La muerte de Edeer Issel Ávila Moradel dentro de las celdas procesales de Ciudad Judicial cerró abruptamente un caso que en tres días escaló del maltrato animal al homicidio… pero también destapó un antecedente: estaba acusado en Estados Unidos por el asesinato de una mujer en el 2011.
Aunque éste no sería el único antecedente que Edeer tendría con el gobierno estadounidense, pues también era buscado por el delito de distribución de metanfetaminas por la oficina de Administración de Control de Drogas (DEA).
#Indianapolis man, Edeer Avila, accused of murdering & mutilating woman — removing her eye balls — heads to court. pic.twitter.com/VDsGYk9I2v
— Marc Mullins (@MarcMullins1) November 12, 2014
Mientras que aquí en Ciudad Juárez, el hombre de 34 años asesinó a un perro y un día después cometió el homicidio de un pastor, a quien le quitó la vida a golpes y, finalmente, dos días después el agresor falleció en una celda mientras esperaba su sentencia.
Violencia escalada
En el 2011, en la ciudad de Indianápolis, Indiana, un hombre identificado como Edeer Ávila fue encontrado cubierto en sangre afuera de una vivienda donde yacía el cuerpo de una mujer, a quien habían removido los ojos.
En el lugar, testigos que se encontraban en la escena del crimen indicaron que el hombre había recibido una evaluación psiquiátrica días antes del asesinato, de acuerdo con archivos periodísticos.
Según la versión de los medios locales, Ávila asesinó a Bessey Martínez-Flores y le sacó los ojos, en hechos ocurridos en una vivienda ubicada sobre la avenida South Pershing, por lo que fue detenidos por las autoridades.
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Los reportes documentales refieren que, en el proceso estadounidense, Edeer se declaró culpable de homicidio voluntario bajo el argumento de enfermedad mental, por lo que recibió una sentencia de 20 años.
Sin embargo, las leyes de Indiana previas a 2014 permitían la reducción a la mitad del tiempo por buena conducta, por lo que, a pesar de que la sentencia que recibió fue dictada en el 2015, se le aplicó la norma anterior al considerar la fecha del delito.
Registros consultados por medios locales en Estados Unidos indican que el hombre salió libre en 2020, aunque nunca se detallaron públicamente los programas o cursos que pudieron reducir aún más su tiempo en prisión.

Mientras en Estados Unidos el proceso judicial permitió su liberación anticipada, en México su identidad no fue detectada en sistemas locales tras las primeras detenciones, aun cuando éste había sido registrado como fugitivo en el país norteamericano.
Sobre su detención en Ciudad Juárez, autoridades municipales señalaron que el marco legal impide retener a una persona con problemas mentales, incluso si presenta un riesgo evidente, por lo que fue transferido a un albergue cristiano.
REFERENCIAS:







