Un pequeño grupo de 10 personas que pertenecen a la comunidad de “Centro Vida” observaron con preocupación un problema de gran impacto para la ciudad que era atendido, aunque no lo suficiente, por lo que decidieron predicar su fe desde otro ángulo: alimentar al prójimo.
Ana Claudia Cordero, una de las integrantes de este grupo, impulsó la actividad de preparar burritos y salir a repartirlos por las calles del Centro de la ciudad, con el fin de poder brindarle al menos un alimento a los migrantes que habían llegado a Ciudad Juárez en fechas recientes.
“Cuando recién comenzamos, empezamos en la calle. Andábamos con las hieleras con los burritos, pero luego ya nos proporcionaron este lugar y todos los que nos conocieron en el trayecto ese que anduvimos repartiendo burritos por la Catedral se vinieron para acá. Entonces hemos tenido muy buena respuesta, pues de repartir 50 burritos estamos repartiendo ahora 300”, relató Ana Claudia.
El trabajo duro
Luego de constancia y arduo trabajo, los feligreses pasaron de repartir alimentos en hieleras a establecerse en un lugar comercial, ubicado en la zona del Pasaje del Correo, en el cual hoy en día realizan mucha más labor social.
Actualmente son miembros de la misma comunidad quienes realizan los donativos en efectivo o en especie para poder preparar los alimentos.
Alimentar a una familia es complicado; dar comida asientos lo es aún más. Sin embargo, el pequeño grupo logró crecer y ahora se rotan para poder prestar ayuda en el comedor, para que con esto todos puedan participar y tomar descansos periódicos.
Otros servicios que brindan son curaciones básicas, ya que lo que empezó como una actividad enfocada en migrantes creció y hoy por hoy acuden varias personas locales en situación de calle.
Verse bien es otra manera de alimento
Con el objetivo de dignificar a las personas mediante el corte gratuito de cabello y donación de ropa. Son miembros de la comunidad quienes se apuntaron para poner su granito de arena y aportar su talento a la causa.
Muchos de los que llegan, entran al umbral del comedor “La Vid” desaliñados y salen con ropa limpia y una nueva imagen.

Pero esto no frena aquí, ya que a futuro, Ana Claudia piensa en una ayuda que trasciende a lo efímero de los alimentos: talleres para autoempleo y clases de arte.
Explicó que de esta manera, las personas puedan salir de su situación actual e integrarse de manera útil y productiva a la sociedad.
Este comedor funciona todos los jueves a las afueras del Pasaje de Correo, a partir de las 9 de la mañana y hasta las 11, por lo que las personas que deseen apoyar pueden acudir a este domicilio.