Ciudad Juárez está marcada por la huella indeleble de la Revolución Mexicana. El 20 de Noviembre se conmemora de manera similar en todo el país, con desfiles y el día de asueto. Sin embargo, el trasfondo no es solo el de entretener, sino educar a las nuevas generaciones sobre un periodo crucial en la historia del México.
La Revolución Mexicana, desatada en 1910, fue un movimiento que buscó transformar radicalmente la sociedad mexicana, luchando contra la opresión y la desigualdad, donde Ciudad Juárez desempeñó un papel significativo en este contexto histórico, siendo uno de los epicentros de las tensiones y los acontecimientos que llevaron al estallido de la batalla.
Personajes emblemáticos como Pancho Villa, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Pascual Orozco, entre otros, fueron figuras centrales en los primeros momentos del conflicto armado, y que el campo de batalla se dio precisamente en esta tierra fronteriza.

Estos líderes revolucionarios, cuyos nombres resuenan en la historia, contribuyeron a forjar un legado de lucha por la justicia y la libertad, por lo que el 20 de Noviembre se convirtió en un tributo a aquellos que se levantaron en contra de la opresión y a los que lucharon por un México más equitativo y libre.
En Ciudad Juárez, este legado se vive de manera especial, ya que la ciudad fue testigo de intensos combates y decisiones que marcaron el curso de la revolución.
Sobre ello, el profesor Ramiro Domínguez Alanís, quien cuenta con 14 años de experiencia docente y actualmente a cargo de un grupo de cuarto año en la escuela” Luis Arnoldo Núñez Gutiérrez”, destacó la importancia de que los estudiantes comprendan el significado más profundo de estas fechas.
Señaló que, más allá de la festividad y el colorido de los desfiles, existe una necesidad de transmitir el conocimiento sobre los eventos que dieron forma a la Revolución Mexicana.

Los niños van vestidos como revolucionarios a las instituciones educativas, con su camisa blanca, las carrilleras, el sombrero y el bigote falso, mientras que las niñas de “adelitas”, con sus faldas largas, blusas blancas, peinadas con dos trenzas, las carrilleras y el rebozo.
Acabando el desfile, algunas escuelas hacen kermes, donde los alumnos hacen bailes típicos de la Revolución Mexicana como el corrido Marieta y también venden platillos como enchiladas, tamales, gorditas, chocolate caliente, entre otros.
“A los niños les llama la atención esta fecha porque hay muchos nombres de personajes ilustres, entonces muchos de ellos quieren saber ¿Quién es? ¿Quién es esa persona? Por ejemplo, Pancho Villa, Emiliano Zapata. Tal vez ya habían escuchado esos nombres, pero no sabían en específico que habían participado en la Revolución Mexicana”, contó Domínguez.
Mencionó que el enfoque educativo en los temas históricos debe mejorar sobre todo en la teoría, cómo se presentan los datos, ya que los alumnos deben tener un pensamiento crítico.
“Son fechas cívicas muy importantes que debemos de recordar como mexicanos y sobre todo en nuestra ciudad porque fue una de las principales en donde se inició la Revolución, pues fue una época que marcó un cambio. Hay que saber ¿por qué estamos quizás en esta situación?”, dijo.
Asimismo, platicó que pone actividades dinámicas para que los alumnos tengan interés sobre la Revolución, por ejemplo, dibujos o historias pequeñas que expliquen cuándo fue, quiénes participaron, dónde ocurrió, cómo se desarrolló y cómo terminó.
“También ponernos a pensar si no hubiera ocurrido ese movimiento ¿Cómo estaríamos? Si estaríamos mejor, estaríamos igual, estaríamos peor. Entonces, por eso es muy importante que conozcan sobre este tema” agregó el docente.