Hace 34 días, Rubí Flores fue vista por última vez en Ciudad Juárez. Desde entonces, su madre, Malu Flores, no ha dejado de buscarla ni de enfrentar la incertidumbre que cada día se vuelve insoportable.
En su voz se siente la desesperación de una madre que, a pesar de todas las puertas que ha tocado, sólo ha encontrado silencio.
Rubí, una joven de 19 años, desapareció el pasado 21 de septiembre en esta frontera, una fecha que su familia no puede olvidar.

El reporte de desaparición se presentó ante la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) el 30 de septiembre, pero desde entonces, Malu asegura que no ha recibido ninguna respuesta clara de las autoridades.
“Dijeron que me mantendrían informada y que me llamarían, pero nadie se ha comunicado conmigo”, relata Malu, quien se ha visto obligada a recurrir a las redes sociales para obtener pistas sobre el paradero de su hija.
Platica que durante los primeros días de la desaparición de su hija, Malu intentó en repetidas ocasiones contactarse con la agente a cargo del caso, quien le prometió que le proporcionaría informes detallados sobre la investigación.

Sin embargo, conforme pasaron los días, la comunicación se fue volviendo más distante, pues después le dejaron de contestar las llamadas.
Incluso cuando envió mensajes y capturas de pantalla de redes sociales que mencionaban posibles ubicaciones de Rubí, la agente le respondió con un simple: “No todo lo que se publica en Facebook es cierto”.

Para Malu, esta respuesta no sólo fue insuficiente, sino también una muestra de indiferencia, pues a pesar de que entiende que no todas las publicaciones son confiables, podrían ser pistas para dar con el paradero de su hija.
“Al menos deberían investigarlas”, insiste.
Desesperada, la madre de Rubí continúa con una “campaña” en redes sociales compartiendo fotografías de su hija y la pesquisa oficial, en diferentes medios y diferentes grupos, por si acaso alguien la llegó a ver.

Un llamado a la acción
Malu Flores pide, más que nunca, que las autoridades prioricen la búsqueda de su hija y que se dé seguimiento a cada pista.
“No pido milagros, solo que hagan su trabajo, que nos ayuden a encontrarla. No descansaré hasta saber qué pasó con Rubí”, concluye.
A 34 días de la desaparición de Rubí Flores, su madre continúa con la esperanza de que alguien escuche su llamado y que las autoridades se comprometan a investigar a fondo cada una de las pistas, sin descartar ninguna posibilidad.