A poco más de un mes de iniciar operaciones, el próximo 25 de noviembre es la fecha en que tentativamente cerrará el refugio para migrantes “Onix“, que el Municipio habilitó de manera improvisada, tras la llegada masiva de personas originarias de Venezuela.
El inmueble que funciona como albergue está ubicado de manera temporal en el área conocida como San Lorenzo, luego de aperturarse el pasado 17 de octubre de este año, dio a conocer este lunes el alcalde Cruz Pérez Cuellar.
Lo anterior, pese a la problemática que se vive en el área del Río Bravo, donde al menos mil 300 migrantes venezolanos han decidido acampar en casas de campaña improvisadas con cobijas, sábanas y madera vieja.
En relación al campamento, dijo que lo más complejo ha sido el manejo de la basura generada en el lugar, aunque que diariamente personal de la Dirección de Limpia acude al sitio para recoger los desechos generados.
“Da una muy mala imagen a la ciudad a nivel nacional e internacional, porque da la impresión de que no tenemos lugar para ellos, cuando sí tenemos. No vamos a actuar solos, lo haremos con el Estado, con la Federación y también está involucrado de alguna manera el consulado de los Estados Unidos”, comentó.
Sin embargo, lo que más preocupa es salvaguardar la integridad de quienes ahí permanecen, por lo que se mantendrán en pláticas con ellos, con la constante invitación a ingresar a alguno de los albergues gubernamentales o privados que funcionan en la localidad.
El edil indicó que este espacio representa un problema para el Municipio, debido a que no se cumple con las reglas que se establecen en los demás albergues de la ciudad, lo cual, consideró, ha generado un “ambiente de anarquía” entre los usuarios.
“Yo respeto mucho todas las opiniones, pero son temas de Derechos Humanos. El Onix lo hicimos de buena fe, pero ya resultado ser un problema porque no se cumplen ahí las reglas que se cumplen en los demás albergues de entrada y salida, para determinar si se quedan o se van”, dijo.
El funcionario además aseguró que no habrá más albergues nuevos hasta que los que ya están operando se encuentren al borde de su capacidad.
“No vamos a dejar a la gente a la intemperie, ya que hay espacio. Creo que debe darse en el albergue, tenerlos resguardados en los lugares acreditados para ello y que cumplen con normas de derechos humanos internacionales, no es un tema menor, abrir albergues sería una irresponsabilidad para con ellos y para la ciudad”, apuntó.