Este sábado se realizó el Segundo Paseo con Huellitas, organizado por el colectivo «Huellitas Sin Hambre», el cual tuvo el objetivo de pasear a las mascotas que se encuentran en el Centro de Rescate y Adopción de Mascotas del Municipio (RAMM).
Lo anterior, luego de la respuesta de la primera edición, al cual una gran cantidad de juarenses respondieron al llamado con entusiasmo.
Esta iniciativa busca proporcionar un momento de recreación para las mascotas que se encuentran en el RAMM, muchas de las cuales están en espera de ser adoptadas.
Muchos de los perritos se encuentran en espera de ser adoptados / Foto: Cortesía
La fundadora del proyecto, Ana Paula Anaya, señaló el esfuerzo de varios jóvenes que se organizaron para llevar a cabo esta actividad, la cual tiene un impacto positivo tanto para las mascotas como para la comunidad.
Desde tempranas horas de la mañana, los asistentes comenzaron a pasear a los perros que se encuentran en el albergue, ubicado dentro del parque El Chamizal, en el área de Parques y Jardines.
Este evento no solo ofrece la oportunidad de dar un paseo agradable a los animales, sino que también promueve la adopción responsable y la sensibilización sobre el cuidado de las mascotas.
Además de los paseos con las mascotas, los asistentes pudieron disfrutar de diversas actividades como la venta de comida, artículos para mascotas y música, todo en un ambiente familiar y festivo.
Este viernes, un total de 67 cuerpos fueron inhumados en Ciudad Juárez, por agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
A través de un comunicado de prensa se informó que la inhumación se dio luego de que se vieran agotados los procedimientos y estudios técnico-científicos que establece la ley para identificar un cuerpo o localizar a sus familiares.
Personal de la Fiscalía General del Estado, a través de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, informó que los cuerpos recibieron un trato digno, para posteriormente ser sepultados en el Jardín #6 del Panteón San Rafael.
También que se resguardó en el archivo información como: dactiloscopia (en los casos que lo permitan), medicina forense, odontología forense, antropología, perfil genético y lugar de recuperación.
En el documento se informó que del año 2021 se encuentran seis cuerpos; cuatro por fallecimiento doloso y dos de causa natural.
Del 2022 se contabilizaron 12 muertes dolosas y 24 por causas naturales, mientras que del 2023 suman cinco muertes dolosas, 19 naturales y una accidental.
Asimismo, del total de cuerpos inhumados, 13 corresponden a personas del sexo femenino.
Cada uno de los cuerpos localizado en la zona Norte fue colocado en caja de madera y posteriormente depositado en fosas individuales.
Al respecto, Hector Manuel Jacome Hernández, encargado del Departamento de Servicios Periciales, indicó que este acto no solo representa el cumplimiento de la ley en materia forense, sino también un paso importante en el proceso de cerrar el ciclo de búsqueda y reconocimiento de personas desaparecidas.
Agregó además que se brindó acompañamiento a los familiares en el proceso de duelo y resarcimiento.
El caso del Campo Algodonero, conocido mundialmente como el caso González y otras contra México por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se ha convertido en un «parteaguas» en el sistema de justicia penal mexicano, especialmente en lo que respecta a la perspectiva de género y la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Sin embargo, a pesar de que se ha escuchado hablar del caso, muchas personas desconocen cuál fue la razón por la que este caso fue conmemorativo.
Este caso se refiere a la desaparición y posterior asesinato de tres mujeres: Laura Berenice Ramos Monárrez, una estudiante de 17 años; Claudia Ivette González, de 20 años y trabajadora de la industria maquiladora y Esmeralda Herrera Monreal de 15 años, quien era empleada doméstica.
Víctimas del Campo Algodonero / Foto: Redacción
En los tres casos se registraron entre septiembre y octubre del 2001. Las tres mujeres fueron encontradas sin vida en el Campo Algodonero, con signos de violencia y abuso.
Aunque no fueron casos aislados, pues a estos se sumaron otras víctimas que también fueron encontradas en el mismo lugar y de formas similares.
En ese entonces, las autoridades mexicanas mostraron una total indiferencia y falta de empatía hacia las madres y familiares de las víctimas, ignorando sus denuncias y desestimando la gravedad de la situación.
Esta falta de acción por parte del Estado llevó a las familias y organizaciones sociales a acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y, posteriormente, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en busca de justicia y reconocimiento.
La denuncia concluyó en que la Corte Interamericana demandara al Estado Mexicano en 2007, un proceso que tomó dos años en realizarse hasta que se presentó una sentencia en noviembre del 2009.
Sobre la importancia de este caso, Catalina Ochoa, abogada postulante de Legal Estudio Jurídico refirió que la sentencia de la Corte Interamericana en el caso del Campo Algodonero sentó un precedente importante en la lucha contra la violencia de género en México.
Memorial del Campo Algodonero / Foto: Redacción
Explicó que las omisiones fueron muchas, no solo con la atención a los familiares de las víctimas, sino en la prevención de futuros ataques de una de las temporadas más oscuras para Ciudad Juárez, periodo conocido como «Las Muertas de Juárez».
Desde el momento en que el Estado tuvo conocimiento oficial por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en donde advirtió sobre la existencia del «patrón de violencia» contra las mujeres en Ciudad Juárez, hubo una ausencia de políticas destinadas a intentar revertir la situación, manifestó la litigante.
«Con el caso del Campo Algodonero comenzó la aplicación de lo que llamamos la ‘perspectiva de género’ en delitos relacionados con violencia de género. Entonces ¿Por qué la Corte dice que sucedió? porque habla de eso, porque precisamente las personas que encontraron en el camponero son mujeres que fueron encontradas con signos de violencia, de haber sido torturadas, de haber sido primero privadas de la libertad», comentó.
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En México, la condena por el caso del Campo Algodonero tuvo un impacto significativo en la legislación y las políticas públicas relacionadas con la violencia de género.
Una de las principales respuestas ha sido la reforma de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que incluye normas como la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación.
Esta norma tiene como objetivo promover la igualdad de oportunidades para las mujeres en el mercado laboral, garantizando su acceso y permanencia en condiciones equitativas.
Además, se ha fortalecido el Instituto Nacional de la Mujer (INMUJERES), que ahora cuenta con programas de asistencia social y jurídica para las víctimas de violencia y discriminación.
Estos programas buscan brindar apoyo integral a las mujeres que han sido víctimas de violencia, ofreciéndoles atención médica, psicológica, legal y social.
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El INMUJERES también trabaja en la promoción de la igualdad de género y la prevención de la violencia contra las mujeres a través de campañas de sensibilización y capacitación.
Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha implementado el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, una herramienta que busca garantizar que los casos de violencia de género sean juzgados con sensibilidad y enfoque de derechos humanos.
Este protocolo es un paso importante en la lucha contra la impunidad y la discriminación hacia las mujeres, ya que establece pautas claras para que quienes juzgan cumplan con su obligación de promover, respetar y garantizar el derecho a la igualdad y la no discriminación.
El memorial del Campo Algodonero es un recordatorio de la exigencia de justicia contra la violencia contra la mujer / Foto: Redacción
Con mucho interés en escribir este texto, pero también con mucha reflexión sobre mi posición para opinar sobre el tema, en este contexto es que me aventuro a redactar estas líneas sobre algunas acciones ocurridas el pasado 8 de marzo relacionadas a la lucha por los derechos humanos y culturales en Ciudad Juárez.
Aunque en primera instancia quiero extender mi solidaridad y empatía hacia todas las mujeres que valientemente salen a las calles a marchar, pese al actuar cavernícola de autoridades, como es el caso de la lamentable agresión ocurrida en Zacatecas y el terrible escarnio al que se enfrentan año tras año en redes sociales.
Pero retomando el contexto local y el liderazgo femenino en la escena cultural, es inevitable referir a Elizabeth Flores, quien el pasado 6 de febrero tomo protesta como Consejera de Gobierno del Instituto Para la Cultura del Municipio de Juárez y valientemente lucho aunque sin éxito, ante la imposición de Cruz Pérez Cuellar, Presidente Municipal de Juárez y también presidente del Consejo de Gobierno, cuando el viernes 8 de marzo, la mayoría de los Consejeros votaron a favor de la elección de Myrna Barajas como la nueva Directora del Ipacult (dicen por ahí que por recomendación de Miguel Ángel Mendoza Rangel), exceptuando a la maestra Flores y la abstención de Luis Carlos Ortega.
Ese mismo día, la actriz y activista Perla De la Rosa acudió al Centro Municipal de las Artes, donde inicialmente se rumoro se realizaría dicha reunion del Consejo de Gobierno, pero en su lugar encontró una reunion del Cabildo de Juárez para la entrega de la Presea Kirá 2024 a la derechohumanista Yadira Soledad Cortés Castillo, ante un grupo de mujeres de la sociedad civil que mostraron poca sororidad ante la intervención de la ciudadana manifestante.
Vale la pena destacar algunos detalles sobre esto, el primero de ellos, es que el alcalde se encontraba ya en el Centro Municipal de las Artes y su «avanzada» al percatarse de la presencia de Perla De la Rosa, optó por evitar su ingreso.
Eso, según relatan algunas personas que presenciaron lo ocurrido (tal como sucedió el 29 de enero cuando Perla y Hernani Herrera como voceros del Colectivx en defensa del Ipacult esperaron al alcalde al terminar su conferencia «semanera», pero Pérez Cuellar salió por otra puerta para evitar ser abordado por los activistas).
Otro detalle relevante es que la activista aprovecho el espacio ese 8 de marzo para denunciar las irregularidades en la selección del Consejo de Gobierno que eligió a Mirna Barajas como directora de Ipacult, lo cual fue tomado por algunas regidoras de forma altanera, lo que ocasionó que la manifestante lanzara algunas frases icónicas, mientras en la misma escena puede verse cómo una mujer de la policía municipal intenta sacar del recinto a la activista, lo cual es evitado gracias a la valiosa intervención de los medios de comunicación presentes.
Y es que el asunto no es para menos, tras lo ocurrido el pasado 25 de febrero, cuando en compañía de otros manifestantes todos mayores de 60 años fueron reprimidos por protestar de manera pacífica frente a la nueva casa donde reside actualmente el alcalde de Juárez.
El tercer detalle que me interesa referir es una interesante imagen, cuando después de realizar su intervención en el foro del CMA, la activista espera al exterior poder conversar con los medios de comunicación y puede apreciarse una fuerte presencia policiaca.
Al menos hablamos de 10 policías municipales ¿A caso el gobierno municipal quiere coronarse como represor?
Una mujer de nombre Josefina Martínez, quien compartió un video sobre lo ocurrido ese día, también expreso mediante un grupo de whatsapp lo siguiente: «La compañera Perla De la Rosa continúa alzando su voz para que no secuestren los pocos espacios para el desarrollo de la cultura en la ciudad. En este 8M 2024 hay una mujer valiente que enfrenta la violencia estructural ejercida desde el Gobierno Municipal. Mi reconocimiento para ella»
Y es que efectivamente, esa mujer sola, como ya he hecho en otras ocasiones, por mencionar un ejemplo el 24 de enero cuando asistió a la Sesión Ordinaria 57 del Cabildo y solicitó al alcalde públicamente transparencia en el proceso de Selección del Consejo de Gobierno del Ipacult, no repara en hacer escuchar su voz y la de la comunidad cultural y artística que solicitamos la implementación de políticas publicas culturales en un marco de derechos humanos.
Mas allá de los señalamientos que siempre habrá hacia las personas que ejercen liderazgo, creo que podemos coincidir en que no todas las personas en su situación sociocultural están dispuestas a involucrarse de esta manera en las luchas sociales, pues seguramente no faltara el que vea esto como «como decoroso».
Por ello, no quería perder la oportunidad de reseñar lo ocurrido y manifestar mi admiración por Perla y todas aquellas mujeres que luchan no solo el 8 de marzo, sino todo el año no solo por sus propios derechos, sino por diversas causas, incluso buscando el bienestar de otros seres vivos y el medio ambiente, como es el caso del Colectivo en defensa de la Jirafa Benito y el Frente en Defensa del Chamizal como es el caso de la doctora Leticia Chavarría.
Gracias a todas las mujeres que siempre han sido pioneras, lideres, la fuerza de movimientos sociales diversos, defensoras de derechos humanos, periodistas, obreras, amas de casa, etcétera.
Sin ustedes nunca, espero un día tengan que dejar de salir a las calles que dejen de matarlas, ojalá un día la sociedad se preocupe mas por las violencias que ejercemos hacia ustedes que por el «daño» a las paredes.
Ojalá un día la sociedad deje de llamarlas «locas», pero es que caray, parece que son ustedes las únicas que no han enloquecido ante este desinterés hacia el «genocidio», esta terrible pandemia llamada feminicidio.
La locura radica en normalizar ver a diario como desaparecen, violan y matan a personas, pero lamentablemente entre ellas un gran número de niñas y mujeres.
A manera de cierre, les comparto que ese 8 de marzo mi día culminó justamente conociendo a Martha Méndez, el personaje que interpreta De la Rosa en la puesta en escena «Loca» en el Centro Cultural Telón de Arena, la cual no pueden perderse pues si bien la trama se desarrolla en otro contexto, bien podemos encontrar similitudes con el desinterés de las autoridades de casi cualquier nivel cuando de atender las necesidades de la población se trata, al final del día la falta de cordura no se encuentra en las protestas, sino en la apatía a escuchar y atender.
Hasta el momento, los cuerpos encontrados durante las excavaciones en un predio cerca del fraccionamiento Lomas del Valle suman 17, con el hallazgo de tres restos humanos más este jueves.
Lo anterior, luego de que desde hace unos días, agentes de la Fiscalía Genteral del Estado (FGE) realizan excavaciones en un predio ubicado en la calle Rivera Papaloapan y Rivera Lerma, donde se localizaron restos humanos.
Este descubrimiento se suma a los hallazgos anteriores en la misma área, pues en septiembre del año pasado, las autoridades encontraron seis cuerpos, además de restos óseos.
Autoridades informaron que continuarán con los rastreos con la ayuda de agentes caninos conocidos como K9.
De manera extraoficial se supo también que personal del departamento de personas ausentes de la Fiscalía sospecha que podría haber más cuerpos en este cementerio clandestino.
¿Por qué el periodismo es importante en México? ¿Por qué siguen agrediendo a periodistas en este País? ¿Quiénes son los responsables de la violencia a periodistas? ¿Quién castiga a los perpetradores? ¿Por qué seguir haciendo periodismo aquí?
Hoy rememoramos el legado de Javier Valdez, periodista asesinado el 15 de mayo de 2017, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Era un hombre importante, el periodista más valiente de su Estado, pero nos fue arrebatado. Antes de que sucediera, nos dejó un gran mensaje que es contado aquí.
“Javier hablaba de que al buen periodismo le hace falta sociedad que le acompañe. Él se refería a que cuando matan a un periodista realmente… cuando cuando matan a un periodista, cuando lo agreden o lo desplazan, pues están solos, están solos…”, dice Griselda Triana, mujer periodista y activista sinaloense, esposa de Javier Valdez Cárdenas, periodista asesinado el 15 de mayo de 2017.
Recuerda una frase que Javier solía decir mucho, de la que escribía cada vez que un compañero o compañera era agredida en México, pues es usual que esos y esas periodistas valientes den su vida por tratar de cambiar algo de todo lo que está mal a través de sus reportajes, de sus fotografías, de sus videos, de sus reportes en vivo, de sus coberturas, de sus acompañamientos a comunidades y a los defensores; son los que arriesgan el pellejo todos los días por unos cuantos pesos.
Es una frase que retrata una realidad en México: al buen periodismo le hace falta sociedad civil que lo acompañe.
La serie “Hacer periodismo en la soledad” aborda la violencia contra periodistas en México como causa del desplazamiento, explora las consecuencias de vivir en el exilio, y resalta la resiliencia que implica el retorno.
En este capítulo contamos la historia de Javier Valdez, un homenaje a su legado al periodismo en México que nos ayuda a comprender dos cosas muy importantes: el periodismo necesita hacerse en comunidad y que la comunidad debe apoyar el periodismo.
¿Quieres conocer más sobre esta historia?
Escucha el podcast: Crimen y Resiliencia Podcast presenta: La soledad del buen periodismo