El hecho de que Ciudad Juárez siga encabezando los índices nacionales en feminicidios este 2024, ya no ocupa los titulares de los medios de comunicación.
Sin embargo, el trasfondo de esta problemática reside en que se percibe un aumento en el número de casos, incluidos los feminicidios infantiles vinculados a la pedofilia.
Y es que, cada vez son más los incidentes donde niñas y adolescentes son privadas de la vida en esta frontera. En muchos de los casos fueron violentadas sexualmente. Y en otros tantos, sus cuerpos son encontrados enterrados en patio de una casa o un lote baldío.
Tal es el caso de Lizeth Abril, de 14 años, quien estuvo desaparecida por 12 días y cuyo cuerpo fue localizado enterrado y bajo una plancha de cemento, en el patio de una vivienda, ubicada en la calle Cristóbal Colón #279, en el cruce con la calle Pípila de la colonia Zaragoza.
A pesar de que su presunto perpetrador se encuentra detenido, un hombre de 70 años identificado oficialmente por las autoridades estatales como Armando L. C, la justicia parece estar lejos de alcanzarse para las mujeres que pierden la vida en esta frontera.
Lo anterior, debido a que Ciudad Juárez ocupa el puesto número 1 de manera consecutiva en los últimos tres meses en el delito de feminicidio, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El reporte indica que de enero a julio de este 2024, dos municipios del estado de Chihuahua se posicionaron en el primero y el tercer lugar en cuanto al delito de feminicidio: Ciudad Juárez con 16 y la ciudad de Chihuahua con 9.
Además, el estado de Chihuahua “ostenta” el primer lugar en el país en cuanto a secuestro de mujeres en los últimos 9 años.
Los datos presentados indicaron que, de enero del 2015 a julio del 2024, un total de 27 mujeres en la entidad fueron secuestradas. Con esta cifra, el estado de Chihuahua rebasa 7 veces la media nacional en la comisión de este delito.
Yadira Cortés, integrante de la Red Mesa de Mujeres, expresó el dolor y frustración que siente la comunidad frente a esta realidad.
“Nos duele el corazón, por supuesto. Nos duele el alma de que esto siga pasando, que sigamos siendo la punta de la gráfica de feminicidios a nivel nacional”, declaró a Circuito Frontera.
Denunció también el fracaso del sistema judicial y policial en abordar eficazmente este problema, tras la falta de acción por parte de las autoridades, quienes en muchos casos no clasifican correctamente los homicidios de mujeres como feminicidios, incluso cuando estos presentan todas las características para ser tratados como tal.
Feminicidios infantiles y casos de pedofilia
Uno de los aspectos más inquietantes que ha marcado este año es el aumento de feminicidios infantiles, muchos de ellos vinculados a crímenes de pedofilia.
Entre los casos más recientes, destacó el asesinato de una niña de 14 años, cuya desaparición ocurrió después de que su familia había denunciado acoso ante la Fiscalía en marzo, pues a pesar de esta denuncia, las autoridades no tomaron acciones preventivas significativas, lo que resultó en su secuestro y posterior feminicidio.
“Está el caso de la niña que fue violada por su abuelo y debido a la presión ejercida contra su cuerpo, ella perdió la vida. Desgraciadamente, está el caso de Lizeth, una jovencita de 14 años y que localizada sin vida, enterrada en el patio de su feminicida, un feminicida de 70 años. Por eso hablamos del feminicidio infantil, pero transversalizado con una clara pedofilia”, comentó.
Además, otro caso similar involucra a otra jovencita de 14 años que lleva 10 días desaparecida. Las autoridades han iniciado acciones de búsqueda, aunque la tardía respuesta genera inquietud sobre el resultado de las investigaciones y el destino de la menor.
Feminicidios 2024: Cifras que desgarran
La activista indicó que el recuento de feminicidios en Ciudad Juárez a lo largo de este 2024 pinta una situación desoladora, sumando al menos 96 homicidios de mujeres hasta el pasado 9 de septiembre.
Dijo que, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano Especializado en Género de la organización, en enero se registraron 13 feminicidios y 13 más en febrero.
Durante marzo y abril, la cantidad bajó ligeramente con nueve asesinatos por mes, mientras que en mayo se registraron 11.
Junio fue el mes más violento con 16 mujeres asesinadas, seguido por julio con 12 casos. Aunque en agosto el número descendió a 9, tan sólo entre el 1 y el 9 de septiembre, se contabilizaron cuatro nuevos feminicidios.
Además, durante septiembre se registró el caso de un hombre que fue presentado en audiencia por tentativa de feminicidio contra su ex pareja sentimental y su ex suegra, en hechos ocurridos en 2022.
Asimismo, un hombre de 44 años ex reo fue detenido luego de privar de la libertad a una adolescente, por lo que fue acusado de privación de la libertad con fines sexuales y grooming (Un engaño pederasta, más conocido por el anglicismo grooming o ciberacoso es una serie de conductas y acciones emprendidas por adultos).
Cortés indicó que esta trágica realidad revela una falla sistémica en la prevención y resolución de los crímenes contra mujeres, pues además muchas de estas muertes no son investigadas bajo el marco del feminicidio, lo que impide una respuesta efectiva y contribuye a la impunidad.
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Ineficiencia de las autoridades
La inacción de las autoridades ante las denuncias de violencia de género y acoso es un tema recurrente en Ciudad Juárez.
El caso de Lizeth y la otra joven asesinada, ambas de 14 años, ilustra las fallas en el sistema de justicia, donde incluso con denuncias previas, las instituciones no logran intervenir a tiempo.
Sin embargo, este no es un hecho aislado; por el contrario, revela un patrón de negligencia institucional que afecta a las mujeres en la ciudad.
“En este año tenemos casos excepcionales de feminicidio infantil y asociados a la pedofilia. En específico, la desaparición de una jovencita de 14 años quien fue sustraída después de salir de su escuela, del bachillerato me parece, pero con la peculiaridad de que en este caso en específico desde el mes de marzo, es decir, cuatro o cinco meses atrás, la familia de esta jovencita ya había puesto una denuncia por acoso en la Fiscalía”, dijo.
Comentó pese a las denuncias presentadas con meses de antelación, no se llevó a cabo ninguna gestión o diligencia significativa y fue sólo hasta que la niña fue secuestrada, desaparecida y asesinada, cuando la Fiscalía actuó.
Por ello, recalcó que a las denuncias se les debe dar seguimiento por parte de las autoridades con el fin de prevenir, precisamente este tipo de situaciones.
Un llamado a la acción
La creciente ola de feminicidios infantiles y pedofilia en Ciudad Juárez ha generado indignación y temor entre la población.
Los crímenes contra menores de edad, como los descritos por Cortés, no sólo son brutales, sino que exponen la vulnerabilidad de las niñas en una ciudad que ya ha sido golpeada durante décadas por la violencia de género.
Organizaciones como la Red Mesa de Mujeres han hecho un llamado urgente a las autoridades locales, estatales y federales para que se implementen políticas más efectivas de prevención, protección y justicia.
“Esperamos que las autoridades tomen acciones rápidas y efectivas para evitar más tragedias”, afirmó Yadira Cortés, quien concluyó subrayando la importancia de que la comunidad también se involucre en la protección de las mujeres y niñas.
Asimismo, Lydia Cordero, directora ejecutiva de la organización Casa Amiga, destacó que las organizaciones de la sociedad civil han señalado desde hace años que, mientras no se aborden a fondo los problemas estructurales relacionados con la violencia de género, la situación seguirá siendo crítica.
“No es una sorpresa que Juárez se encuentre entre los cinco municipios con más casos de violencia contra mujeres a nivel nacional”, afirmó.
El problema, según la activista, no sólo radica en la falta de prevención de la violencia de género, sino también en el deficiente acceso a la justicia para las mujeres.
“Durante años hemos hablado de la impunidad y de la incapacidad de las autoridades para resolver estos casos. Los sistemas de justicia están saturados, lo que genera una alta tasa de impunidad y envía un mensaje alarmante a la sociedad”, agregó Cordero.
Para la directora de Casa Amiga, la saturación de los sistemas públicos y la falta de capacidad para procesar los casos hasta su resolución final son factores que perpetúan la violencia contra las mujeres.
“Cuando no se resuelven los casos, se genera un clima en el que la violencia queda sin castigo, lo que aumenta el riesgo de que continúen ocurriendo”, concluyó.
Reforma Judicial podría impactar tribunales especializados
La directora ejecutiva de la organización Casa Amiga además expresó su preocupación por los posibles efectos que la Reforma Judicial podría tener en los tribunales especializados en violencia de género.
Destacó la importancia de que la ciudadanía se mantenga informada y vigilante ante los cambios que puedan afectar el acceso a la justicia para las mujeres que enfrentan situaciones de violencia.
“Nos inquieta de manera especial el impacto que la reforma podría tener en el Tribunal Especializado en Violencia de Género, que ha sido resultado de años de esfuerzo por parte de la sociedad civil. Este tribunal es fundamental para que jueces, magistrados y todo el personal judicial que atienden estos casos cuenten con la especialización necesaria”, señaló.
La activista enfatizó que esta especialización es clave para abordar de manera adecuada casos de violencia de género, que en muchas ocasiones terminan en feminicidio.
Dijo que la creación y funcionamiento de estos tribunales ha sido un avance importante en la lucha por la justicia para las mujeres, y cualquier cambio en su estructura podría representar un retroceso.
“Es crucial que estemos atentos a cómo se implementarán estas reformas y que exijamos que no se afecte la especialización de los tribunales. Es un reto pendiente, pero también una preocupación que debemos hacer pública para que toda la ciudadanía esté informada y al tanto de los posibles riesgos que estos cambios podrían implicar”, advirtió.
Cordero instó a la sociedad a mantenerse al tanto de los cambios en la legislación y a exigir que no se debiliten los avances en materia de derechos humanos y justicia para las mujeres víctimas de violencia.
