Teniendo a Ciudad Juárez como protagonista, Adrián Reyes es conocido por crear paisajes urbanos, edificios históricos y lugares emblemáticos de esta frontera en maquetas miniatura.
Pero ahora, el joven ha trasladado su trabajo a la cinematografía, pues se encuentra realizando una película que retrate la realidad de la región en distintos contextos, sin caer en dramatismos excesivos.
“No va a ser una película infantil ni una historia necesariamente alegre, pero quiero enviar un mensaje de cómo, incluso en un entorno complicado, se puede salir adelante”, platica a Circuito Frontera.
Con un equipo inicial de siete personas, planea expandirlo a 50 en los próximos tres años para completar el proyecto, dado el nivel de detalle y calidad que busca alcanzar.
“Es un reto hacer algo que nadie ha hecho antes, pero quiero demostrar que desde Juárez se pueden contar historias universales”, indica.
La obra será una serie de historias ficticias ambientadas en Ciudad Juárez, diseñadas para que los habitantes de la ciudad se identifiquen con los escenarios y personajes, pues su objetivo es transmitir cómo las personas pueden superar las adversidades a pesar de cuán difícil llegue a ser nuestro entorno.
Este proyecto, además incluirá animación mixta al combinar fondos pintados a mano con animaciones digitales.
La elección de este método busca diferenciarse entre otras producciones al priorizar un enfoque artesanal en una industria dominada por el 3D y la automatización, como lo manejan actualmente las empresas cinematográficas.
Señala que el desarrollo del teaser requirió aproximadamente seis meses de trabajo, ya que la escenas de apenas cuatro segundos pueden demandar hasta un mes de trabajo, por lo que Adrián calcula que la película completa tomará al menos tres años en estar lista.
A pesar de ser un proyecto con autofinanciamiento hasta el momento, el artista ha estado en busca de patrocinios y concursos para impulsar sus ideas a través de apoyos, sin la necesidad de perder la autoría en la producción.
El arte florece en los lugares más inesperados
Adrián Reyes es un talentoso artista juarense que a sus 29 años ha construido una trayectoria envidiable, pues su pasión por el arte lo ha llevado a convertirse en un creador de mundos.
Desde temprana edad, el joven mostró inclinación por la creatividad, explorando diversas disciplinas como el dibujo, la pintura y la producción audiovisual, lo que lo llevó a que actualmente, se dedique a la creación de maquetas y modelos físicos de gran detalle.
Formado en la licenciatura en Artes Visuales por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), y con una maestría en Diseño de Producto, Adrián se embarcó reciente en el ambicioso proyecto de producir una película animada ambientada en su ciudad natal.
“El arte siempre estuvo presente en mi vida, desde pequeño pedía cámaras para hacer videos en lugar de juguetes”, comenta el artista.
A partir de sus 20 años, Adrián comenzó a trabajar en su posicionamiento como profesional en el arte, desafiando las limitaciones de una ciudad con poca tradición cultural.
“No empecé a ver frutos hasta después de varios años de trabajo constante, pero nunca dejé que las dudas me detuvieran” señala.
Otro aspecto destacado del trabajo de Adrián son las maquetas y modelos físicos que recrean con precisión lugares emblemáticos de la ciudad.
Con alrededor de 60 piezas, para él, cada maqueta tiene un proceso detallado que incluye la recopilación de fotografías, la extrapolación de medidas y la construcción meticulosa con materiales como madera, plástico y piezas impresas en 3D, en donde la planificación es lo que más tiempo toma.
“La maqueta que hice del edificio del local Bip Bip es una de mis favoritas porque mezcla memoria y nostalgia, pues me permitió reconstruir algo que ya no existe”, relata.
Además, sus maquetas han encontrado mercado como objetos decorativos, con precios que comienzan en los 12 mil pesos, pues su detallado diseño logra capturar la esencia de los lugares que representa.
Conectando al mundo
Reconocido por sus trabajos en miniaturas y su proyecto reciente “Juárez Animado”, el autor admite no tener una definición clara de su estilo artístico.
En sus palabras, siempre ha estado el “explorar algo nuevo”, manteniendo un enfoque dinámico y abierto y aunque su inclinación por las maquetas nació inicialmente como un recurso para efectos especiales en video y que terminó convirtiéndose en una herramienta narrativa central.
La mezcla entre lo técnico y lo emocional se refleja en sus obras, en las cuales busca narrar historias que conecten con el público, así como demuestra su versatilidad y disposición para adaptarse a las demandas de cada proyecto.
Sin embargo, para Adrián el arte es una forma de comunicación que trasciende los lenguajes convencionales, pues es su manera de relacionarse con el mundo y de conocerlo a profundidad.
A su vez, considera que su arte es un vehículo para reflejar el realismo y la naturalidad de su entorno, ya que, a través de sus obras, aspira a mostrar la esencia de cada objeto, enfocándose en los detalles imperfectos que dotan de autenticidad a cada pieza.
Explica que los detalles en cada pieza adquieren un simbolismo único, como podría ser la representación de un balazo en un edificio, pues aunque inicialmente lo confundió con una mancha, resultó ser el detalle más significativo para las personas que conocían el lugar.
Crear en la adversidad
A pesar de su éxito, Adrián reconoce las dificultades de ser artista en una ciudad con pocas oportunidades culturales.
“En Juárez hay un chingo de artistas, pero no existe una estructura que fomente su desarrollo”, afirma.
Sin embargo, resalta la importancia de la resiliencia en la comunidad artística juarense para sortear obstáculos y buscar apoyo en cada rincón.
Refiere que el arte es un acto de resistencia y de amor hacia su ciudad natal, pues, aunque Ciudad Juárez no sea un lugar que reciba apoyo en esta doctrina, se cuenta con una amplia diversidad de artistas en todas las disciplinas artísticas, como el teatro, la música y la danza.
A pesar de ello, artistas como Adrián continúan demostrando que es posible crear desde un contexto adverso, dejando un legado que inspira a otros a seguir sus pasos.
Recalca que la perseverancia es una de las cualidades que todos los artistas deben tener, pues durante seis años trabajó para ganar visibilidad en redes sociales, enfrentándose a la falta de interés inicial, hasta conseguir hacerse viral.
Su experiencia también le ha enseñado a convivir con las dudas que surgen en cualquier proceso creativo.
“No puedes dejar que las inseguridades te detengan; hay que buscar constantemente formas de aumentar las posibilidades de éxito”, declara.
El artista tiene grandes planes para el futuro, pues su objetivo principal es consolidar su carrera y proporcionar estabilidad económica a su equipo, incluyendo la creación de empleos para otros artistas.
Aunque su enfoque actual está en Ciudad Juárez, está abierto a explorar oportunidades internacionales, sin perder el vínculo con la ciudad que lo vio crecer.
Mirando hacia adelante, Adrián sueña con consolidarse como cineasta y abrir nuevos caminos en el cine mexicano, pues, aunque actualmente está enfocado en la animación, no descarta incursionar en proyectos con actores reales.
“Si se da la oportunidad, lo haré. Quiero explorar diferentes maneras de contar historias” concluye la entrevista.