El próximo 19 de marzo se llevará a cabo el evento «Rodada Ciclista», donde se espera que acudan más de mil 500 participantes.
El evento es en conmemoración del 46 aniversario del departamento de Rescate Municipal de la Dirección de Protección Civil, así como se busca que se convierta en una tradición.
La invitación es abierta a la ciudadanía, pero también a todos los clubes ciclistas, donde ya han confirmado su participación “Potrancas Salvajes”, “Indomables”, “Bicla 33” y “Bici Cross”.
La Rodada Ciclista se llevará a cabo el próximo domingo a las 8 de la mañana, así como el recorrido de 3 kilómetros iniciará en la Estación Central de Bomberos, sobre la avenida Heroico Colegio Militar, pasando por la calle 5 de Mayo, después por la avenida Vicente Guerrero, para dar vuelta en la calle Ignacio Ramírez y culminar en la Estación de Bomberos número 2, frente al Parque Borunda.
El departamento de Rescate Municipal fue fundado el 18 de marzo de 1977, con base en las necesidades para atender las situaciones de emergencia en la ciudad y, actualmente, cuenta con 54 elementos, entre el personal administrativo, operativo, capacitaciones y grupos tiburones, ciclistas y raptors.
En lo que va de marzo, en promedio, un juarense ha sido asesinado cada ocho horas, pues hasta el 15 de marzo, un total de 50 personas fueron víctimas de homicidio doloso.
Tan solo ayer, el día comenzó con tres asesinatos en dos hechos distintos, de los cuales, en donde una de las víctimas fue mujer.
De acuerdo con información del Observatorio Ciudadano de Ficosec y con archivos periodísticos, en promedio, esta frontera registró 3.3 asesinatos al día, durante las últimas dos semanas.
De seguir con esta estadística, el mes podría concluir con un total de 99 muertes dolosas, lo que representa un aumento del 33.67 por ciento, con respecto al mismo periodo de tiempo del 2022, el cual concluyó con 67 asesinatos en marzo.
Este mes podría incluso superar a enero y febrero en el crimen antes mencionado, pues durante enero se registraron 98 y en febrero 80, según el seguimiento realizado por este medio.
En estos primeros 73 días del 2023, Ciudad Juárez han acumulado 229 delitos de esta índole.
Ciudad Juárez ocupó el puesto número nueve en la lista de las ciudades más peligrosas del mundo durante el 2022, de acuerdo con información dada a conocer por la organización Seguridad, Justicia y Paz.
A través de un boletín, se indicó que Colima fue la ciudad más violenta, con casi 182 homicidios por cada 100 mil habitantes, así como por sexto año consecutivo, una ciudad mexicana fue la más violenta del mundo.
De acuerdo con las estadísticas, Colima es la tercera mayor registrada desde que se inició con esta investigación en el 2009 sobre las 50 ciudades más peligrosas del mundo.
Durante el 2022 de las diez ciudades más violentas del mundo, nueve fueron mexicanas: Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Ciudad Juárez, Uruapan y Acapulco.
Además, de acuerdo con este reporte, México es el país con el mayor número de ciudades violentas, pues 17 municipios mexicanos pertenecen a este ranking de 50 a nivel mundial.
De las 50 ciudades del ranking 2022: México cuenta con 17; en Brasil 10; en Estados Unidos 7; en Colombia 6; en Sudáfrica 4; en Honduras 2 y una de Puerto Rico, Haití, Ecuador y Jamaica.
La tasa promedio fue de 52.11, considerando los 36 mil 122 homicidios dolosos entre 69 millones 316 mil 175 habitantes, en las 50 ciudades, lo que representa casi diez veces la tasa promedio mundial de 5.36 por cada 100 mil habitantes.
Me levanto y la única misión del día es poner palabras en la pestaña de Word abierta en mi computadora. Desde hace un par de años la vida me llevó a vivir en el extranjero investigando temas de movilidad, ciudades y género en Saltillo, pero el síndrome de la página en blanco ataca por lo menos una vez al mes. Intento ayudarme haciendo cosas que me motivan, que me emocionan; es un día helado y gris en Aarhus, Dinamarca −en donde estoy visitando a una de mis mejores amigas− y encuentro una biblioteca pública donde trabajar.
¿Tranvía, camión, bicicleta o caminar? Qué chulada es estar en una ciudad que te ofrece tantas opciones de transporte. Por hoy elijo subirme al tranvía porque las ganas de curiosear nuevos sistemas de transporte público siempre ganan. Aarhus es una ciudad caminable, incluso yo diría que es una ciudad “pequeña”, tiene casi un tercio de la población de Saltillo y su mancha urbana es mucho más compacta; podría caminar a la biblioteca y llegar en 17 minutos, pero las ganas de chismearles sobre transporte público ganan y decido caminar 15 minutos para tomar el tranvía por otros 10.
Primer set
Saco mi celular y descargo la app del transporte público −porque en el norte global siempre hay una app para el transporte público. En las estaciones del tranvía hay una máquina donde puedes comprar boletos, pero no en las paradas de los camiones del transporte público. Su sistema de transporte está integrado y cuando compras tu boleto pagas por el uso de autobuses y tranvías por una hora en ciertas zonas de la ciudad dependiendo de dónde hayas comprado tu boleto; 22 coronas danesas[1] después tengo mi boleto de tranvía y si tuviera bicicleta tendría que comprar un boleto adicional por 13 coronas para poder subirla en el tranvía.
Segundo set
En el interior de los vagones del tranvía existen espacios flexibles que por lo general son los designados para personas con discapacidad o para quienes llevan bebés en carriolas. Los asientos son retráctiles y pueden utilizarse como lugares regulares en horas pico, o como espacio específico para sillas de ruedas, bicicletas o carriolas. Solamente estoy en el tranvía por cuatro estaciones antes de llegar a mi destino, y mientras mi amiga me explica que el sistema funciona un poco diferente si eres residente de Aarhus. Con tu número de seguridad social te permiten sacar una tarjeta de transporte público y pagas una tarifa preferencial dependiendo del recorrido utilizado; tienes que pasar tu tarjeta por el checador de entrada y salida en cada autobús y estación de tranvía.
Los boletos regulares como el mío no los escaneas en ningún lugar, pero puede que algún inspector se suba al vagón y te pida ver tu boleto. Pero, Diana, si nadie te checa tu boleto entonces ¿qué te detiene de subirte al tranvía o al camión sin pagar? Una fabulosa multa de casi 2 mil pesos en caso de que un inspector te cache sin boleto en el transporte público.
Tercer set
Llegamos a la biblioteca pública después de 30 minutos y por hoy acaba el recorrido en transporte público. Debería estar escribiendo, pero me encuentro a mí misma pensando en dónde habría estaciones de tranvía si tuviéramos uno en Saltillo…
Una tarde cualquiera de un domingo de misa, Lorenzo, un hombre que cuenta con problemas del habla y en está en silla de ruedas, fue abandonado en la capilla del Asilo San Antonio. Desde entonces, vive en el refugio, en donde está por cumplir un año como residente de ese lugar.
Esta situación pareciera ser algo “común”, pues tan solo esta semana, el asilo San Antonio recibió a otro adulto mayor por las mismas razones, expuso la hermana Socorro Solís, encargada del sitio.
A este albergue y, por lo menos otros cuatro más, es a donde son enviados los adultos mayores que no fueron “reclamados” por sus familiares, según comentó personal de la Policía Municipal.
De acuerdo con información de la corporación policiaca, durante el 2022, se resguardó a un total de 121 adultos mayores que fueron encontrados en calles de Ciudad Juárez extraviados.
Sin embargo, al menos 68 de ellos fueron enviados a albergues municipales, luego de que no se pudo localizar a sus familiares y nadie fue a recogerlos.
Esta cifra significa el 56.19 por ciento del total de adultos mayores que se extraviaron en esta frontera.
Además, personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal informó que también resguardaron a 103 niñas, niños y adolescentes en esta localidad, de los cuales, solo 21 fueron trasladados a albergues.
Se indicó que en el caso de los menores, la Procuraduría de la Defensa del Menor es el ente encargado de darle seguimiento a la situación de cada uno.
Aunque, en el caso de los adultos mayores, serían los mismos albergues quienes cuidarían de ellos.
Comentaron que algunos de los albergues a donde se han trasladado los adultos mayores son: Príncipe de Paz, Mi esperanza, Ancianos desamparados, Jazmines y Senecú.
Circuito Frontera acudió al asilo San Antonio, mejor conocido como Senecú, donde la encargada del lugar comentó que ya que han tenido varios casos similares.
En muchas ocasiones, el cuidado de los adultos mayores está a la voluntad de la ciudadanía, de las asociaciones civiles y religiosas, pese a que es el Estado quien debería encargarse de ellos.
De acuerdo con el artículo sexto de la Ley de los derechos de las personas adultas mayores, el Estado deberá garantizar las condiciones óptimas de salud, educación, nutrición, desarrollo integral y seguridad social, incluida la vivienda, para este grupo de la población.
Cabe resaltar que se intentó contactar a personal de Desarrollo Integral de la Familia en el Estado, sin embargo, no obtuvimos respuesta.
Sus lívidos ojos verdes han visto florecer 82 primaveras y, desde hace un tiempo, contemplan el verdor que se encuentra lejos de los muros del Asilo para ancianos San Antonio. Así pasa sus tardes y sus días Gilberto.
«Mis hijas casi no pueden venir a visitarme porque viven lejos y menos después de la cosa esa del Covid», relató.
En este lugar, mejor conocido como asilo Senecú, existen al menos 33 historias más guardadas y que están a la espera de ser escuchadas por quien ose visitarlos, pues el espacio cuenta con 35 personas que, entre todos, acumulan 2 mil 625 años vida.
Este hombre se ha autoimpuesto la labor de vigilar la entrada del asilo, para saber quién entra y quién sale, además brinda información a los visitantes que arriban durante el día.
«Entonces ¿Es usted como el guardia de seguridad y recepcionista de aquí?, le comenté sobre su singular trabajo, a lo que él me respondió con férrea determinación: «quiero hacer algo y seguir siendo útil».
Gilberto cumpliendo con su labor en la entrada del asilo / Foto: Mat Romero
La fiereza de su comentario viene derivada de una larga travesía por varias ciudades de México, así como por un basto historial laboral de alrededor de 53 años, ya que nació en la ciudad de Tijuana, Baja California y a los 16 años salió de su hogar para recorrer Puebla, Guadalajara, Nayarit, Torreón, Chihuahua (dónde vivió dos años) y para finalmente establecerce en Ciudad Juárez.
Desde hace 12 años es parte de la institución geriátrica, luego de haber trabajado toda su vida en la venta de mariscos en la zona del Centro Histórico de esta fronteriza urbe.
En este tiempo ha permanecido como un «lobo solitario», pues enviudó hace casi una década, aunque tiene muchos compañeros, debido a que todos en el asilo donde vive son sus amigos.
«Perdí a mi compañera hace ya 8 años. Ella no estaba internada aquí, estaba en otro asilo porque ella ya no se podía mover», platicó.
Es padre de cuatro hijas, pero, luego de la pandemia, han mermado de manera casi total sus visitas. Sin embargo, le llaman a su viejo teléfono celular casi todos los días-
«Pero solo (hablan) 15 minutos, porque eso es lo que podemos durar hablando por teléfono», sentenció.
Él espera con tranquilidad el momento en que sea llamado por Dios: «La vida, sabiéndola llevar es bonita si tu objetivo es caminar derecho, sin voltear» recalcó.
Muchas historias, muchos años
Así como la historia de Gilberto hay muchas más, increpó Socorro Solís, directora del hogar de ancianos.
«Un domingo en la mañana, luego de terminar misa y entre el alboroto de gente vimos a un señor en silla de ruedas que se quedó solo a la mitad de la explanada», señaló la consagrada en referencia a Lorenzo, un anciano que lleva un año bajo su resguardo.
Lorenzo tiene problemas motrices y de habla, sin embargo, eso no le impide que con su cándido rostro, cubierto en gran parte de su frente con una boina negra, regale una gran sonrisa cuando lo llaman por su nombre.
Las monjas que laboran en el asilo lo adaptaron, luego de que nadie fue a recogerlo durante ese domingo y, con mucha calma y tesón, comenzaron a entender a cuentagotas lo que trataba de decir.
Lorenzo durante la hora de comida en el asilo / Foto: Mat Romero
Tras seis meses de haberlo encontrado, una mujer de, aproximadamente 50 años, llegó al asilo en búsqueda de su padre, quien resultó ser Lorenzo.
En esta inesperada visita, la mujer indicó que una tarde su padre simplemente se salió de la casa, ya que padece de sus facultades mentales, y no lo pudieron localizar. Al menos no hasta ese día, sino hasta después de buscarlo por varios meses en distintos asilos de la localidad.
Ante esta situación, la hermana Solís propuso a la hija de septuagenario que éste se quedara internado, pues ahí recibía todos los cuidados y formaba parte de una gran familia, por lo que al día de hoy, el hombre con su pintoresca sonrisa, carente de frontales e incisivos, es un residente permanente.
Estas son algunas de las historias que pueden encontrarse en el asilo de ancianos Senecú, sin embargo, existen otros tantos más en la localidad, a los cuales cualquiera que guste es bienvenido.
Entrada al Asilo para Ancianos San Antonio / Foto: Mat Romero