Hace ya 49 años que un hecho, aparentemente diábolico, dejó una huella indeleble en la historia de Ciudad Juárez, especialmente, entre los vecinos de la colonia Melchor Ocampo.
Se trata del exorcismo de una pequeña de 13 años que muchos pudieron presenciar, haciendo que lo visto fuera imposible de olvidar.
Esta leyenda urbana relata que era el año de 1974, cuando en la calle Saltillo, esquina con Porfirio Díaz, vivía una familia compuesta por padre, madre e hija.
La menor acudía a la Escuela Primaria Luis Cabrera y todos pensaban que estaba enferma de sus facultades mentales, ya que continuamente la veían hablando sola o convulsionándose sin razón aparente.
En algún momento, tuvo uno de estos episodios en medio de su salón, ante la vista de todos sus compañeros de clases, por lo que huyeron despavoridos al verla convulcionando; con los ojos en blanco y en el suelo.
En algún momento, alguien comentó a los padres que, tal vez, la niña no estuviera enferma, sino poseída y fue entonces cuando se buscó el apoyo de la iglesia.
El rumor de que había una persona poseída en la Melchor Ocampo salió a la luz, a la par de que se estrenó en esta localidad la afamada película de El Exorcista.
Y esta coincidencia hizo que la gente fuera parte más temerosa y más curiosa de este fenómeno ocurrido a esta adolescente.
Se cuenta que muchos pudieron observarla a través de la ventana de su habitación, donde permaneció atada a la cama.
También se sabe que acudieron sacerdotes para tratar de exorcisarla, sin embargo, el procedimiento religioso no funcionó y la niña murió en el intento por salvar su alma del demonio.
El canal de Facebook Entidad Paranormal en Movimiento se narra que durante el exorcismo, la madre de la niña también murió, pues durante el proceso empezó a sangrar por la nariz y los oídos hasta fallecer.
El padre abandonó la casa junto con los cuerpos de su hija y esposa. Nadie sabé donde les dio sepultura ni a donde fue a parar él.
A raíz de estos hechos, un nuevo rumor surgió: la casa donde todo esto ocurrió quedó poseída también y, tras ello, muchas personas más resultaron muertas dentro o fuera de la misma.
¿Qué pasó en la Casa del Triangulo?
La propiedad con la numeralia 1535, actualmente está desocupada y clausurada con piedras por todas sus entradas.
Entidad Paranormal en Moviento relata que el dueño de la casa la regaló primero a un familiar, que terminó yendose a vivir a los Estados Unidos y dejándola a unos inquilinos que estuvieron ahí por unos 10 años.
Estos nunca dijeron haber visto nada, pero terminaron dejando la propiedad de nuevo sola, incluso, se cuenta que después de eso se intentó usar el complejo para un negocio, pero éste nunca prosperó.
Se le conoce entre los vecinos como “La Casa del Triangulo”, debido a que las calles hacen esquina en ella, de manera tal que la propiedad tiene esta forma poco común.
En los años en que la violencia azotó a esta frontera con más fuerza, la gente dice que al menos unas 10 personas fueron ejecutadas, justo en la banqueta en donde se encuentra esta casa.
También se dice que hubo otros inquilinos, algunos murieron enfermos, otros fueron asesinados, algunos más terminaron huyendo incapaces de soportar la energía negativa que tiene el sitio.
Hasta la fecha, los vecinos dicen que han visto y escuchado lo que creen que es el fantasma de la niña poseída.
¿Hay exorcismos en Ciudad Juárez?
Los exorcismos son un procedimiento que realiza la iglesia católica, sin embargo, no todos los casos que son sospecha de poseciones culminan en este tratamiento.
La mayoría son estudiados por personal de la iglesia antes de solicitar interceder al Vaticano. En Ciudad Juárez se sabe sólo de un sacerdote que tiene permitido realizarlos, se trata del párroco de la catedral Eduardo Hayen Cuaron.
En entrevistas diversas él ha comentado que sí existe usualmente la solicitud por parte de personas a la iglesia, de que tomen en cuenta supuestos casos de posesiones, sin embargo, la mayoría no son tomadas como autenticas.
El canal de Youtube Culto a la Noche, estrenado el 28 de enero del 2021, se contó la historia de un hombre de Ciudad Juárez identificado como Gerardo, quien daba testimonio de la posesión demoniaca de su hermana en el año 1990.
El hombre relata que en ese entonces, él era un adolescente que asistía a la preparatoria y vivía con su hermano menor José, junto con su otra hermana llamada Silvia, quien apenas había terminado la secundaria.
Ellos fueron criados sólo por su madre que trabajaba todo el día para poder obtener el dinero necesario para pagar los gastos.
De ese modo, es que Gerardo se encargaba de cuidar y proteger a sus hermanos, todos ellos vivían en una casa en la colonia Rancho Anapra.
Cuenta que Silvia, al entrar a la adolescencia y salir de la secundaria, se volvió muy rebelde, al grado que pasaba mucho tiempo fuera de casa paseando con amigos.
Cuenta que en alguna ocasión Silvia empezó a frecuentar a unos amigos que parecían ser “rockeros”.
Un día, Silvia no llegó a dormir y llegó hasta otro día a las 7 de la tarde, llena de tierra, muy triste y confundida.
El pensó que sus amigos habían abusado sexualmente de ella, pero tras reprenderla, simplemente dejó que se fuera descansar esperando que después ella pudiera dar más explicaciones.
Esa misma noche, el hermano menor corrió asustado a la cama de Gerardo, para decirle que Silvia estaba extraña, con la quijada desencajada. Ambos acudieron en ese momento a verla, pero Silvia dormía plascidamente.
Pensaron que fue un mal sueño. Al día siguiente Silvia confesó a su hermano que ella y sus amigos fueron al cerro a jugar con una ouija y que en algún momento ellos empezaron a decir algo al unísono, mientras ella mareada sintió que se desmayó.
Cuando despertó, el sol le calaba en la cara, estaba en un cerro, sola, en el suelo, sin saber que pasó.
Duró horas intentado regresar a la calle y cuando lo hizo no tenía dinero ni tampoco sabía donde estaba, hasta que una mujer le ayudó para pagar su pasaje en la rutera y así pudo volver.
Por la noche, llegó su mamá y todo parecía normal. Ellos decidieron guardar el secreto, el problema es que, de nueva cuenta, en la madrugada Silvia tuvo otro episodio, pero esta vez quien lo vio fue su mamá.
Gerardo narra con mucha angustia que no entendía lo que pasaba y ver cómo el cuerpo de su hermana se arqueaba, cómo su quijada se veía desecajada y decía constantemente una oración que, en su momento, no comprendía.
Al día siguiente, en la mañana, Gerardo le confesó la verdad a su mamá la ausencia anterior de Silvia. La señora fue por personas de la iglesia y prepararon todo para tratar de ayudarla.
Por la noche, se encerraron con ella en su habitación y, después de 4 horas, escucharon un grito de ayuda. Al entrar, vieron a la gente tirada en el suelo y la ventana abierta: Silvia escapó.
El hombre cuenta que por mucho tiempo buscaron a su hermana, primero con la esperanza de encontrarla viva, luego con la esperanza de, por lo menos, encontrar sus restos.
La buscaron hasta cansarse, pero finalmente decidieron dejarlo todo e irse a Zacatecas.
Gerardo confiesa que muchas veces, en la calle veía Silvia viéndolo desde lejos, pero la sensación le daba terror. Además, era víctima de muchas pesadillas. Esto fue lo que lo hizo querer irse de Ciudad Juárez y no volver.
Mucho tiempo después, tras repasar mil veces lo ocurrido con Silvia, de quien jamás ha vuelto a saber nada, supo que lo que su hermana decía mientras estaba poseída era latín y significaba “Ella es nuestra”.
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