Las actividades incluyen charlas, foros, exposiciones y presentaciones de libros que buscan reflexionar sobre los avances en materia de igualdad, así como los retos que persisten en la atención y prevención de la violencia de género.
Elvira Urrutia Castro, directora del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), señaló que la jornada busca promover la participación social y fortalecer el trabajo conjunto entre instituciones y ciudadanía.
Las actividades de los 16 días de activismo iniciarán el 18 de noviembre y concluirán el 11 de diciembre / Foto: redacción
La programación comenzará el 18 de noviembre con la presentación del libro «Una vida detrás de la delgada línea azul» y concluirá el 11 de diciembre con Islas de Paz. Resistencias y capital social en Ciudad Juárez.
Alexia Buendía Peña, coordinadora de Comunicación Social del IMM, destacó la realización de la Asamblea de Mujeres “Voces por la igualdad y contra la violencia”, donde la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, dialogará con mujeres jóvenes de la ciudad.
El encuentro se llevará a cabo el 23 de noviembre, en un espacio aún por confirmar, con el propósito de generar propuestas colectivas que contribuyan a la erradicación de la violencia desde las experiencias y necesidades de las propias mujeres.
Además, el 6 de diciembre se inaugurará el Centro Municipal de los Pueblos Originarios (CEMPO), un espacio de encuentro cultural donde las comunidades indígenas podrán compartir sus tradiciones, talleres y expresiones artísticas.
Entre las actividades destacadas también se incluyen una caminata simbólica por la no violencia, talleres de sensibilización en escuelas, proyecciones cinematográficas con enfoque de género y un foro sobre masculinidades alternativas.
El programa cerrará con un encuentro artístico comunitario en el que se presentarán colectivos locales de danza, música y performance con mensajes de igualdad y justicia social.
En Samalayuca se prevé la creación de un espacio destinado a producir composta con residuos orgánicos provenientes del Mercado de Abastos de Juárez, con el fin de aprovechar los desechos agrícolas y fortalecer las tierras de cultivo de la región.
El plan contempla trasladar frutas y verduras en descomposición al área rural para su transformación en composta de uso agrícola, luego de que esta medida reduciría el envío de residuos al Relleno Sanitario y aportaría materia orgánica a suelos que carecen de nutrientes.
Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal, refirió que la propuesta se alinea con las acciones de separación de residuos que ya operan en distintos sectores de la ciudad, por lo que el proyecto representa una oportunidad para vincular desarrollo rural y gestión ambiental.
Autoridades durante la reunión para impulsar la creación de composta en Samalayuca. / Foto: cortesía
De tal manera que el proyecto de Samalayuca se perfila como una alternativa sustentable que combina el manejo responsable de residuos con la recuperación de suelos agrícolas en la región fronteriza.
Al respecto, el director de Desarrollo Rural, Enrique Reyes Córdova, informó que se elaborará un proyecto ejecutivo que incluirá estudios del terreno, necesidades de maquinaria y estimaciones de inversión, así como la composta obtenida puede mejorar la calidad del suelo más que el estiércol tradicional.
Asimismo, Jorge De Luna, administrador del Mercado de Abastos, indicó que se busca aprovechar los desechos orgánicos que actualmente se envían a la basura, por lo que este proyecto forma parte de un esfuerzo por convertir al mercado en una entidad responsable con el entorno.
Comentó que el proyecto también beneficiará a productores de Samalayuca y a las áreas verdes de la ciudad, luego de que la producción de composta permitirá generar conciencia sobre el valor de los residuos y su potencial para mejorar los cultivos.
Expuso que para la elaboración del documento técnico participarán diversas dependencias municipales, en la que detallarán las etapas y responsabilidades y que con ello se pretende iniciar la construcción del espacio durante el próximo año.
En el transcurso de tres días, un caso de maltrato animal en Ciudad Juárez escaló hasta convertirse en un doble hecho violento que concluyó en la muerte de dos hombres, el cual además evidenció las limitaciones del marco legal frente a personas con adicciones, problemas de salud mental y conductas agresivas.
Lo anterior, luego de que un hombre que primero mató a un perro y al día siguiente asesinó a golpes al pastor de una iglesia cristiana, finalmente falleciera cuando se llevaba a cabo su audiencia de vinculación a proceso por el delito de homicidio.
Sobre este hecho, el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar señaló que es necesario revisar el marco legal para que las autoridades cuenten con mayores herramientas al enfrentar situaciones similares, ya que se enfrentan también a problemas de salud mental y adicciones.
El cuerpo del perrito asesinado fue recogido por personal del DABA / Foto: Cortesía
Los hechos
El jueves 6 de noviembre, vecinos de la colonia Nuevo Hipódromo denunciaron la agresión de un hombre contra un perro, a quien golpeó hasta causarle la muerte, cuyo cuerpo fue rescatado por el activista Oswaldo Robledo y por lo que el responsable fue detenido por elementos de la Policía Municipal.
Al respecto, Adrián Sánchez Contreras, vocero de la corporación policiaca, informó a Circuito Frontera que el hombre fue consignado tras reportarse que estaba alterando el órden público y que se encontraba desnudo en la vía pública.
Sin embargo, tras permanecer algunas horas en la estación se le buscó un espacio a dónde remitirlo, ya que la persona padecía de sus facultades mentales y se encontraba en estado de intoxicación.
Explicó que, ante la ley, si una persona padece de sus facultades mentales no puede ser consignada por la comisión de un delito, razón por la que no se turnó por el homicidio del perro ante las autoridades estatales.
Indicó que se buscó trasladarlo a un hospital psiquiátrico y no fue admitido por falta de espacio y finalmente fue internado en un albergue cristiano, debido a que fue el único lugar en dónde se admitió.
Homicidio del pastor
Sin embargo, un día después, el viernes 7 de noviembre, el mismo hombre, identificado por testigos como Edeer Issel Ávila Moradel, quien fue detenido nuevamente, pero esta vez por el homicidio del pastor que dirigía el albergue cristiano en la colonia Kilómetro 29.
De acuerdo con el reporte oficial, agentes del Distrito Sur atendieron un reporte de un sujeto agresivo que atacaba a otra persona en el techo de una vivienda. Al llegar, los oficiales encontraron al agresor golpeando con un bat metálico a la víctima, mientras vecinos intentaban detenerlo lanzándole piedras.
Bat metálico asegurado por la Policía Municipal en la escena del homicidio del pastor / Foto: SSPM
Tras un forcejeo, los policías lograron someterlo y aseguraron el objeto con el que cometió el crimen. De manera extraoficial, la víctima fue identificada como Mauro Cabañas, quien ya no presentaba signos vitales.
Por este hecho, el vocero de la corporación policiaca, indicó que Edeer Issel fue consignado ante la autoridad correspondiente y se le formuló imputación por el delito de homicidio, por lo que permanecía de manera precautoria en el Cereso 3 de Ciudad Juárez.
Sin embargo, este lunes 10 de noviembre, durante la audiencia de vinculación a proceso, el hombre fue hallado sin vida en el área de celdas procesales de Ciudad Judicial, luego de un receso ordenado por el juez, donde personal médico confirmó su fallecimiento.
Sobre el deceso, personal de la Fiscalía General del Estado dio a conocer que la causa de muerte fue por tromboembolia pulmonar, esto significa que la persona tenía coagulos de sangre en los pulmones.
Vacío legal
Sobre este caso, el presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, explicó que los agentes no pueden retener a una persona si no existe un motivo legal, aunque sea evidente su peligrosidad, y que este tipo de limitaciones legislativas deben ser revisadas por el Congreso.
«Más que los protocolos es la ley. Nosotros tenemos que ajustarnos a la ley. Entonces, este es un tema que los legisladores tienen que revisar para darle más herramientas a la autoridad. Es decir, son, al final de cuentas, las leyes las que en todo caso tienen que adecuarse.
Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Ciudad Juárez / Foto: Municipio
Señaló que un policía municipal o estatal (incluso la Guardia Nacional) no puede hacer algo o no debe hacer algo que esté fuera del marco legal, por ello la necesidad de revisar la ley y ajustarla para que este tipo de cosas no sucedan.
«Si la persona es adicta y no está en posesión de droga que permita su consignación, pues se le tiene que remitir a un centro de rehabilitación. Tiene que haber algo en la ley que nos permitiera consignarlo, que por cierto, es una cantidad impresionante de personas que se han consignado y de órdenes de aprehensión que la que nosotros hemos detectado», dijo.
Comentó que al inicio de su administración, el promedio mensual de órdenes de aprehensión detectadas por la Policía Municipal era de 14 ó 15 al mes, cifra que se fue incrementando desde el trienio anterior, ya que se llegó a un promedio de entre 130 y 135 mensuales.
Agregó que para el primer año de esta segunda administración como alcalde, el promedio fue de 160 órdenes de aprehensión detectadas. Sin embargo, en los casos de seguridad hay cosas que no pueden evitarse.
«¿Qué se evitó al lograr detectar 160 órdenes de aprehensión por mes? Seguramente son muchas cosas que se evitaron», añadió el edil.
Este caso ha generado un debate en Ciudad Juárez sobre la falta de respuesta institucional ante conductas violentas y los vacíos legales que impiden actuar de manera preventiva, por lo que es necesario hacer cambios en la legislación.
Durante la presentación participaron Luis Carlos Salazar Quintana, Marlon Martínez Vela y Guadalupe Santiago Quijada, junto con el autor. El diálogo abordó la relación entre historia, narrativa y memoria colectiva en el contexto fronterizo.
Perezdíaz comentó que la idea del libro surgió a partir de un rifle antiguo cuya patente data de 1865. El hallazgo lo llevó a investigar los acontecimientos mundiales de ese periodo y a desarrollar una historia contada desde distintas miradas.
El escritor Roberto Perezdíaz durante la presentación de su libro Juárez en la mira / Foto: Cortesía
El autor explicó que buscó incluir la presencia femenina y las tensiones raciales en tiempos de guerra. Destacó el papel de los pueblos originarios como actores fundamentales dentro de los procesos históricos del siglo XIX.
Salazar Quintana resaltó la capacidad del autor para unir documentación y ficción al representar los contrastes del país. Mencionó que la novela permite reflexionar sobre los vínculos entre la historia nacional y la identidad de la frontera.
Guadalupe Santiago señaló que la obra elimina las fronteras entre realidad y ficción, invitando al lector a involucrarse activamente. Dijo que la narrativa plantea a la frontera como un espacio de decisión y refugio más que de periferia.
Perezdíaz, egresado de la Universidad de California en Berkeley y del Colegio de México, recordó que también es autor del libro Más sabe el diablo, publicado en 2012. En ese volumen reunió once cuentos ambientados en la región El Paso–Juárez.
Las verificaciones se realizaron en el área de la “Plaza de la Mexicanidad”, donde personal de seguridad inspeccionó el sitio señalado para confirmar que no existieron detonaciones ni movimientos vinculados con enfrentamientos, según los reportes compartidos por ambas partes.
El secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez, informó que durante la revisión no se localizaron casquillos, túneles ni otros indicios que sustentaran la versión difundida en redes sociales sobre agresiones al personal fronterizo.
Furante la revisión no se localizaron casquillos, túneles ni otros indicios / Fotografía: Redacción
Loya Chávez precisó que la estructura inicialmente reportada como túnel corresponde a una ventilación del drenaje pluvial, conforme a la inspección realizada por equipos técnicos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y Protección Civil.
El funcionario subrayó que la coordinación entre corporaciones federales y agencias estadounidenses permitió una respuesta inmediata y el intercambio de información para garantizar seguridad en la franja fronteriza.
Elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Municipal de Juárez efectuaron patrullajes de supervisión en el bordo internacional y en los sectores colindantes con El Paso, Texas.
Los primeros indicios del movimiento delictivo se detectaron el año pasado en zonas limítrofes con Durango y Sinaloa, luego de los enfrentamientos entre grupos armados en esa región, que originaron incursiones hacia territorio chihuahuense.
El secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez, explicó que la primera incursión documentada ocurrió en septiembre del año anterior en Ojinaga, donde se registró un incremento temporal de homicidios vinculado al desplazamiento de células criminales.
La primera incursión relacionada con el ‘efecto cucaracha’ se registró en septiembre del año pasado en Ojinaga / Foto Cortesía
Tras los hechos, corporaciones estatales y federales desplegaron operativos en coordinación con la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fiscalía General del Estado, lo que permitió la detención de siete personas relacionadas con esa incursión inicial.
Aun con el reforzamiento de las bases de operación en la frontera de Guadalupe y Calvo, la extensión de la sierra dificulta la contención total del fenómeno, donde también actúa un cártel con presencia local en la zona sur.
En el municipio de Moris se identificó la incursión de un grupo distinto vinculado al conflicto de Sinaloa. Tras el ataque contra agentes estatales, los operativos posteriores permitieron recuperar el control y reducir la tensión en la región.
Las autoridades mantienen vigilancia permanente en los corredores que conectan Chihuahua, Aldama, Coyame y Ojinaga, donde se ha asegurado armamento, vehículos blindados y talleres clandestinos, en seguimiento al avance de grupos criminales en la franja serrana.