En medio de furor del juego, cada que “Los Indios” de Ciudad Juárez tienen una partida de béisbol, una mujer octagenaria desde las butacas, toma su rosario y se pone a rezar.
“Cada año le pido a Dios que ganen Los Indios”, dice María Lourdes Pérez Estrada, de 83 años y que tiene más de 15 años vendiendo alimentos en los juegos de béisbol.
Desde entonces, su apoyo y afición por el equipo no ha cesado.
Es habitual verla en los partidos y, en ocasiones especiales, como cuando los Indios disputaban su pase a la final, María Lourdes, con un rosario entre las manos, rezaba fervientemente al Espíritu Santo, esperando que el resultado favoreciera al equipo fronterizo.
Esta mujer se ha ganado el corazón de varios aficionados, pues también se le observa detener sus labores de vendimia por momentos para “echarle porras” al equipo.
Su presencia en el estadio es tan significativa que incluso hay quienes algunas veces se unen a María Lourdes durante sus plegarias en los juegos.
Con su inquebrantable fe y dedicación, María Lourdes se ha convertido en un símbolo de esperanza para el equipo y sus seguidores.
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No sólo es conocida por sus deliciosos antojitos, sino también por su convicción de que sus oraciones pueden influir en el destino de Los Indios.