La participación de menores de edad en delitos de alto impacto continúa en aumento en el país, luego de que, tres de cada diez delitos graves son cometidos por adolescentes vinculados con estructuras criminales, de acuerdo con el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Este dato evidencia el reto que existe a nivel nacional para la contención de la participación juvenil en delitos graves y refuerza la importancia de ampliar acciones preventivas para la niñez y la adolescencia.
Por ello, las corporaciones policiacas, tanto municipales como estatales, incrementaron los programas de prevención en escuelas y colonias, según declaró el secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales.

El funcionario afirmó que la corporación trabaja de forma permanente en colonias y escuelas para evitar que niñas, niños y adolescentes se involucren en actividades ilícitas, especialmente aquellas consideradas de alto impacto tanto en el ámbito federal como local.
Dijo que la dependencia está enfocando esfuerzos no sólo en patrullajes y acciones operativas sino también en labores directas de prevención comunitaria, en coordinación con programas federales que buscan atender causas de fondo, como la deserción escolar, la falta de oportunidades o el acercamiento temprano a grupos delictivos.
Muñoz Morales señaló que las intervenciones incluyen pláticas y actividades formativas, donde se hace énfasis en que existen alternativas como programas educativos, becas y apoyos sociales que pueden ofrecer rutas más seguras para adolescentes expuestos a contextos de riesgo.
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Estas acciones también contemplan trabajo con familias, bajo la premisa de que la prevención debe involucrar tanto a menores como a personas adultas responsables de su cuidado, agregó el jefe policiaco.
En ese contexto, personal de la Dirección de Prevención Social este martes impartió una charla dirigida a madres y padres de familia del Jardín de Niños «Carlos Orozco Romero», con el fin de fortalecer la conciencia sobre la Justicia Cívica, además de promover herramientas para mejorar la comunicación, el respeto y la convivencia cotidiana.
Durante la sesión, los agentes compartieron información sobre responsabilidades legales, además de formas de identificar conductas que puedan derivar en situaciones de riesgo y métodos para intervenir a tiempo cuando un niño o niña muestra señales de alerta.
La plática responde a la necesidad de reforzar el papel de madres y padres como primeros formadores, especialmente en zonas donde el reclutamiento juvenil suele presentarse con mayor facilidad.
Estas actividades continuarán en distintas instituciones educativas de la ciudad, con la intención de acercar información preventiva a más familias, así como construir entornos escolares y comunitarios que reduzcan la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes frente al crimen organizado.
Lo anterior, luego de que la contención del reclutamiento juvenil requiere esfuerzos sostenidos que vinculen escuela, familia, comunidad y autoridades, para evitar que adolescentes participen en crímenes que, en muchos casos, ponen en riesgo su vida y la de su entorno.







