El cruce fronterizo en la zona de El Paso, Texas, se ha convertido en un escenario de riesgo para las personas migrantes, pues tan sólo durante este 2024 se han registrado 176 muertes de personas en movilidad en este sector.
Asimismo, este sector registró un incremento constante en los fallecimientos, luego de que las muertes pasaron de 6 en 2018 a 71 en 2022, de acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés).
Lo anterior, a pesar de que el número de encuentros o deportaciones en la frontera entre México y Estados Unidos tuvo una disminución durante el año fiscal 2024, correspondiente de octubre del 2023 a octubre del 2024.
Sobre este tema, Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR por sus siglas en inglés), advirtió sobre la creciente crisis y la necesidad de abordar esta problemática con una visión humanitaria.
“Son 176 migrantes fallecidos en un año en este sector de El Paso solamente. Cuando hace algunos años eran cinco o diez. Estamos hablando de una crisis real, de niños, mujeres y hombres que se están muriendo”, expresó.
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El activista también resaltó la separación de familias como otro aspecto crítico de la situación que se vive en las ciudades fronterizas, debido a las políticas migratorias de Estados Unidos que ha fomentado una “crisis real” en la sociedad.
“Hoy vemos niños que no están con sus padres, esposos separados y abuelitos que no pueden estar con sus seres queridos. La política de deportación y la política migratoria actual han desmembrado a muchas familias de manera intencional e injusta y esto sigue impactando profundamente a la comunidad”, señaló.
Muertes de migrantes en aumento
Las cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) evidencian un aumento en el número de muertes de migrantes en la frontera sur del país.
En los últimos años, los datos muestran un crecimiento en el número de decesos: en 2018, se registraron 281 muertes; en 2019 fueron 300; en 2020, 254; en 2021, 568 y en 2022, el total alcanzó un máximo de 895.
También que las principales causas de muerte incluyen la exposición a condiciones ambientales extremas, como el calor; incidentes relacionados con el agua, como ahogamientos o deshidratación.
Así como en tercer lugar se posicionó el hallazgo de restos óseos, que se refiere a casos en los que sólo se descubren huesos de personas fallecidas, lo que indica una falta de identificación y un prolongado abandono en el desierto.
La sumatoria de estos años asciende a 2 mil 298 personas fallecidas en su intento de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, de las cuales mil 126 corresponde a personas de origen Mexicano, es decir, el 49 por ciento.
Sin embargo, en 2024, la cifra alcanzó un récord de 176 muertes, lo cual evidencia los peligros crecientes para los migrantes que intentan cruzar por esta región de Texas, colindante con Ciudad Juárez, Chihuahua, según reportó BNHR.
Disminución de deportaciones
A pesar del incremento en las muertes, el año fiscal 2024 registró una disminución del 13.76 por ciento en el total de encuentros y deportaciones en la frontera entre México y Estados Unidos.
Según los datos reportados por CBP, un total de 2 millones 135 mil encuentros en este periodo, en comparación con los 2 millones 474 mil 669 encuentros reportados en 2023.
La ciudad con mayor número de registros de deportaciones fue Tucson, Arizona, con 463 mil 567 deportaciones, seguida de San Diego, California, con 324 mil 260; El Paso, Texas, con 256 mil 102, y finalmente Del Río, Texas, con 244 mil 105.
También que los migrantes deportados pertenecen a distintas nacionalidades, con el 23.5 por ciento siendo de origen mexicano (502 mil personas), seguido de Guatemala con 195 mil, Honduras con 111 mil y El Salvador con 45 mil.
Mientras que el resto corresponde a personas de otras nacionalidades, sumando un total de 676 mil migrantes.
Título 8
Cabe recordar que tras la conclusión del Título 42 en mayo de 2023, todas las deportaciones se rigen ahora bajo el Título 8, una normativa que impone consecuencias jurídicas más severas para aquellos migrantes que intentan ingresar de forma ilegal a Estados Unidos.
Esta medida establece que las personas deportadas bajo este título podrían enfrentar restricciones para reingresar al país durante un periodo de hasta cinco años.
En meses pasados, Claudio Herrera, uno de los voceros de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, dijo que la implementación de esta normativa tiene el objetivo de disuadir los intentos de cruce irregular, aunque sus efectos sobre la seguridad y el bienestar de los migrantes aún generan preocupación entre defensores de derechos humanos.
La Red Fronteriza por los Derechos Humanos ha sido una de las organizaciones que más ha destacado las implicaciones de esta política, señalando cómo el endurecimiento en las medidas de deportación ha generado una crisis humanitaria.
En días pasados, Fernando García enfatizó que estas políticas no sólo exponen a los migrantes a riesgos físicos en el desierto y el Río Bravo, sino que además promueven la desintegración de familias.
“Estamos viendo una crisis dramática de separación de familias. Esto sigue impactando profundamente a la comunidad”, afirmó durante el evento “Abrazos No Muros” celebrado el pasado sábado 2 de noviembre.