Edgar Ramírez, agregado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos
Redacción / Circuito Frontera
El gobierno de Estados Unidos dio a conocer a través de un comunicado de prensa que reanudan las deportaciones aceleradas de migrantes durante esta semana.
Edgar Ramírez, agregado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, informó que las agencias Estados Unidos están dando cumplimiento a la decisión del Tribunal Federal de restablecer los Protocolos de Protección al Migrante.
Refirió que mientras se apela esta decisión, continúan con el cumplimiento de las leyes de inmigración y las restricciones fronterizas impuestas a causa de la pandemia por Covid-19, en tanto se encuentra vigente el Título 42
“También hemos reanudado las deportaciones aceleradas. Nadie debe intentar ingresar a los Estados Unidos de manera irregular, no vale la pena el riesgo para la salud o la deuda en la que se incurre”, manifestó.
Indicó que el Gobierno de Estados Unidos continuará devolviendo a los migrantes irregulares que intenten ingresar a territorio norteamericano conforme ley y las políticas de ese país.
Alejandro Chong Armenta, presidente local de Canirac
Redacción / Circuito Frontera
La inflación del 5.6 por ciento que se ha registrado en el último trimestre del año, de acuerdo con datos del INEGI, tuvo un impacto negativo en el sector restaurantero, pues resintieron el aumento en el costo de sus insumos.
Alejandro Chong Armenta, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), dio a conocer que, actualmente, el gremio está atravesando por una situación muy complicada.
Dijo que las ventas suben y bajan cada semana, sin embargo, su mayor afectación es la limitación que les marca la ley, debido a las restricciones por el semáforo sanitario.
Señaló que es una situación muy complicada para los negocios, quienes aún están sobrellevando las pérdidas registradas, luego de la crisis económica que derivó de la pandemia por Covid-19.
“Pues sube y baja, sube y baja. Más con la inflación del 5.6 por ciento. Nuestros costos de insumos están subiendo”, recalcó el representante del sector empresarial.
Refirió que, por ejemplo, el tomate anteriormente tenía un costo de 19 pesos el kilo y ahora es de 23; la cebolla tuvo un incremento de 6 pesos a 8, mientras que la carne de res subió un 10 por ciento; la carne de cerdo un 20 por ciento, y el marisco un 35 por ciento.
Manifestó que, aunado a esta situación, los recibos y las rentas mantienen sus costos al 100 por ciento.
“Nosotros estamos al 50 por ciento. Con ese aforo nos estamos tambaleando. De nuestros afiliados, algunos optaron por subir precios, otros no y han buscado como ir jugando con las guarniciones para no elevar los precios”, comentó.
Expuso que es una situación que les preocupa en sobremanera, pues están atravesando por un mal momento, al igual que sus comensales y la ciudadanía en general.
“Nosotros estamos pasando un mal momento, nuestros comensales están pasando un mal momento. Muchos de nosotros estamos aguantando los precios. No nos podemos dar el lujo de perder a nuestros clientes porque son nuestro apoyo para respaldar a nuestros colaboradores y sus familias”, concretó Chong Armenta.
Ricardo Melgoza Ríos, profesor-investigador de la UACJ
Redacción / Circuito Frontera
El profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Ricardo Melgoza Ramos, manifestó que el cierre de las fronteras ha tenido un impacto tanto en la economía juarense como la paseña.
Dijo que, aún cuando no se sintió en un principio, los comerciantes paseños están “quebrando” tras cierre de puentes fronterizos, por lo que ha sido una afectación en ambos lados de la frontera.
Señaló que Ciudad Juárez y El Paso funcionan como una economía binacional, en donde ambas se benefician de las visitas en ambos lados de la frontera, lo cual está detenido desde hace casi 18 meses.
Expuso que, en un principio, los comerciantes de El Paso no sintieron tan fuerte las afectaciones de que las fronteras estén cerradas, debido a la inyección de recursos que dio el presidente de Estados Unidos a la población, con motivo de las restricciones por el Covid-19.
El catedrático de la universidad añadió que una vez que se terminaron los subsidios por parte del gobierno es que la población comienza a sentir la falta de la derrama económica.
Una vez más, la voz del coro que advierte a Gittes que mida su desmesura, pero sabemos que no se detendrá como Edipo con el asunto del labriego porque su hybris supera a su areté ya que en Barrio Chino como en la obra de Sófocles la até, el destino fatal del héroe se encuentra en él desde que inicia la trama, nace con él porque el héroe es la tragedia.[1]
El repliegue en la narrativa nos indica el descenso al infierno y justo en el momento en que Gittes quiere contactar a Hollis para enmendar su ofensa éste aparece muerto en una de las presas propiedad de la familia Mulwray como si el destino tratara de advertirle a Gittes que desista en su búsqueda, pero ahora lo que inició como una infidelidad extramarital se convierte en un caso de homicidio, lo que confirma la maldición que pesa en este cosmos maldito que va en caída, como nos advirtió el solo de trompeta melancólico que abre la película como la voz profética del adivino Tiresias en Edipo Rey.
Sobre este asunto es interesante retomar la escena previa al descubrimiento de la muerte de Hollis cuando Gittes visita su mansión y antes de ser recibido por Evelyn se dirige al jardín trasero donde ve a un empleado quitar la hierba infectada por el agua del estanque que adorna el patio, una vez más el agua pantanosa y mientras el jardinero trabaja le dice a Gittes: “Mala para el jardín”, refiriéndose al agua, a la que Gittes echa un vistazo que le revela el brillo de algo en el fondo del estanque, un objeto brillante que llama su atención como si éste objeto sumergido estuviese cristalizado en el tiempo a la vez que sirve como el hilo de Ariadna que guía a Teseo en el laberinto cuando derrota al Minotauro, en este caso para Gittes es una pista que viene de la gruta que oculta la voz del oráculo como si abriésemos una cloaca donde desechamos todo aquello que no queremos ver pero cuando vuelve a la superficie regresa de forma destructiva y caótica reclamando nuestra insensatez e imprudencia al haber perturbado el orden cósmico de los dioses que aprisionan nuestro destino.
Por este motivo la tragedia en Barrio Chino da una sensación de repliegue porque sus tomas de cámara evaden aquello que los dioses no nos permiten ver para después engullirnos una y otra vez como queda evidente con la muerte de Hollis que provoca un misterio dentro de otro misterio.
El agua turbia en el estanque de la mansión de Hollis que infecta la hierba es un reflejo de la corrupción de la familia Mulwray que desvía el agua del valle que pertenece a los campesinos para llevarla a la ciudad de Los Ángeles, de hecho cuando le realizan la autopsia a Hollis el forense descubre agua en sus pulmones pero no es el agua de la presa donde fue encontrado ya que la investigación revela que es agua salada como la que se encuentra en el estanque del patio de la mansión de Hollis lo que demuestra que la semilla maldita ha estado escondida donde Gittes vio aquel destello del objeto sumergido dentro del estanque.
Estas señales que se presentan a lo largo de la película son el aviso del coro griego que nos pone en escena la tragedia que está por desencadenarse y Gittes como buen héroe trágico se verá engullido por su propia hybris que le nubla su razón si prestamos atención al diálogo que tiene con Evelyn: “Su marido fue asesinado. Alguien ha estado arrojando miles de galones de agua de los depósitos locales y se supone que padecemos una gran sequía. Él logró descubrir eso y lo mataron. Hay un ebrio en la morgue, muerte involuntaria. Pero nadie quiere detectar el problema porque no les interesa. Parece que media cuidad trata de ocultarlo y todo es perfecto para mí. Pero señora Mulwray estuve a punto de perder la nariz y me gusta […]. Y sigo pensando que usted oculta algo” (circa 49:54).
El misterio de Evelyn nos lleva a su padre Noah Cross si recordamos sus reacciones cuando habla de él sobre el conflicto del agua con Hollis que provocó la ruptura familiar, por tanto este árbol genealógico funciona a manera de laberinto y el tronco es Noah Cross, ya que más adelante descubrimos que fue él quien contrató a la mujer que se hizo pasar por Evelyn en un principio, haciendo correr el veneno del primer plano de la película al puro estilo de la tragedia griega.
Incluso Noah, usurpa la voz del coro en la escena donde charla con Gittes sobre la muerte de Hollis al hacerle una advertencia que se torna siniestra viviendo de él: “Puede creer que sabe lo que está haciendo. Pero créame no lo sabe” (circa 63: 17).
Poster de «China Town» / Tomada de Internet
Es interesante analizar los detalles en esta escena, sobretodo en el platillo que le sirven a Gittes que es cabeza de pescado, pues recuerda aquél que estaba en el cuadro de la oficina de Yelburton,, reforzando la idea de que Gittes acabará como el pez atrapado y engullido por su propia hybris.
Si analizamos la conversación que se desarrolla en el momento en que Evelyn y Gittes comparten un momento de intimidad y él hace un recuento de su pasado como policía en el barrio chino cuando ella le pregunta “¿Qué estaba haciendo allí?” a lo que él responde “Lo menos posible” (81:44); y enseguida cuando acaban de compartir un momento sexual ella le reclama “No le agrada hablar del pasado, ¿verdad?” y Gittes le contesta “Les molesta a todos los que trabajan allá […] en el barrio chino […]. Para mí sólo hubo mala suerte […]. No puede saberse lo que está pasando. Como con usted” (84:50).
Interesante que aquí Gittes compare a Evelyn con el barrio chino que viene siendo el pasado trágico que Gittes quiere olvidar pero no puede cuando Evelyn insiste en su charla “¿Por qué fue mala suerte?” y en la respuesta que da Gittes se presenta otra anagnórisis: “Traté de evitar que lastimaran a alguien. Y terminé asegurándome que la dañaran”, a lo que Evelyn pregunta “¿Hubo una mujer involucrada?”, Gittes contesta “Por supuesto” y Evelyn vuelve a preguntar “¿Murió?” (85:15).
Es en este momento de intimidad que la voz del coro se manifiesta porque su conversación nos advierte la tragedia que impregna todo el drama, como en Edipo Rey cuando Edipo por fin se da cuenta sobre la verdad de su estirpe maldita: “Y nadie, sino yo, es quien ha lanzado sobre mí mismo tales maldiciones. Mancillo el lecho del muerto con mis manos, precisamente con las que le maté. ¿No soy yo, en verdad, un canalla? ¿No soy un completo impuro?”[2]
Cuando Gittes regresa a la mansión donde se encuentra el estanque, el jardinero vuelve a mencionar el agua salada que es “mala para el césped” lo que le recuerda el reporte de la autopsia que se le hizo a Hollis donde aparecía agua salada en sus pulmones, la misma agua salada que se encuentra en el estanque del jardín de Evelyn donde anteriormente habíamos visto un objeto brillante y que ahora el jardinero extrae para Gittes quien se da cuenta que son unos anteojos similares a los que usaba Hollis.
La muerte de Hollis sucedió en ese lugar y, en efecto, la causa de muerte fue asesinato y no por una caída accidental, como la policía había hecho creer y se apunta a Evelyn como sospechosa. Es interesante ver cómo ciertas escenas son reflejo de escenas anteriores. En este caso la segunda escena en el jardín evoca a la primera en una especie de ritornelo visual que Polanski pone frente a nosotros para hacernos ver que las secuencias de la película también funcionan como advertencias del repliegue narrativo que nos engulle en el delirio obsesivo de Gittes por descubrir la verdad.
Los diálogos del coro en Edipo Rey nos recuerdan una y otra vez la tragedia que se avecina insistiendo en el até, que es el destino fatal de la obra producto de la hybris de los personajes.
La ensoñación etílica de esta tragedia desata toda su toxicidad cuando lo que en un inicio parecía un simple caso de rutina para Gittes revela una trama envuelta en una red de apariencias y mentiras lo que nos lleva al momento climático de la película, en la que es una de las escenas mejor logradas en la historia del cine cuando Evelyn es interrogada de forma brutal por Gittes al preguntar la identidad de la amante de Hollis que se encuentra oculta en la casa secreta de Evelyn quien es cuestionada de forma furiosa por Gittes: “¡Dije que quiero la verdad!”, por tanto Evelyn se ve forzada a sacar a la luz el secreto de la gruta maldita que es su familia, que es ella misma al revelar lo siguiente a fuerza de bofetadas: “¡Ella es mi hermana y mi hija!”.
La anagnórisis se presenta como un momento desgarrador y abominable, en este caso el incesto de Evelyn con su padre Noah Cross es un eco de la tragedia de Edipo en la obra de Sófocles y la escena antes mencionada es un reflejo del interrogatorio al que es sometido el servidor por parte de Edipo cuando por fin se da cuenta que su esposa Yocasta es su madre: “¡Ay, ay! Todo se cumple con certeza. ¡Oh luz del día, que te vea ahora por última vez! ¡Yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los que no podía y habiendo dado muerte a quienes no tenía que hacerlo!”[3]. La maldición de la familia Mulwray es similar a la maldición de la estirpe de los labdácidas a la que pertenece Edipo.
La escena final regresa a Gittes al lugar donde su pasado lo atormenta, es decir al barrio chino si recordamos la historia que le relató a Evelyn por tanto la advertencia del coro queda sellada y el laberinto espinoso se repliega para engullir el cosmos y sus integrantes en el momento que Evelyn trata de huir en el auto junto con su hija, pero el até obstruye su escape cuando uno de los oficiales de policía contratados por su padre le dispara cumpliéndose así la maldición que pesa tanto en Evelyn como en Gittes, quien ve como nuevamente hizo que lastimaran a alguien a quien intentaba ayudar y curiosamente el diálogo que sale de su boca ya está poseso por el lamento del coro cuando ante el cadáver de Evelyn dice “Lo menos posible” al no haber impedido el destino fatal de Evelyn producto de su hybris.
En cuanto a Evelyn la escena de su muerte es reveladora, ya que el disparo que termina con su vida le perfora uno de sus ojos lo que cobra un significado simbólico cuando en una escena anterior Gittes se acerca a Evelyn y le dice “Hay algo en su ojo” que es una mancha en el iris; por tanto el disparo final es un eco de esta señal, similar a la advertencia que el adivino Tiresias le lanza a Edipo “y tú, que ahora ves claramente, entonces estarás en la oscuridad”[4] de ahí la sentencia final que cierra la tragedia cuando Gittes se da cuenta que ha sido engullido como el pez que no tiene escapatoria con el diálogo de su colega Walsh “Olvídalo Jake. Es el barrio chino” (circa 128:20).
Aquí te dejamos el Facebook de nuestro colaborador Athal Wolf
Campbell, Joseph, El héroe de las mil caras, (trad. Luisa Josefina Hernández), México, FCE, 1972, 241 pp.
Esquilo, Tragedias, (trad. y ns. Bernardo Perea Morales). Gredos, Madrid, 1986, 583 pp. [Biblioteca Clásica Gredos 97].
Gutiérrez, Fátima, “El héroe decadente” Thélème. Revista Complutense de Estudios Franceses, 2000, 15, p. 81.
Jaeger, Werner, Paideia: los ideales de la cultura griega, (trad. Joaquín Xirau). FCE, Ciudad de México, 1996, 1151 pp.
Sófocles, Edipo rey en Tragedias, 872-880, (trad. y ns. Assela Alamillo). Gredos, Madrid, 1981, p. 344. [Biblioteca Clásica Gredos 40].
Sófocles, Edipo rey, (ed. Richard Jebb, trad. Assela Amalillo). Cambridge, 57 pp.
Película.
Roman Polanski (dir.), Barrio Chino [Chinatown], (prod. Robert Evans; ed. Sam O’Steen; mús. Jerry Goldsmith; fotógr. John A. Alonzo; elenc. Jack Nicholson, Faye Dunaway, et. al.; guión Robert Towne). Paramount Pictures. Estados Unidos, 1974, 131 min., [Película].
Daniel Cereceres Rosales, líder de UIVAC en Ciudad Juárez
Redacción / Circuito Frontera
El líder El de la Unión Independiente de Vendedores de Autos y Camiones Usados (UIVAC) en Ciudad Juárez, Daniel Cereceres Rosales, exigió en rueda de prensa al presidente de la República se den a conocer los términos en que se llevará a cabo la regularización de vehículos de segunda mano en el país.
Lo anterior, luego de que hace dos semanas, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizara un pronunciamiento sobre un decreto para regularizar vehículos.
Manifestó que actualmente cuentan con un arancel muy alto en vehículos de este tipo, pues de los años 2010 y anteriores se paga el 50 por ciento de arancel más el 16 por ciento de IVA, por lo que en total la importación es de alrededor de 40 mil pesos.
“El problema no es este gobierno. Este decreto está establecido desde el 2008, lo que queremos es que nos graven el 1 por ciento de arancel, así estos vehículos estarían pagando de 10 mil a 15 mil pesos”, señaló.
Recalcó que los vehículos modelo 2010 y anteriores pagan el 50 por ciento de arancel más 16 por ciento de IVA, por lo que, en total, la ciudadanía paga el 66 por ciento de impuesto, lo cual adolece y es aberrante un arancel tan alto.
“Lo que tenemos es un decreto con aranceles caros y restricciones. También tenemos un problema grave con vehículos de terceros países. Su número de serie empieza con letras. De un padrón de 50 mil vehículos, es de al menos un 30 por ciento, porque no están dentro del Tratado de Libre Comercio”, expuso.
Cereceres Rosales indicó que el decreto sólo contempla a los vehículos provenientes de Estados Unidos, sin embargo, es una cantidad considerable que es de países europeos.
Indicó que la propuesta es que de esta fecha a diciembre se puedan importar este tipo de vehículos, con el fin de la población pueda meterlos dentro del marco legal.
Manifestó que con una modificación del decreto, se trata de una situación ganar-ganar, pues el Estado tendría mayor recaudación de impuestos y la ciudadanía tendría acceso a un vehículo a un costo relativamente barato.
Agregó que con el pronunciamiento del presidente de la República hace unos días se paralizó la actividad comercial en este tipo de giro, desafortunadamente.
“Nos falta y exigimos a la gente que está cerca del presidente que le digan nos dé a conocer cuándo se va a llevar a cabo (el decreto) y cuánto le va a costar a la gente”, concretó.
Norma Montoya Hinojos es una artista juarense que se dedica a escribir literatura eróticaen sus tiempos libres y, hasta antes de la pandemia, a leerla en público.
La narradora cuenta con una maestría en Apreciación y Creación Literaria de la Casa Lamm, además de que es egresada de la carrera de Literatura Hispano-mexicana de la UACJ.
Platica que su primer acercamiento con este tipo de literatura nace de la falta de artistas femeninas que narren este tipo de historias. Desconoce si por el tabú que existe o el interés del público.
“Me di cuenta cuando leía una poesía de Sabines que había narrativa con esta temática, pero no hecha por mujeres, con una sexualidad libre. Quería, tal vez no ser pionera, pero sí alguien que hable libremente de su sexualidad”, señala.
A raíz de esta inquietud, se involucró en un proyecto colectivo con otros escritores juarenses como Karen Cano, Violenta Schmit y Juan Carlos, pues juntos formaron el colectivo “Los Hijos de Sade”.
“Todo fue para una mesa de escritores, porque querían que fuera un colectivo. Fue algo muy espontáneo y duramos juntos como año y medio”, relata.
Dice que antes de que la pandemia llegara a esta frontera, realizaron intervenciones de lecturas en las calles, principalmente en la zona Centro, así como acudieron también a una lectura en el Museo del INBA.
Debido a este tipo de intervenciones lograron tener más seguidores e incluso, en una ocasión casi los arrestan por “perversión de menores”.
“Una vez en el Centro, la policía casi nos lleva arrestados a todos por perversión de menores, porque me puse a leer y a gemir y hacer ruidos pornográficos, pero así era el cuento”, expresa riendo.
Hasta el momento, Norma no cuenta con una publicación de su repertorio, pero está en la búsqueda de publicar un libro sobre este tipo de literatura.