El aumento del salario mínimo podría generar “presiones” en las empresas, especialmente aquellas que operan en Ciudad Juárez, como las maquiladoras y suministradoras industriales, así lo dio a conocer Alejandro Sandoval Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El especialista habló sobre el escenario que tendrá el aumento del salario mínimo en Ciudad Juárez y sus posibles implicaciones para el 2024.
Explicó que esta medida, que contempla un incremento del 20 por ciento, generó expectativas y preocupaciones en diversos sectores, desde empresarios hasta trabajadores y analistas económicos.
Dijo que es una situación que ya se veía venir desde hace meses, el aumento generará ciertas repercusiones en la ciudad, pues si bien es cierto que pocos ganan directamente el salario mínimo, hay una cantidad significativa de la población cuya percepción salarial se acerca a este límite, lo que impacta a un sector considerable de la fuerza laboral.
ESCUCHA NUESTRA COLABORACIÓN CON PLATAFORMA INFORMATIVA
Señaló que existe una jerarquía salarial en las estructuras organizacionales, y un aumento en el salario mínimo puede repercutir en otras categorías salariales, generando presiones adicionales en los costos operativos.
También que estas presiones afectan no solo a las empresas manufactureras, sino a las operaciones comerciales, donde las estructuras de costos están más cercanas al salario mínimo.
Por lo que en este contexto, se requerirá de la inversión y la compensación para equilibrar estos cambios y minimizar las posibles tensiones.
El presidente del IMEF abordó las preocupaciones sobre el impacto en la inflación derivado del aumento del salario mínimo, a lo cual advirtió que, aunque no se ha observado un impacto inmediato, es crucial considerar las posibles implicaciones futuras, especialmente en relación con las pensiones.
En relación con la jornada reducida y el aguinaldo, Sandoval Murillo expuso que aún existen desafíos pendientes, como la necesidad de dimensionar los impactos inflacionarios de manera cuidadosa.
Agregó que se requiere de una planificación más estructurada y reflexiva en futuros aumentos salariales, por lo que sugirió que, quizás, el ritmo de los incrementos debería ser más lento para evitar presiones inflacionarias, así como trabajar en la formalización del empleo, un aspecto que, según él, traerá beneficios a largo plazo.