La noche del sábado, Los Indios de Ciudad Juárez escribieron una página histórica en el béisbol estatal al imponerse a los Dorados de Chihuahua por 4-3, resultado que les devolvió la gloria tras 25 años sin campeonato.
El presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar reconoció la hazaña y destacó la pasión con la que la “tribu fronteriza” jugó toda la temporada, resaltando que este logro coloca de nuevo a Juárez en lo más alto del deporte estatal.

El equipo juarense llegó a Chihuahua con la serie en contra, tres juegos por dos, pero el viernes forzó el séptimo encuentro y el sábado cerró con un triunfo dramático que dejó en claro su espíritu de lucha y resistencia.
Más allá del marcador, la victoria encendió un sentimiento de identidad en la afición juarense, que nunca dejó de confiar en su equipo, así como la fuerza y la voluntad mostrada en el diamante reflejaron la manera en que esta frontera enfrenta las adversidades.
Después de más de dos décadas, el trofeo de la Liga Estatal regresa a Ciudad Juárez y con él, la celebración de un equipo que supo levantarse contra todo pronóstico, reafirmando que la ciudad es más grande que cualquier obstáculo.
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En las calles, la victoria se vivió como un triunfo compartido: familias completas vistieron los colores de la tribu y las redes sociales se inundaron de mensajes de orgullo, pues Los Indios no sólo ganaron un campeonato sino que le devolvieron a Juárez un pedazo de identidad.
Este campeonato confirma que la pelota caliente forma parte del corazón juarense y, aunque el trofeo es el símbolo tangible, lo que queda para la historia es el espíritu de un equipo y una ciudad que saben ganar aún en los escenarios más difíciles.