Como un descarado ejercicio de nepotismo y repartición del poder político en la frontera puede entenderse el nombramiento el pasado 11 de octubre de Alejandro Pérez Escalante como dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Ciudad Juárez.
Dicho sea de paso, es hijo del diputado federal Alejandro Pérez Cuéllar (LXVI Legislatura), el cual llego al curul precisamente por ese partido.
No podemos dejar de lado el hecho de que Pérez Escalante es sobrino del alcalde reelecto en el Municipio de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar (2024-2027) y tampoco el hecho de que la “franquicia verde” no es la única plagada de nepotismo, pues una de color naranja tambien tiene cola que le pisen.
En esta ocasión gracias a que María Esther Mejía Cruz también logró imponer a su hijo Juan Carlos Ortiz Mejía como presidente de la Comisión Operativa Municipal del partido Movimiento Ciudadano (MC).
Es importante referir que del millón 613 mil 381 votos computados por el Instituto Estatal Electoral del estado de Chihuahua en las pasadas elecciones de junio de 2024, el PVEM obtuvo 58 mil 305 votos (3.61%), lo que le convierte en la quinta fuerza política del estado.
Mientras que MC obtuvo 128 mil 467 votos (7.96) lo que representa el cuarto partido cercano al poder en esta entidad federativa.
Como un tremendo acto de rapiña, la nefasta clase política se reparte el botín político para de una u otra manera, seguir viviendo del erario ¿Alguien quiere pensar en la ciudadanía?
¡Hay mi Juaritos, tan lejos de la justicia social y tan cerca del cruzismo!
¡Qué bonita la vida para estos juniors y qué gran recompensa haber coordinado la campaña de su papi! Para que su papi y su tío puedan regalarle la dirección de un partido que se ha caracterizado por… ¡Caramba! no se me ocurre pensar en algún logro que éste, como muchos partidos puedan presumir a parte de consumir el dinero del “pueblo sabio”.
Ya se me andaba olvidando, no menos importante referir a los peteños, las dinastías Matus-Aguilar. Vayamos primero por Pedro Alberto Matus Peña quien fue nombrado Coordinador municipal del PT.
Hay que recordar que el regidor (que repite en esta administración crucista), es hijo de don Pedro Alberto Matus Hernández, uno de los fundadores del Comité de Defensa Popular (CDP).
Matus Peña ha logrado también colar como suplente de su puesto de regidor en el municipio de Juárez por Mayoría Relativa a su retoño Pedro Alberto Matus Hernández.
Mientras que Rubén Aguilar Jiménez, el dueño del PT, ha logrado mantener a su familia en la dirección del partido y con escaños en las diputaciones locales y federales, ejemplo de ello son Lilia, América y Tania Aguilar Gil, siendo esta última en quien recae actualmente la dirigencia estatal del PT.
Del blanquiazul y del tricolor, ya nada sorprende, el famoso PRIAN ya está más quemado que Miguel Ángel Mendoza Rangel, el ex director de Cultura del Municipio, y que por cierto sigue haciendo de las suyas. Chapulín como su jefe, es sorprendente la flexibilidad de sus ideologías políticas.
Mientras tanto, Laura Itzel Castillo Juárez, quien amarró su silla como senadora en la actual legislatura federal por el Partido MORENA (por representación proporcional), paseándose por mi amada colonia Hidalgo, para la develación del monumento a su padre, Heberto Castillo Martínez, fundador de diversos partidos, entre ellos el Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y es que el nepotismo no sólo se vive actualmente ni tampoco de manera exclusiva en la región, pero me parece que ha tomado un descaro total y la verdad sí da coraje que “mi jefe” sólo me heredó los malos hábitos financieros de endeudarme y no un puesto en un partido político.
Qué mala suerte la mía que como la mayoría de la población no me queda otra que esforzarme y hacer lo que no saben los políticos: “la de chambear”.
Y aquí estoy, observando a la distancia a estas bonitas familias en sus prácticas nepotistas en extremo, lo cual me hace cuestionarme si hemos salido del medioevo, pues como señores feudales, ahí andan haciendo de las suyas estos malandros con licencias, licencias para joder y en un sistema político que pondera los lazos familiares por encima de las capacidades y profesionalismo.
Por eso sólo me queda exclamar como el actor Alfonso Iglesias Soto, mejor conocido como Pompín Iglesias “¡Qué bonita familia, Qué bonita familia!