La exposición “Monstruos de Pandemia” tiene la intención de exponer al “monstruo interno” de cada persona, con el fin de superar el rezago derivado del periodo de confinamiento por Covid-19.
Se trata de abordar el concepto de “mostrar el ser o ser consciente de la propia esencia”, refirió Óscar Ignacio Frausto Acosta, docente de la UACJ de la División Multidisciplinaria en Ciudad Universitaria (DMCU).
La galería cuenta de diferentes piezas, entre esculturas y pinturas que presentan la perspectiva del ser humano en el momento que se encuentra encerrado, debido a una amenaza mortal que no se ve y lo orilla al confinamiento.
La exposición estará abierta al público hasta el próximo 23 de noviembre, la cual es gratuita y se podrá apreciar en un horario de 8 de la mañana a 8 de la noche, explicó.
Durante la inauguración, se llevó a cabo un performance en alusión a esta temática, la cual fue planeada con la finalidad de convertir al espectador en un artista, de esta manera tanto alumnos como los propios maestros, formaron parte de ella.
Escultura que forma parte de la exposición «Monstruos de pandemia» de la UACJ
Mencionó que este evento fue planeado con meses de anticipación, el cual pudo realizarse gracias a la coordinación de Comunicación y Difusión Cultural del Centro Universitario. Además, recalcó que se está contemplando la posibilidad de llevar esta representación a otros centros universitarios.
A poco más de un mes de iniciar operaciones, el próximo 25 de noviembre es la fecha en que tentativamente cerrará el refugio para migrantes «Onix«, que el Municipio habilitó de manera improvisada, tras la llegada masiva de personas originarias de Venezuela.
El inmueble que funciona como albergue está ubicado de manera temporal en el área conocida como San Lorenzo, luego de aperturarse el pasado 17 de octubre de este año, dio a conocer este lunes el alcalde Cruz Pérez Cuellar.
Lo anterior, pese a la problemática que se vive en el área del Río Bravo, donde al menos mil 300 migrantes venezolanos han decidido acampar en casas de campaña improvisadas con cobijas, sábanas y madera vieja.
Presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar
En relación al campamento, dijo que lo más complejo ha sido el manejo de la basura generada en el lugar, aunque que diariamente personal de la Dirección de Limpia acude al sitio para recoger los desechos generados.
“Da una muy mala imagen a la ciudad a nivel nacional e internacional, porque da la impresión de que no tenemos lugar para ellos, cuando sí tenemos. No vamos a actuar solos, lo haremos con el Estado, con la Federación y también está involucrado de alguna manera el consulado de los Estados Unidos”, comentó.
Sin embargo, lo que más preocupa es salvaguardar la integridad de quienes ahí permanecen, por lo que se mantendrán en pláticas con ellos, con la constante invitación a ingresar a alguno de los albergues gubernamentales o privados que funcionan en la localidad.
Integrantes del campamento de Venezolanos han señalado que se sienten inseguros y usados por los albergues / Karen Cano
El edil indicó que este espacio representa un problema para el Municipio, debido a que no se cumple con las reglas que se establecen en los demás albergues de la ciudad, lo cual, consideró, ha generado un «ambiente de anarquía» entre los usuarios.
“Yo respeto mucho todas las opiniones, pero son temas de Derechos Humanos. El Onix lo hicimos de buena fe, pero ya resultado ser un problema porque no se cumplen ahí las reglas que se cumplen en los demás albergues de entrada y salida, para determinar si se quedan o se van”, dijo.
Autoridades han señalado que este espacio no cuenta con la misma normativa que los demás albergues / Comunicación Social del Municipio
El funcionario además aseguró que no habrá más albergues nuevos hasta que los que ya están operando se encuentren al borde de su capacidad.
“No vamos a dejar a la gente a la intemperie, ya que hay espacio. Creo que debe darse en el albergue, tenerlos resguardados en los lugares acreditados para ello y que cumplen con normas de derechos humanos internacionales, no es un tema menor, abrir albergues sería una irresponsabilidad para con ellos y para la ciudad”, apuntó.
Desde el inicio de la mal llamada “guerra contra el narco” ocurrieron diferentes manifestaciones de violencia en La Laguna: desapariciones, levantamientos, extorsiones, descuartizados, asesinatos, tiroteos… se trata de una lista de atrocidades que aún siguen vivas en la memoria de los laguneros.
Para Lalo, para Sergio y para Frank
porque la memoria es una cara de la justicia
Una Z se mantuvo pintada fuera del bar Tornado muchos años. Un grupo armado irrumpió en el lugar y asesinó a 7 personas y lesionó a 5 más —según las cifras oficiales— [1] la madrugada del 6 de enero del 2013.
La letra fue escrita con la sangre de las víctimas. Un par de días después, la pared fue cubierta con cal, pero la mancha sangrienta prevaleció: la cal parecía un velo. El horror de la violencia es imposible de ocultar.
Ese ataque no fue el último contra un bar o cantina en Torreón, Coahuila, pero sí fue el último que se perpetró de esa magnitud, donde personas armadas dispararon a quemarropa a asistentes, empleados y músicos.
Desde el inicio de la mal llamada “guerra contra el narco” ocurrieron diferentes manifestaciones de violencia en La Laguna: desapariciones, levantamientos, extorsiones, descuartizados, asesinatos, tiroteos… se trata de una lista de atrocidades que aún siguen vivas en la memoria de los laguneros. Pero sin duda, las tragedias más sonadas y dolorosas fueron las masacres en bares y la balacera fuera del TSM.
Estoy seguro de que a lo largo de esta “guerra contra el pueblo” todos hemos perdido a alguien. Si no fue a un familiar, fue a un amigo, a un vecino, a un conocido… Estoy seguro que todos, al menos en La Laguna, tenemos una historia que tiene que ver con estas violencias.
En mi caso, varios amigos y conocidos murieron o desaparecieron durante esos difíciles años, y en dos de los atentados contra bares murieron Sergio y Frank, personas con las que conviví cuando era adolescente, y por ello me ha costado escribir este texto.
EL FERRIE Y VILLAS DE SALVÁRCAR
La primera masacre del 2010 ocurrió en el bar Ferrie, la madrugada del 31 de enero, en donde murieron 10 personas, según las cifras que reportaron las autoridades.
Entre los asesinados se encontraba Sergio Fernando Rodríguez de la Rosa. Él era mi amigo. Sergio tenía mi edad. Murió a los 21 años. Él y yo trabajamos como empacadores en Hipermart Independencia. Después, cuando estábamos en la secundaria, salíamos a grafitear las calles.
Luego él entró al Pentatlhón, a la unidad que se reunía en el Bosque Venustiano Carranza. Nos perdimos un poco la pista, pero coincidíamos de vez en cuando en el puesto de hamburguesas del barrio y siempre nos saludamos con la promesa de después echarnos unas cheves o salir a pintar. Nunca sucedió.
La madrugada del ataque al Ferrie, yo estaba comprando tacos a unas seis cuadras del lugar, en la avenida Álvarez, entre la calle 12 y 13. Me tocó ver a las patrullas pasar por la Cuauhtémoc, seguramente dirigiéndose al sitio. Llevaban las sirenas mudas e iban a exceso de velocidad.
Bar Ferrie, ubicado en Torreón, Coahuila / Fotografía: Archivo especial Heridas Abiertas
Al regresar a mi casa con los tacos, vi a dos chicas caminando por la banqueta de la calle 12, una iba llorando y la otra hablaba por teléfono en un tono de urgencia. Una de ellas iba descalza (tiempo después escuché esta misma historia a otras personas, donde una chica —o un par— caminaba por la calle sin rumbo y sin calzado, después de un tiroteo. Desconozco si esto es una especie de anécdota que se habla en la ciudad, o incluso en varios sitios de México, o si es un fenómeno propio de este tipo de sucesos, o si de plano es una especie de leyenda urbana. No quiero poner en duda las anécdotas similares de otras personas, de la misma manera que yo me sentiría ofendido si alguien pone en duda esta parte de mi texto).
Esa noche no le tomé importancia a esos hechos —a las patrullas y a las chicas—, pero al día siguiente, a través de una escueta nota del periódico, me di cuenta de lo que había sucedido en el Ferrie, y pensé que algo tenían que ver con la masacre.
Sinceramente, los días siguientes no le presté mucha atención al hecho, puesto que esa misma madrugada del 31 de enero del 2010 sucedió un atentado similar, pero que acaparó toda la atención nacional: la masacre de Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde un grupo armado atacó a 60 estudiantes de bachillerato y universitarios reunidos en una pequeña fiesta.
En ese atentado murieron 15 jóvenes, y alrededor de 10 más fueron heridos, todos de entre 15 y 20 años de edad. Las autoridades no dudaron en señalar que la masacre estaba relacionada con un ajuste de cuentas entre grupos de la delincuencia organizada. Lo que ocasionó el rechazo y los señalamientos de los familiares de las víctimas y de la sociedad por estas declaraciones.
A lo largo de la “guerra” se escuchaba a menudo, tanto a las autoridades como a la cierta parte de la sociedad, mencionar que los hechos violentos les ocurrían solamente a personas que tenían que ver con alguna actividad delictiva. El expresidente Felipe Calderón minimizó en diferentes ocasiones a las víctimas, llamándolas “daños colaterales”. Esta indolencia fue reclamada fuertemente al expresidente por Luz María Dávila, madre de dos menores asesinados en Villas de Salvárcar, durante una visita a Ciudad Juárez. [2]
Villas de Salvárcar opacó a la masacre del Ferrie. No quiero decir que una situación haya sido más trágica que la otra, pero aún tengo la sensación de que ambos hechos debieron tomar los encabezados de la prensa nacional.
Dos semanas después me enteré de la muerte de Sergio. Él trabajaba en el Ferrie. Durante muchos años no me atreví a pasar delante de su casa y cuando veía a su mamá yo prefería agachar la cabeza. Hasta la fecha no entiendo por qué me daba vergüenza toparme a la señora. También evitaba pasar por Águila Nacional, lugar donde estaba el Ferrie, cuando iba a comprar mandado a Abastos.
LAS JUANAS Y LA FINAL DE SANTOS VS TOLUCA
La noche del 14 de mayo del 2010 se inauguró el bar Juanas VIP, ubicado en la Calzada Saltillo 400. Ahí murió Francisco Javier Arce Astorga, un vecino pocos años mayor que yo con el que jugaba maquinitas en la tienda de su familia. Todas las tardes hacíamos retas en el videojuego de Marvel vs Capcom y en King Of Fighters. Él siempre le ganaba a todos. Hasta la fecha creo que tenía la gran ventaja de que la consola estaba en su tienda y podía practicar cuando quisiera.
Ilustración Miguel Sifuentes
La madrugada del 15 de mayo ocurrió el ataque al bar Juanas VIP. Fue su inauguración y también fue la última que estuvo abierto. Frank murió esa noche en el hospital a causa de los disparos que recibió, a los 25 años de edad.
Las víctimas del Juanas fueron 8 muertos y alrededor de 30 heridos, aunque extraoficialmente se habló de más lesionados. Es difícil saber a ciencia cierta cuántas personas lesionadas hubo, pues nunca fue del todo claro lo que sucedía.
El ataque fue perpetrado también por sujetos armados que arribaron al sitio y dispararon a quemarropa contra el establecimiento durante la madrugada. Existen algunos testimonios que narran cómo los sicarios llegaron al sitio y dispararon al menos en tres ocasiones ráfagas de armas de grueso calibre. [3]
El 15 de mayo del 2010 también fue la fecha en que, por la tarde, Santos Laguna venció a Morelia en la semifinal del Torneo Bicentenario. Santos derrotó con un marcador global de 10 a 4 al Monarcas, pasando a jugar la final contra Toluca.
Alrededor de las 6 de la mañana del 16 de mayo, los cuerpos mutilados de 4 jóvenes fueron localizados en una pick up gris, de la Ford, con las placas de circulación FS-91894 de Durango. Los cuerpos decapitados estaban en la caja de la camioneta, mientras que las cabezas estaban sobre el cofre, junto a un mensaje que decía “asesinos de bares”. [4]
Al poco tiempo se dio a conocer que los jóvenes encontrados eran estudiantes gomezpalatinos no mayores de 20 años de edad, sin embargo, el fiscal general de Coahuila de ese entonces, Jesús Torres Charles, mencionó que no se podía descartar la participación de los jóvenes en el ataque al bar Juanas.
Los días después de la masacre del Juanas los tengo presentes con mucho coraje. Recuerdo que la gente hablaba muy poco de lo sucedido, todo el mundo parecía estar concentrado en la final que jugaría Santos.
El 20 de mayo fue el primer partido de la final, en el TSM. Los días previos eran de gran expectativa debido a la goliza que Santos le dio a Morelia. Sin embargo, el partido en Torreón acabó en un empate de 2 a 2 con Toluca.
El 23 de mayo fue la final en el estadio de los diablos, al medio día, donde Santos Laguna perdió en penales 4 a 3, en un partido humillante para los Guerreros.
Esa final que perdió fue lamentable. Estoy seguro que el penal que falló Vuoso fue más doloroso para muchos laguneros que lo que ocurrió un fin de semana antes, al menos en ese momento, porque con el tiempo se reveló que la masacre de Las Juanas tenía un trasfondo más turbio de lo que se creía. Con los años, Santos Laguna ha vuelto a jugar, y perder, otras finales.
A diferencia de Sergio, supe de la muerte de Frank al día siguiente. Después de su fallecimiento dejé de jugar a las maquinitas con regularidad.
LA QUINTA ITALIA INN: LA MASACRE QUE SÍ OCUPÓ TITULARES
Un par de años antes de las masacres del 2010, el 24 de marzo del 2008, mi amigo Eduardo Eligio Barraza Gil, junto con su primo, fueron quemados vivos dentro de dos camionetas, en la calle Arista y 17; [5] a cinco cuadras de la casa de mi mamá; a dos cuadras de la casa de Sergio; a cuatro de donde se encontraba el Ferrie.
Yo trabajaba con Lalo en una bordadora del centro de Torreón. Todos los días, durante los 8 meses que trabajé ahí, desayunamos y comimos juntos. Conocí a sus primos y a los amigos de su barrio, y algunas veces fuimos a jugar billar los sábados por la noche. Les gustaba mucho jugar, y eran buenos.
A Lalo y a su primo los levantaron en un billar que se encontraba sobre la Juárez. Se los llevaron después de discutir con un grupo por cambiar la música de la rocola. Otro amigo, a quien llamaremos Gabriel, logró escabullirse esa noche. No le dijo a nadie lo que había sucedido, hasta el día siguiente. Lalo y su primo estuvieron desaparecidos desde el sábado 22 de marzo hasta el lunes 24, cuando encontraron las camionetas. Ambos lograron ser identificados gracias a sus piezas dentales.
Ilustración Miguel Sifuentes
Años después, Gabriel estuvo en la fiesta de la Quinta Italia Inn, ubicada en el ejido Plan de San Luis, en Torreón, la madrugada del ataque, el 18 julio del 2010, cuando otro grupo de personas armadas disparó en contra de los asistentes asesinando a 17 personas —según las cifras oficiales—, entre ellos fallecieron 6 integrantes del grupo musical Original Banda Ríos, que tocaba en el lugar, e hirieron a decenas de asistentes más.
Algunos sobrevivientes de la banda han dado su testimonio de lo que sucedió esa madrugada, y algunas notas mencionan que los sicarios recibieron la orden “tírenle a todo lo que se mueva, que nadie salga vivo”. [6]
En la quinta se encontraron alrededor de 116 casquillos percutidos de diferentes armas de grueso calibre, y se menciona que fueron entre 15 y 20 sicarios quienes dispararon contra los asistentes.
En el momento del ataque Gabriel se escondió debajo de una mesa junto a otras dos personas. Cuando los balazos cesaron, menciona que algunas personas comenzaron a levantarse y a salir de los lugares en donde estaban escondidos, y que los sicarios volvieron a abrir fuego contra ellos.
Los rumores de la masacre se corrieron pronto esa misma noche. Gabriel contó que ese día él no llegó a la casa de sus papás, que acompañó a un amigo y a su novia a su casa, que no durmieron durante toda esa noche y que tampoco pudieron hablar de lo que acababa de suceder.
También cuenta que no se pudo comunicar con su mamá y su hermana hasta el día siguiente del ataque, pero que su hermana se había enterado esa misma noche de lo sucedido en la Quinta Italia Inn a través de la página de Facebook Contra la inseguridad en Torreon.. Basta¡¡ [7]. Ni la hermana ni la mamá de Gabriel durmieron esa noche por temor a que le hubiera sucedido algo. Para ambas fue una noche muy larga, de angustia e incertidumbre.
Se puede decir que Gabriel sobrevivió dos veces.
A diferencia de las dos masacres anteriores, lo sucedido en la Quinta Italia Inn sí atrapó la atención de todos los laguneros y de los medios locales y nacionales. En esta ocasión, las autoridades no intentaron sugerir que los hechos se trataban de ajustes de cuentas. Eduardo Olmos, presidente municipal de Torreón en ese entonces, se limitó a lamentar la masacre y a “exigir la presencia de agentes federales para frenar la violencia en la ciudad”.
Olmos manifestó: “Seguimos nosotros poniendo el dedo en el renglón en el tema de la falta de presencia de los cuerpos federales, yo no sé qué hace falta que suceda aquí en Torreón para que podamos contar con la presencia de la Policía Federal”. [8]
Para Olmos, el tema de la violencia respondía a la falta de elementos de seguridad pública en la ciudad.
Por su parte, el exgobernador Humberto Moreira mostró públicamente en distintas ocasiones las diferencias que había entre el gobierno estatal y el gobierno federal, encabezado por Felipe Calderón, tal como sucedió en su declaración tras el asesinato del reportero Valentín Valdés Espinoza, quien fue acribillado el 8 de enero del 2010 cerca de un hotel al oriente de Saltillo, Coahuila:
“El Mandatario federal está encerrado en Los Pinos dirigiendo una guerra que empezó, con alrededor de mil soldados custodiándolo mientras a Coahuila solo envía 300. En los últimos años nuestras corporaciones se han dedicado a ayudarle a hacer la tarea a la parte federal”.
El periódico Vanguardia hizo un breve recuento de los hechos violentos durante el gobierno de Humberto Moreira, del 2005 al 2011, y reportó que en Coahuila se registraron mil 811 homicidios dolosos y 141 averiguaciones previas por secuestro o privación ilegal de la libertad, [9] de acuerdo con las carpetas de investigación integradas al reporte de Incidencia Delictiva publicado por el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Un año después del mandato de Humberto Moreira, en el 2012, el hijo del exgobernador fue asesinado por presuntos miembros de la delincuencia organizada, en Acuña.
Para ambos mandatarios el problema de la violencia era más una diferencia entre las estrategias de seguridad federales y estatales. Sin embargo, días después de la masacre de la Quinta Italia Inn, se dio a conocer que los perpetradores eran reos que salían libres del Cereso Número 2 de Gómez Palacio, Durango, que tenía como directora a Margarita Rojas Rodríguez.
LOS PERPETRADORES
El 25 de julio del 2010, las autoridades federales reconocieron que la masacre de la Quinta Italia Inn fue ejecutada por presos que dejaron salir del penal con complicidad de los guardias y las autoridades penitenciarias.
Ricardo Nájera, portavoz en ese entonces de la Fiscalía General, aseguró que a los reos “se les permitió salir para matar, viajando en vehículos oficiales y utilizando las armas de los custodios, para luego regresar a sus celdas”. [10]
Nájera explicó: “Los criminales llevaron a cabo las ejecuciones como parte de un ajuste de cuentas de un grupo rival del crimen organizado, pero también mataron a civiles inocentes.”
Las autoridades sospecharon en ese mismo momento que el mismo grupo de presos llevó a cabo las matanzas del Ferrie y del Juanas VIP.
Tanto Margarita Rojas, como el subdirector del penal y el jefe de custodios fueron detenidos por la Policía Federal, y fueron trasladados a la Ciudad de México para ser interrogados por la Procuraduría General de la República (PGR).
Margarita Rojas fue detenida después de que se difundió un video de YouTube, que estuvo brevemente en línea, en el que un presunto policía municipal de Lerdo, Durango, aseguró que los responsables de la masacre de la Quinta Italia Inn eran reos que entraban y salían del Cereso.
Nájera también mencionó que tras recabarse diversos testimonios, después de la difusión del video, se hizo un operativo en el Cereso para comparar las armas de los custodios con los casquillos encontrados en los lugares de las ejecuciones: “Una vez concluidas las pruebas periciales, se determinó que cuatro armas tipo AR-15 calibre .223, marca Colt, fueron utilizadas en los sucesos del pasado 18 de julio”. Las armas también fueron usadas en las ejecuciones del Ferrie y las Juanas.
En ese operativo también se solicitaron las fichas dactilares y fotos de la población penitenciaria, así como la localización y presentación de todos los custodios que laboraron cuando ocurrieron los hechos.
El exgobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, en un escueto comunicado, calificó la salida de los reos como un acto de traición a las instituciones y a la sociedad. Humberto Moreira, por su parte, dijo que esto puede aclarar otros homicidios ocurridos en La Laguna: “Ese es un tema muy delicado y espero que se dé respuesta pronto de la investigación”.
El exalcalde de Torreón, Eduardo Olmos, dijo tener sentimientos encontrados tras darse a conocer la noticia: “No deja de generar un sentimiento de alivio permeado por un sentimiento de tristeza, de preocupación, por el tremendo desafío que representan estas investigaciones”.
Las investigaciones sólo remitieron a que las masacres fueron represalias entre los grupos del crimen organizado que en ese entonces disputaban el territorio de la Comarca Lagunera: por un lado, los Zetas dominaban en la ciudad de Torreón, mientras que el Cártel de Sinaloa controlaba La Laguna de Durango. [11]
Registros de la prensa nacional exponen que en el caso del bar Ferrie, Isabel Arvide, que hasta mediados de año 2010 fue consultora de seguridad del gobierno de Coahuila, reveló el 17 de febrero que Carlos Centeno, hasta entonces delegado regional de la FGE, era el dueño del bar. La declaración motivó su salida del gabinete de seguridad y, a su vez, el cese de Centeno, ya que se vinculó el ataque como presunta represalia del crimen organizado hacia Centeno. [12]
ANTECEDENTES Y SECUELAS
El 23 de diciembre del 2010 sucedió el último ataque armado contra un centro nocturno en ese año. Ocurrió en el bar La Bodega, localizado en la calle Múzquiz, entre Presidente Carranza e Hidalgo, en el sector Alianza del centro de Torreón. Tres sujetos dispararon contra las personas que estaban ahí.
Ahí murió un taxista, el cantinero y un cliente. Además, al menos otras cuatro personas resultaron heridas, según la información oficial.
El primer ataque de este tipo se registró en el 2009, el 13 de febrero, en el bar La Favorita donde un comando armado asesinó a 5 personas, según cifras oficiales. Entre los asesinados se encontraban dos meseros y tres presuntos narcotraficantes. [13] El 15 de febrero siguiente, otro comando arribó al bar Premier, y ahí murieron 10 personas.
La noche del sábado 26 de febrero del 2011, el Bar 3-2, ubicado en la avenida Matamoros, en el centro de Torreón, sufrió un ataque. En el lugar murieron cuatro hombres, y uno de los 11 heridos perdió la vida horas después en un hospital.
Poco después del ataque al Bar 3-2, otro ataque se registró en el bar Virreyes, donde murieron tres personas, además de otros dos que perecieron mientras recibían atención médica. Esa noche murieron 10 personas es dos distintos ataques.
Ese sábado, el general Carlos Bibiano Villa Castillo, en ese entonces director de Seguridad Pública municipal de Torreón, ordenó un operativo que recorrió bares, cantinas y centros nocturnos. Durante la movilización se solicitó a los propietarios que cerraran los locales y despacharan a su clientela. En el operativo no hubo ningún detenido.
Del 2009 al 2011, los datos oficiales hablan de más 60 personas muertas en este tipo de ataques y de alrededor de 150 heridos de bala que se encontraban en esos sitios. [14]
El 2010 fue uno de los años más violentos en México. Tan solo durante el fin de semana de la masacre de la Quinta Italia Inn, hubo 50 asesinatos en el país a causa de la delincuencia organizada.
LA VIDA NOCTURNA Y LA FALTA DE MEMORIA
Durante el 2010 cerraron varios sitios del centro, pero la vida nocturna no se extinguió después de las masacres del Ferrie y las Juanas. Siendo Torreón una de las ciudades más violentas del país, algunas personas optaron por reunirse en casas o rentar quintas, pensando que ahí se encontrarían más seguros, y después sucedió la masacre en la Quinta Italia Inn. Estos eventos terminaron por un breve tiempo con la vida nocturna de La Laguna.
Si pudiera resumir cómo fue el principio de mi vida adulta en Terror, Coahuila, diría que fue con miedo a salir a la calle por la noche. Ni hablar de ir a una cantina o a un bar. Hoy en día existen personas que tienen temor de visitar el centro de la ciudad, o de dejar que sus hijos vayan a ese sector, y no los culpo. El principio de la década pasada fue terrible.
En años recientes, la vida nocturna en Torreón se ha recuperado, en especial en la zona centro, específicamente en las calles aledañas a la Calzada Colón.
En ocasiones me parece que esta gran actividad nocturna, de bares, cantinas, antros y restaurantes, responde a los años que estuvimos privados de ella.
Hace unas semanas hablé con algunos amigos cercanos y colegas sobre la escritura de este texto. Entre esas charlas, además de compartirme sus experiencias y sentires de esos años violentos, surgieron comentarios sobre las masacres del 2010: se habla de ellas (las matanzas) con algo de morbo, y a excepción de los integrantes de la Original Banda Ríos, sobrevivientes del ataque a la Quinta Italia Inn, las víctimas han tenido muy poca visibilidad, caso contrario a lo que sucedió en Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, donde, en el lugar de la masacre, se erigió el Memorial 30 de enero. [15]
Las masacres de este tipo no se han vuelto a repetir en Torreón. Pero aun así, con los bares y cantinas ofreciendo servicio y poniéndonos borrachos, nada nos devolverá la tranquilidad que nos arrebató la “guerra contra el narco”. En especial a todos aquellos que sufrimos la fractura de algún afecto.
Me niego a aceptar que las muertes de Sergio, Frank, Lalo y su primo, así como los asesinatos de casi medio millón de personas y los miles y miles de desaparecidos desde el 2006 a la fecha, fueron solo daños colaterales de una guerra inventada.
***
FERNANDO DE LA VARA
Estudió ingeniería civil. Ganador del Premio Nacional de Cuento Joven FILEY, 2015. Autor del libro de cuentos Ojo por diente, (Secretaría de Cultura Coahuila, 2019) y coautor, junto a Jorge Martínez, de Ruta de Paso. Crónicas sobre migrantes en tránsito por La Laguna (Astillero Libros, 2019). Colaborador habitual de los portales de periodismo independiente Plaza Pública y Red es Poder. Es librero, encargado y socio de El Astillero Libros desde el 2014 a la fecha.
#MEMORIA115
Es una serie de textos periodísticos del portal Heridas Abiertas en alianza con otros medios aliados. Su lanzamiento está enmarcado en los 115 años de la fundación de Torreón, una ciudad que a lo largo de su historia ha estado envuelta por diversos tipos de violencia que van desde el despojo del territorio en su nacimiento hasta la disputa de grupos criminales durante la llamada guerra contra el narcotráfico y sus consecuencias.
Llega fin de año y época de aguinaldos, por lo que muchas personas aprovechan este dinero adicional para hacer gastos fuertes como la compra de un automóvil.
Si es tu caso o es que de hecho ya compraste uno y ya hasta lo estás usando, es necesario que hagas un cambio de propietario.
Este trámite debe hacerse dentro de los 15 días después de realizada la compra, de lo contrario, podría genera recargos.
Si quieres conocer cómo realizar este trámite aquí te decimos cómo.
Primero es necesario que conozcas si el vehículo tiene algún adeudo, lo cual puedes consultar directamente en el sitio web de Gobierno del Estado aquí
¿Qué documentos necesito para hacer el cambio de propietario?
Para hacer en cambio de propietario existen dos opciones: puedes ponerlo a nombre tuyo, es decir, como persona física o bien a nombre de una empresa, que seria una persona moral.
En el primer caso debes presentar
Original y copia la factura o documento que acredite la propiedad del vehículo y la estancia legal en el país, si este es importado.
Un comprobante de domicilio no mayor a tres meses. Aunque si la casa no es propia sino de renta, además se requiere presentar el contrato de arrendamiento y una copia de identificación oficial del arrendador
Licencia de conducir
Identificación oficial
En el caso de que el trámite se realice a nombre de una persona moral se requiere:
Original y copias de la factura o documento que acredite la propiedad del vehículo y la legal estancia en el país, debidamente endosada o nueva factura
Un comprobante de domicilio antigüedad
Licencia de conducir
Identificación oficial
Registro Federal de Contribuyentes (R.F.C.)
Un poder notarial. La carta notarial sirve para garantizar la legal tenencia del vehículo, por lo que se debe presentar original y copia.
Cuando existe refacturación se anexa copia de la primera factura y no se cobra el cambio de propietario siempre que no haya endosos pendientes.
Una pregunta frecuente es si otra persona puede realizar el cambio de propietario, lo cual sí se puede. En este caso, la persona que se presente a hacer el trámite debe llevar también una carta poder e identificación oficial.
En el caso de las empresas también deben presentar la carta de autorización expedida por la empresa en la cual se especifiquen los datos del vehículo, así como la persona que va a realizar el trámite debe llevar una identificación oficial.
Costos
Para este trámite se requiere el 2 por ciento del valor del vehículo, pero además se cobrará lo siguiente el pago de los siguientes procesos:
Verificación documental 81.52 pesos
Tarjeta de circulación 161.05 pesos
Los recargos generados a la fecha, si el trámite se efectúa después de 15 días hábiles a la fecha del endoso de la factura/ pedimento
NOTA: En caso de no acreditar el pago del impuesto de los endosos anteriores se realizará el cobro respectivo por cada endoso
El trámite se puede realizar en cualquiera de los módulos de Recaudación de Rentas de la localidad, en un horario de 8 de la mañana a 3 de la tarde, ubicados en las siguientes direcciones
Pueblito Mexicano, Av. Lincoln 1320, Fracc. Córdova-Américas.
Galerías Tec, Av. Tecnológico 1770.
Sendero, Blvd. Francisco Villarreal Torres 2050-A.
Juan Gabriel, Eje Vial Juan Gabriel y Aserraderos.
Paseo, Av. López Mateos 2050, en el centro comercial El Paso.
Mitla, Palacio de Mitla 1151, en el centro comercial Mitla
Mezquital, calle Almendro 10150, Fracc. El Mezquital.
A orillas del Río Bravo, Jennifer Meriño de 39 años, sostiene una bandera venezolana y posa sonriendo para la cámara.
Relata que tiene menos de una semana de haber llegado a Ciudad Juárez, pero desde que salió de su país, ya pasaron más de dos meses.
Ella forma parte del grupo de mil 300 migrantes venezolanos que se encuentran acampando en la zona de la línea divisoria entre Ciudad Juárez y El Paso, ciudades divididas solo por lo que antes fuera el caudaloso Río Bravo.
Jennifer Meriño, quien vive en el campamento apostado en la orilla del Río Bravo
«De la Ciudad de México para acá nos venimos en tren. Hemos durado días sin comer nada, si podemos tomamos agua. El tren se paró en Zacatecas, ahí la gente de los comercios nos ayudó mucho», cuenta.
También platica que se encontraba en San Pedro, Oaxaca cuando recibió la noticia de que ya no podría ingresar a Estados Unidos.
Jennifer Meriño llegó a Ciudad Juárez esta semana / Fotografía: Karen Cano
Sin embargo, considera que ya había llegado tan lejos y que no iba a renunciar fácilmente a su deseo de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
«Pedirle a Dios que le toque el corazón a esta gente, que no vamos a causar molestias. Tenemos gente que nos recibirá: familia, amigos. No seremos una carga para el Estado, queremos ir a trabajar», expresa.
Mientras habla, a sus espaldas ondean las banderas mexicanas y venezolanas, y frente a ella, una camioneta llega con comida, por lo que es rápidamente interceptada por las demás personas del campamento.
Juan, uno de los acompañantes de Jennifer, menciona que tienen hambre, pero que no les gusta amontonarse con las demás personas que estás esperando alimento y prefieren esperar.
Para la noche del miércoles el censo que realizan contabilizaba mil 345 personas / Fotografía: Karen Cano
En este sitio, pese a las inclemencias del tiempo, alrededor de mil 300 migrantesmantienen un campamento al aire libre.
Se encuentran en el límite de la frontera; han usado carpas, madera vieja que les había sido donada como leña, sábanas y cobijas para improvisar sus casas de campaña.
Se reúsan a ingresar a los albergues
«Nos están utilizando para otras cosas, para obtener beneficios, con muchas normativas», dice Jennifer.
Entre la desconfianza y la incomodidad de permanecer al aire libre, autoridades de distintos niveles de gobiernos han hecho esfuerzos por convencerlos para retirarse, pero incluso algunos que ya estaban en albergues, se han salido para ir al campamento.
Todos mencionan sentirse muy bien recibidos por México / Fotografía: Karen Cano
«Nosotros no nos queremos quedar aquí. Si así fuera, ya hubiéramos buscado un departamento o trabajo. Es muy bonito México y nos han tratado bien, pero tenemos nuestro plan», agrega la mujer.
Al respecto, el director deDerechos Humanos de Municipio, Santiago González Reyes, refiere que actualmente el albergue Kiki Romero cuenta con espacio para 130 personas.
«La gente, tal vez por falta de información, sigue llegando a estos espacios sin seguridad, servicios ni infraestructura sanitaria y se ponen en riesgo», dice.
Asociaciones civiles e iglesias constantemente acuden al lugar para brindar alimentos u otra clase de apoyos /Fotografía: Karen Cano
Respecto a esto, señala que tal vez la Procuraduría de la Defensa del Menor tendría que intervenir, debido a que se está poniendo en riesgo la integridad de los menores de edad al permanecer a la intemperie.
«Pedirle a Dios que le toque el corazón a esta gente», expresa Jennifer /Fotografía: Karen Cano
La mañana del viernes, el delegado de bienestar Juan Carlos Loera De la Rosa, dio a conocer que el tema fue mencionado durante la reunión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección y Atención a Migrantes (Coespam).
En ésta se acordaron varios puntos, entre ellos, mantener las brigadas para intentar convencerles de resguardarse en el albergue federal Leona Vicario, en el Kiki Romero o en cualquier otro privado que pertenece a la red.
«Hacer toda la gestión necesaria para que no estén ahí. Hay un riesgo a su salud, a la salud de los niños y en general son condiciones muy precarias en las que están acampando», concluye.
Casas de campaña improvisadas justo en la línea divisoria entre Ciudad Juárez y El Paso
Esta película clásica basada en la novela «The Green Mile» de Stephen King se ganó el corazón de la audiencia con la actuación de Tom Hanks y Michael Clarke Duncan, que nos cuenta la historia de John Coffee, un hombre de color acusado de asesinar brutalmente a dos niñas.
La historia se desarrolla dentro de un penitenciario, justo en la zona de la Milla Verde, el pasillo por donde pasan los condenados a muerte, en donde John espera que se lleve a cabo su sentencia.
Aquí te dejamos esta recomendación retro de la semana en voz de Jorge Omar Simental