Desde las 8 de la mañana de este lunes, cientos de campesinos bloquearon los accesos de la Aduana de Ciudad Juárez, para exigir la intervención de autoridades federales ante lo que consideran una crisis agraria que amenaza la producción nacional de alimentos.
La protesta paralizó parcialmente la actividad comercial en los cruces internacionales y dio paso a una jornada marcada por reclamos y llamados a la organización nacional.
Unos 800 productores del campo participaron en la jornada de protesta, distribuidos entre los bloqueos del puente Córdova-Américas y el puente Zaragoza, donde se concentraron para reforzar la presión hacia el gobierno federal y visibilizar la magnitud del descontento rural.

Los manifestantes denunciaron que el campo mexicano vive un proceso acelerado de abandono institucional y que la indiferencia gubernamental ha profundizado la dependencia de importaciones, lo que afecta a miles de familias rurales.
Adrián LeBarón, líder campesino, quien advirtió que los productores permanecen en resistencia ante la falta de garantías para la siembra, el acceso al agua y la comercialización.
Expuso que, durante la actual administración federal, más de un millón de campesinos dejaron de producir y millones de hectáreas quedaron sin cultivar, lo que representa un retroceso crítico en la soberanía alimentaria.
Los inconformes también apuntaron que la ausencia de políticas públicas ha provocado migración rural masiva hacia ciudades del país y hacia Estados Unidos, que agrava la pérdida de mano de obra y la desintegración de comunidades agrícolas.
También que esta situación no es únicamente económica sino social, pues detrás de cada parcela abandonada hay familias que ya no encuentran forma de sostener su vida en el campo.
Oficinas de gobierno
Mientras que en las oficinas de Gobierno del Estado, el complejo conocido como Pueblito Mexicano, Eraclio “Yako” Rodríguez, dirigente del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, advirtió que la nueva legislación en materia de aguas nacionales representa un riesgo directo para el patrimonio rural.
Explicó que cientos de productores consideran que la reforma podría limitar derechos históricos sobre pozos, manantiales y corrientes naturales, lo que para muchos equivale a perder la base misma de su autonomía.
Argumentó que el acceso al agua define la propiedad en zonas agrícolas, y que una regulación que limite ese derecho pone en riesgo la viabilidad de miles de ejidos.
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Rodríguez afirmó que el campo no sólo enfrenta recortes presupuestales sino también un proceso de recentralización del control sobre recursos naturales que podría conducir a que los productores pierdan la capacidad de decidir sobre sus tierras.
Añadió que esta incertidumbre ha generado temor entre ejidatarios y pequeños propietarios, quienes consideran que la reforma podría abrir la puerta a una eventual nacionalización del agua y afectar, incluso, los usos tradicionales que sostienen a comunidades enteras.
Durante la protesta, el dirigente llamó a los ciudadanos a unirse al paro nacional, luego de que la movilización no busca privilegios sectoriales sino defender el derecho a producir alimentos y mantener vivo el campo mexicano.
Los transportistas serán uno de los sectores más afectados si se aprueba la reforma, pues dependen directamente de la actividad agrícola para sostener su trabajo diario.
Estos también bloquearon la carretera que conduce a Ciudad Juárez desde la mañana, donde decenas de tráileres impidieron el acceso y salida de la ciudad.
Los bloqueos continuaron durante el transcurso de la mañana, mientras los grupos campesinos exigieron que el Congreso de la Unión escuche sus demandas y modifique el rumbo de una política pública que consideran pone en riesgo la seguridad alimentaria del país y la estabilidad de miles de familias rurales.







