupción es más que evidente, más que evidente.
¿Qué ha hecho Maru? Sólo proceder contra cinco custodios… la corrupción está presente… y Maru hace nada, eso le importamos los juarenses.
Por último, más que una deuda para Juárez es un golpeteo constante, sal en la herida.
A veces pienso que es consciente y lo hace por joder. Sus postes de la Plataforma Centinela, violando toda norma y reglamentación sobre desarrollo urbano.
A mitad de la banqueta, priorizando su enfermo afán voyerista de mantenernos vigilados, afectando el derecho de la población a caminar por una banqueta. Su Plataforma Centinela no es un Derecho, la movilidad sí.
Un gobierno que no gobierna, nos sale muy caro a los juarenses.